/ miércoles 8 de septiembre de 2021

Aguas Profundas | AMLO no puede con Romero Deschamps

El estado de salud del líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Manuel Limón Hernández, es delicada y de pronóstico reservado, según nos cuentan tuvo, o tiene, Covid 19 y se ha mantenido bajo resguardo. Hasta ahora, el líder moral, Carlos Romero Deschamps, se mantiene a bordo tomando las decisiones que más le convienen al gremio, nos confía una fuente del sindicato.

Pero esto va más allá. No tienen prisa por hacer cambios en la dirigencia sindical, en convocarla y en esperar que se definan los candidatos. Los recursos que se manejan dentro de la organización son privados y no hay manera de que sean causa, motivo o razón para una disputa con la 4T.

“La realidad es que el presidente no puede hacer nada contra el líder (en referencia a Carlos Romero Deschamps) lo trae atorado, pero no puede con él que ya está oficialmente retirado y su gestión fue una de las más productivas” para la organización.

De Ricardo Aldana poco se sabe.

Ellos no tienen ninguna noticia de que se vayan a realizar elecciones pronto y de que se vayan a hacer con votos electrónicos, si el presidente tiene ese deseo, nos explican, que lo aplique en su partido, en su grupo.

“Nadie quiere que nos vengan a organizar nadie nada aquí, nada. El método que se tiene, el que hemos usado siempre es el que se va a usar y ya. Si no le gusta pues será su problema, no tiene porque meterse a organizar nada en una casa que no es la suya”, nos dicen entre enojado y sonriente la fuente sindical.

El sindicato petrolero perdió mucha fuerza, pero sigue como el más grande dentro de Pemex con al menos 80 mil afiliados, aunque ellos presumen de 100 mil, hay otra organización sindical reconocida por los trabajadores que no son de base que son menos de 3 mil y el resto son funcionarios, directivos y otra clase de trabajadores que no tiene representación.

La realidad es que si el presidente trae pleito con Carlos Romero Deschamps necesita algo más que lo mostrado hasta ahora, en el sindicato están confiados en que el líder tiene casi todo resuelto y el grupo político que hoy dirige a la organización se va a quedar a cargo los siguientes años.

La realidad, más allá de los buenos y malos deseos presidenciales, es que las cosas entre AMLO y el sindicato petrolero -y sus bases- no están nada bien. Como pendientes legales se tiene la negociación y firma del Contrato colectivo de Trabajo -mientras no se haga sigue vigente el anterior-, la elección de la dirigencia y la mala relación que se tiene con las secciones sindicales del STPRM que han visto reducida su calidad de sindicato.

Lo cierto es que los líderes petroleros, todos, son parte del grupo político de Romero Deschamps y su argumento, impecable, contra los métodos propuestos desde Palacio Nacional es que es que ellos, en sus estatutos, tienen definidos y autorizados los métodos de elección y, en un momento dado, pues tienen la posibilidad de mantenerse como están las cosas y si no quieres respetar la autonomía sindical, si quieren forzar las cosas, bueno, siempre existe la posibilidad de una huelga y eso es bien sabido por el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza.

¿La 4T quiere una huelga en defensa de la autonomía sindical en Pemex? Se me hace que no y que le van a bajar dos rayitas a sus comentarios, propuestas, ocurrencias o ideas.


Aquí puedes escuchar el podcast de nuestro columnista⬇️

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El estado de salud del líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Manuel Limón Hernández, es delicada y de pronóstico reservado, según nos cuentan tuvo, o tiene, Covid 19 y se ha mantenido bajo resguardo. Hasta ahora, el líder moral, Carlos Romero Deschamps, se mantiene a bordo tomando las decisiones que más le convienen al gremio, nos confía una fuente del sindicato.

Pero esto va más allá. No tienen prisa por hacer cambios en la dirigencia sindical, en convocarla y en esperar que se definan los candidatos. Los recursos que se manejan dentro de la organización son privados y no hay manera de que sean causa, motivo o razón para una disputa con la 4T.

“La realidad es que el presidente no puede hacer nada contra el líder (en referencia a Carlos Romero Deschamps) lo trae atorado, pero no puede con él que ya está oficialmente retirado y su gestión fue una de las más productivas” para la organización.

De Ricardo Aldana poco se sabe.

Ellos no tienen ninguna noticia de que se vayan a realizar elecciones pronto y de que se vayan a hacer con votos electrónicos, si el presidente tiene ese deseo, nos explican, que lo aplique en su partido, en su grupo.

“Nadie quiere que nos vengan a organizar nadie nada aquí, nada. El método que se tiene, el que hemos usado siempre es el que se va a usar y ya. Si no le gusta pues será su problema, no tiene porque meterse a organizar nada en una casa que no es la suya”, nos dicen entre enojado y sonriente la fuente sindical.

El sindicato petrolero perdió mucha fuerza, pero sigue como el más grande dentro de Pemex con al menos 80 mil afiliados, aunque ellos presumen de 100 mil, hay otra organización sindical reconocida por los trabajadores que no son de base que son menos de 3 mil y el resto son funcionarios, directivos y otra clase de trabajadores que no tiene representación.

La realidad es que si el presidente trae pleito con Carlos Romero Deschamps necesita algo más que lo mostrado hasta ahora, en el sindicato están confiados en que el líder tiene casi todo resuelto y el grupo político que hoy dirige a la organización se va a quedar a cargo los siguientes años.

La realidad, más allá de los buenos y malos deseos presidenciales, es que las cosas entre AMLO y el sindicato petrolero -y sus bases- no están nada bien. Como pendientes legales se tiene la negociación y firma del Contrato colectivo de Trabajo -mientras no se haga sigue vigente el anterior-, la elección de la dirigencia y la mala relación que se tiene con las secciones sindicales del STPRM que han visto reducida su calidad de sindicato.

Lo cierto es que los líderes petroleros, todos, son parte del grupo político de Romero Deschamps y su argumento, impecable, contra los métodos propuestos desde Palacio Nacional es que es que ellos, en sus estatutos, tienen definidos y autorizados los métodos de elección y, en un momento dado, pues tienen la posibilidad de mantenerse como están las cosas y si no quieres respetar la autonomía sindical, si quieren forzar las cosas, bueno, siempre existe la posibilidad de una huelga y eso es bien sabido por el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza.

¿La 4T quiere una huelga en defensa de la autonomía sindical en Pemex? Se me hace que no y que le van a bajar dos rayitas a sus comentarios, propuestas, ocurrencias o ideas.


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