/ miércoles 18 de agosto de 2021

Aguas Profundas | El dilema de Tatiana Clouthier

La visita que hizo la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, a Estados Unidos no fue nada fácil. Hubo tres temas ríspidos: automotriz con el tema laboral y de integración; agricultura y subsidios; y energía, por todo lo que hace el gobierno contra la apertura en petróleo y electricidad.

Lo que nos dicen es que a los estadounidenses lo que más les molesta y por lo que más pelean es por el tema de la energía, la política del gobierno, las fallas sistémicas, la regulación desigual en la importación de petrolíferos y la participación de los privados.

El caso es que como no se resuelve el asunto energético la instrucción en el gobierno de Biden es apretar en todo lo demás, se lo hicieron notar a la secretaria Clouthier y se supone lo entendió y transmitió al presidente López Obrador.

Lo que nos dicen los analistas que conocen el tema de primera mano antes, durante y después de la visita es que las presiones comerciales podrían desaparecer (hacerse a un lado o de la vista gorda) si la 4T rectifica en los términos pactados en el T-MEC renegociado apenas iniciada la administración.

Nos explican que la titular de la Secretaría de Economía mantuvo la posición oficial: revisionismo de contratos y permisos, soberanía energética a partir de Pemex y CFE -nunca mencionó que son empresas productivas- e inversión pública, básicamente la refinería de Dos Bocas.

Un poco lo que se esperaba, tras la visita, es que después de traer estos datos a México y traducirlos al presidente se pudiera tener un programa que respetara, de entrada, el T-MEC y avanzar donde hay problemas, frenar el bloqueo a las empresas, ya sea desde la CRE o de la propia Secretaría de Energía, y que Pemex y CFE asumieran las regulaciones vigentes.

Una cosa debería de haber quedado clara a la secretaria Clouthier tras su visita: la administración Biden utilizará los recursos disponibles en el T-MEC para proteger las inversiones que no le gustan al presidente López Obrador.

Ojo, este gobierno tiene demasiados hilos sueltos y dependen mucho de la economía de Estados Unidos, cosa de revisar las remesas.


Buzos

1.-El desastre de Gas Bienestar pone en aprietos a Pemex que no cuenta, ni de broma, con experiencia e infraestructura para mover Gas LP. Esta actividad la abandonó hace 50 años y hoy ni la marca tienen aún. Sabemos que fue solicitada dos horas después del anuncio en la mañanera y que los abogados de Pemex fueron a meter los papeles para registrarla, pero ni el director de Pemex, Octavio Romero, sabía de qué se trataba.


2.- En septiembre de 2017 renunció el entonces tesorero municipal de Oaxaca, Jorge Carbonell Caballero, para aclarar una presunta malversación de fondos de cuando fue subsecretario de Egresos de la Secretaría de Finanzas del estado, en el gobierno de Gabino Cué. Su salida ocurrió después de que el 19 de septiembre de ese año detuvieron a los ex secretarios de Finanzas Enrique Arnaud y Gerardo Cajiga. El caso es que, desde el 16 de agosto, ahora Carbonell Caballero es el nuevo director general de Administración del Centro Nacional de Información de Hidrocarburos, la entidad responsable de la información obtenida por las petroleras, es decir, de la caja fuerte donde están los secretos de las empresas en el país y eso incluye, por supuesto, a Pemex.

La visita que hizo la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, a Estados Unidos no fue nada fácil. Hubo tres temas ríspidos: automotriz con el tema laboral y de integración; agricultura y subsidios; y energía, por todo lo que hace el gobierno contra la apertura en petróleo y electricidad.

Lo que nos dicen es que a los estadounidenses lo que más les molesta y por lo que más pelean es por el tema de la energía, la política del gobierno, las fallas sistémicas, la regulación desigual en la importación de petrolíferos y la participación de los privados.

El caso es que como no se resuelve el asunto energético la instrucción en el gobierno de Biden es apretar en todo lo demás, se lo hicieron notar a la secretaria Clouthier y se supone lo entendió y transmitió al presidente López Obrador.

Lo que nos dicen los analistas que conocen el tema de primera mano antes, durante y después de la visita es que las presiones comerciales podrían desaparecer (hacerse a un lado o de la vista gorda) si la 4T rectifica en los términos pactados en el T-MEC renegociado apenas iniciada la administración.

Nos explican que la titular de la Secretaría de Economía mantuvo la posición oficial: revisionismo de contratos y permisos, soberanía energética a partir de Pemex y CFE -nunca mencionó que son empresas productivas- e inversión pública, básicamente la refinería de Dos Bocas.

Un poco lo que se esperaba, tras la visita, es que después de traer estos datos a México y traducirlos al presidente se pudiera tener un programa que respetara, de entrada, el T-MEC y avanzar donde hay problemas, frenar el bloqueo a las empresas, ya sea desde la CRE o de la propia Secretaría de Energía, y que Pemex y CFE asumieran las regulaciones vigentes.

Una cosa debería de haber quedado clara a la secretaria Clouthier tras su visita: la administración Biden utilizará los recursos disponibles en el T-MEC para proteger las inversiones que no le gustan al presidente López Obrador.

Ojo, este gobierno tiene demasiados hilos sueltos y dependen mucho de la economía de Estados Unidos, cosa de revisar las remesas.


Buzos

1.-El desastre de Gas Bienestar pone en aprietos a Pemex que no cuenta, ni de broma, con experiencia e infraestructura para mover Gas LP. Esta actividad la abandonó hace 50 años y hoy ni la marca tienen aún. Sabemos que fue solicitada dos horas después del anuncio en la mañanera y que los abogados de Pemex fueron a meter los papeles para registrarla, pero ni el director de Pemex, Octavio Romero, sabía de qué se trataba.


2.- En septiembre de 2017 renunció el entonces tesorero municipal de Oaxaca, Jorge Carbonell Caballero, para aclarar una presunta malversación de fondos de cuando fue subsecretario de Egresos de la Secretaría de Finanzas del estado, en el gobierno de Gabino Cué. Su salida ocurrió después de que el 19 de septiembre de ese año detuvieron a los ex secretarios de Finanzas Enrique Arnaud y Gerardo Cajiga. El caso es que, desde el 16 de agosto, ahora Carbonell Caballero es el nuevo director general de Administración del Centro Nacional de Información de Hidrocarburos, la entidad responsable de la información obtenida por las petroleras, es decir, de la caja fuerte donde están los secretos de las empresas en el país y eso incluye, por supuesto, a Pemex.