/ miércoles 30 de marzo de 2022

Aguas Profundas | Contrarreforma eléctrica y revocación

Durante el Parlamento Abierto de la Reforma Eléctrica en la Cámara de Diputados la Comisión Federal de Electricidad aleccionó a todos y cada uno de los ponentes que buscan generar una narrativa a favor del cambio constitucional, el caso es que las instrucciones precisas de la dirección de la paraestatal de Manuel Bartlett.

La creación de un nuevo monopolio constitucional es el objetivo, el caso es que la discusión la perdieron, a pesar de sus manuales de intimidación y ahora van a usar los mismos argumentos para exponer su reforma en las calles, en reuniones con vecinos, para un nuevo propósito: convocar a la ciudadanía para que acudan, más allá del sentido en que vayan a votar, al ejercicio de revocación de mandato, con el cuento de que si no van y votan a favor del presidente el precio de la luz se va al cielo.

Un ejercicio que en enero parecía trámite se volvió vital y la 4T tiene instrucciones precisas de qué hacer. Los comités de propaganda de Morena buscan asustar con que si AMLO pierde, adiós subsidio y hola cortes de energía.

Usan el manual de Morena-CFE del Parlamento Abierto por la urgencia de llevar ciudadanos a las urnas: en la consulta contra el aeropuerto de Texcoco hubo poco más de 1.1 millones de votos, hoy, con el INE al mando, el cálculo más optimista de Morena es de que habrá 500 mil votos, por eso la urgencia.

El primer punto de manual de Morena-CFE a favor de su propuesta es que todos los argumentos deberían ser dirigidos a los ponentes adversarios, más allá del rigor técnico o de los datos duros, la descalificación debería ser el punto de inicio. Los llamaron cabilderos, lobbystas, empleados de las empresas eléctricas, promotores de intereses extranjeros y antimexicanos, en las instrucciones se les pidió que, de ser necesario, los llamaran traidores a la patria.

El manual también traía la necesidad de generar una narrativa en la que los costos de las empresas estaban siendo subsidiados por la CFE, pero sin explicar los mecanismos. Las palabras clave: transferencias, subsidios a empresas y falsos costos de producción.

En ese sentido, el equipo de Manuel Bartlett con el consentimiento directo del presidente Andrés Manuel López Obrador utilizó tanto el término de “transferencias ilegales” como el de “operación ilegal” de la IP que trabajaban al 100% para CFE como productores independientes o que funcionaban como autoabasto. La recomendación era no meterse a los números; la discusión, les dijeron, se tenía que ganar en la narrativa.

CFE definió que la electricidad es un derecho básico, como salud o educación, y ellos son como el IMSS, ISSSTE o incluso la SEP.

Uno muy importante era hablar sobre las consecuencias para la CFE que se convertía, con el cambio legal, en un garante confiable. Acá hubo algo en la estrategia que se uso de manera soterrada, la amenaza de expropiación de los bienes de las empresas eléctricas que podrían tener más del 90% de la capacidad de generación el mediano plazo.

Buzos:

1.-Protexa, nos dicen, está a punto de convertirse en la empresa más importante del sector petrolero, al menos es a los únicos que les pagan a tiempo.

2.-Con camisa de CFE, en primer plano, Miguel Reyes, director de CFE Energía, empresa pública del Estado, fue a un evento partidista del diputado Ignacio Mier.

Durante el Parlamento Abierto de la Reforma Eléctrica en la Cámara de Diputados la Comisión Federal de Electricidad aleccionó a todos y cada uno de los ponentes que buscan generar una narrativa a favor del cambio constitucional, el caso es que las instrucciones precisas de la dirección de la paraestatal de Manuel Bartlett.

La creación de un nuevo monopolio constitucional es el objetivo, el caso es que la discusión la perdieron, a pesar de sus manuales de intimidación y ahora van a usar los mismos argumentos para exponer su reforma en las calles, en reuniones con vecinos, para un nuevo propósito: convocar a la ciudadanía para que acudan, más allá del sentido en que vayan a votar, al ejercicio de revocación de mandato, con el cuento de que si no van y votan a favor del presidente el precio de la luz se va al cielo.

Un ejercicio que en enero parecía trámite se volvió vital y la 4T tiene instrucciones precisas de qué hacer. Los comités de propaganda de Morena buscan asustar con que si AMLO pierde, adiós subsidio y hola cortes de energía.

Usan el manual de Morena-CFE del Parlamento Abierto por la urgencia de llevar ciudadanos a las urnas: en la consulta contra el aeropuerto de Texcoco hubo poco más de 1.1 millones de votos, hoy, con el INE al mando, el cálculo más optimista de Morena es de que habrá 500 mil votos, por eso la urgencia.

El primer punto de manual de Morena-CFE a favor de su propuesta es que todos los argumentos deberían ser dirigidos a los ponentes adversarios, más allá del rigor técnico o de los datos duros, la descalificación debería ser el punto de inicio. Los llamaron cabilderos, lobbystas, empleados de las empresas eléctricas, promotores de intereses extranjeros y antimexicanos, en las instrucciones se les pidió que, de ser necesario, los llamaran traidores a la patria.

El manual también traía la necesidad de generar una narrativa en la que los costos de las empresas estaban siendo subsidiados por la CFE, pero sin explicar los mecanismos. Las palabras clave: transferencias, subsidios a empresas y falsos costos de producción.

En ese sentido, el equipo de Manuel Bartlett con el consentimiento directo del presidente Andrés Manuel López Obrador utilizó tanto el término de “transferencias ilegales” como el de “operación ilegal” de la IP que trabajaban al 100% para CFE como productores independientes o que funcionaban como autoabasto. La recomendación era no meterse a los números; la discusión, les dijeron, se tenía que ganar en la narrativa.

CFE definió que la electricidad es un derecho básico, como salud o educación, y ellos son como el IMSS, ISSSTE o incluso la SEP.

Uno muy importante era hablar sobre las consecuencias para la CFE que se convertía, con el cambio legal, en un garante confiable. Acá hubo algo en la estrategia que se uso de manera soterrada, la amenaza de expropiación de los bienes de las empresas eléctricas que podrían tener más del 90% de la capacidad de generación el mediano plazo.

Buzos:

1.-Protexa, nos dicen, está a punto de convertirse en la empresa más importante del sector petrolero, al menos es a los únicos que les pagan a tiempo.

2.-Con camisa de CFE, en primer plano, Miguel Reyes, director de CFE Energía, empresa pública del Estado, fue a un evento partidista del diputado Ignacio Mier.