/ martes 30 de noviembre de 2021

Autonomía del Banco de México en 2021 y los nombramientos.

El Banco de México lleva 25 años de autonomía, transparencia y confianza.

Luego que el presidente anunció que propondrá a Victoria Rodríguez, subsecretaria de Hacienda, para encabezar el Banco de México (Banxico), el peso se deprecio y el dólar tuvo un aumento. Al menudeo, el billete verde se vendió arriba de los 22 pesos en las ventanillas de los bancos, con lo que se ubicó en el nivel más alto en lo que va del año y desde octubre del 2020.

El presidente de México reveló que nominaría a Rodríguez Ceja para ser la primera mujer gobernadora del Banco de México. El presidente hizo este anuncio tras la polémica de que había retirado desde agosto la candidatura de Arturo Herrera, exsecretario de Hacienda de López Obrador, que estaba nominado desde junio. “En efecto, no va a ser propuesto Arturo Herrera para el Banco de México, voy a enviar en esta semana la propuesta de Victoria Rodríguez”, declaró el mandatario en conferencia de prensa.

El 1 de abril de 1994, entró en vigor la reforma al artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mediante la cual se otorgó autonomía al Banco de México y el mandato prioritario de mantener el poder adquisitivo de la moneda nacional.

En México, la creación de un banco central que dotara de moneda a la economía nacional y que en esa función procurara la estabilidad de su poder adquisitivo constituye una añeja aspiración. Desde la Constitución de 1917 se establecía que, para terminar con la pluralidad y los problemas asociados a las emisiones privadas, era necesaria la emisión de moneda nacional como una función exclusiva del Estado, que se delegaría en un banco central.

La reforma de 1993 al Artículo 28 de la Constitución concedió al Banco de México plena autonomía y le asignó el objetivo principal de combatir la inflación señalando que “El Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración. Su objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, fortaleciendo con ello la rectoría del desarrollo nacional que corresponde al Estado. Ninguna autoridad podrá ordenar al banco conceder financiamiento.” (DOF, 1993).

La autonomía de gestión del Banco que contempla la Ley se sustenta en la conformación de un órgano colegiado para la toma de decisiones, la Junta de Gobierno, integrada por cinco miembros que tienen las condiciones para actuar con total independencia.

La autonomía del Banco de México es un diseño institucional que ha funcionado debido a que la inflación ha descendido de los niveles de dos, y hasta tres dígitos que llegó a alcanzar, a niveles de un digito cada vez más cercanos a la meta permanente.

Según Banco de México, la autonomía en la conducción de la política monetaria no sólo ha propiciado una menor persistencia de la inflación, sino un anclaje de las expectativas de mediano y largo plazo en niveles próximos a la meta, y un menor traspaso a la inflación de las modificaciones de precios relativos, en especial de las fluctuaciones cambiarias. La evolución histórica del Banco de México reafirma la importancia que tiene la autonomía para que la institución logre eficazmente su mandato prioritario de contar con una inflación baja y estable.

El Banco de México lleva 25 años de autonomía, transparencia y confianza.

Luego que el presidente anunció que propondrá a Victoria Rodríguez, subsecretaria de Hacienda, para encabezar el Banco de México (Banxico), el peso se deprecio y el dólar tuvo un aumento. Al menudeo, el billete verde se vendió arriba de los 22 pesos en las ventanillas de los bancos, con lo que se ubicó en el nivel más alto en lo que va del año y desde octubre del 2020.

El presidente de México reveló que nominaría a Rodríguez Ceja para ser la primera mujer gobernadora del Banco de México. El presidente hizo este anuncio tras la polémica de que había retirado desde agosto la candidatura de Arturo Herrera, exsecretario de Hacienda de López Obrador, que estaba nominado desde junio. “En efecto, no va a ser propuesto Arturo Herrera para el Banco de México, voy a enviar en esta semana la propuesta de Victoria Rodríguez”, declaró el mandatario en conferencia de prensa.

El 1 de abril de 1994, entró en vigor la reforma al artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mediante la cual se otorgó autonomía al Banco de México y el mandato prioritario de mantener el poder adquisitivo de la moneda nacional.

En México, la creación de un banco central que dotara de moneda a la economía nacional y que en esa función procurara la estabilidad de su poder adquisitivo constituye una añeja aspiración. Desde la Constitución de 1917 se establecía que, para terminar con la pluralidad y los problemas asociados a las emisiones privadas, era necesaria la emisión de moneda nacional como una función exclusiva del Estado, que se delegaría en un banco central.

La reforma de 1993 al Artículo 28 de la Constitución concedió al Banco de México plena autonomía y le asignó el objetivo principal de combatir la inflación señalando que “El Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración. Su objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, fortaleciendo con ello la rectoría del desarrollo nacional que corresponde al Estado. Ninguna autoridad podrá ordenar al banco conceder financiamiento.” (DOF, 1993).

La autonomía de gestión del Banco que contempla la Ley se sustenta en la conformación de un órgano colegiado para la toma de decisiones, la Junta de Gobierno, integrada por cinco miembros que tienen las condiciones para actuar con total independencia.

La autonomía del Banco de México es un diseño institucional que ha funcionado debido a que la inflación ha descendido de los niveles de dos, y hasta tres dígitos que llegó a alcanzar, a niveles de un digito cada vez más cercanos a la meta permanente.

Según Banco de México, la autonomía en la conducción de la política monetaria no sólo ha propiciado una menor persistencia de la inflación, sino un anclaje de las expectativas de mediano y largo plazo en niveles próximos a la meta, y un menor traspaso a la inflación de las modificaciones de precios relativos, en especial de las fluctuaciones cambiarias. La evolución histórica del Banco de México reafirma la importancia que tiene la autonomía para que la institución logre eficazmente su mandato prioritario de contar con una inflación baja y estable.