Se debe normalizar el flujo comercial transfronterizo entre México y los Estados Unidos.
Se estima una pérdida de por lo menos 8 mdd al día por el freno comercial de Texas a México.
Las revisiones de Texas podrían ocasionar un colapso en el comercio internacional transfronterizo del lado este de la frontera México Estados Unidos.
El comercio en la frontera de Texas con México está paralizado por las inspecciones de seguridad.
El comercio en la frontera Texas - México presenta retrasos por inspecciones de seguridad impuestas por el gobierno en los puertos fronterizos. El endurecimiento de inspecciones por parte del Gobierno de Texas al transporte de carga proveniente de México ha dejado pérdidas para las empresas estimadas en por lo menos en 8 millones de dólares diarios.
Los retrasos en el flujo comercial transfronterizo, que pueden durar más de un día para cruzar a Estados Unidos, afectan principalmente a la industria maquiladora, automotriz, de tecnología y perecederos. El endurecimiento de estas inspecciones está impactando gravemente en la industria, las cadenas logísticas y el movimiento de productos frescos de México a Estados Unidos.
Las empresas afiliadas al Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación ya habían reconocido pérdidas acumuladas por más de 40 millones de dólares en los primeros días del freno comercial. Los transportistas de carga y productores agropecuarios hicieron un llamado al Gobernador de Texas, Gregory Abbott, a aliviar el endurecimiento de inspecciones en la frontera. Se estima que el Puente Pharr despachaba hasta 3 mil camiones por día, pero ahora se redujo el despacho a entre 500 y 700 camiones cotidianamente.
Uno de los aspectos más delicados es la condición inhumana en las que se encuentran los operadores, quienes deben esperar hasta 30 horas para cruzar la frontera, sin alimento ni bebida, a 40ºC de temperatura y sin posibilidad de descanso ni aseo personal.
El análisis nos indica que el endurecimiento en las inspecciones de seguridad está impactando gravemente a la industria, a las cadenas logísticas y al movimiento de productos frescos de México a los Estados Unidos, además de generar impactos económicos y sobrecostos operativos en la región con pérdidas de hasta 8 millones de dólares diarios, lo que repercute directamente en los consumidores, así como en la productividad y competitividad de la región de América del Norte.
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