/ martes 24 de marzo de 2020

COVID-19: La gestión del acuerdo de los cruces no esenciales Mexico-EU

La reciente decisión binacional de cierre parcial de la frontera más transitada del Mundo, tiene sus ventajas y desventajas. Si bien la decisión se justifica para reducir posibles riesgos de contagio del Covid-19 por la gran cantidad de cruces fronterizos - cerca de 500 mil en toda la frontera -y considerando que en el estado de California existe un toque de queda desde hace una semana.

Uno de los problemas del acuerdo es que no se especificaron protocolos sanitarios para monitorear el cruce fronterizo procedente de Estados Unidos hacia México. El impacto de esta limitación se podría apreciar en las próximas dos semanas cuando existan las condiciones para una mayor transmisión del COVID 19. Es de destacar que según la OMS en tan solo cuatro días se expandieron los contagios a una tercera parte de la población a nivel mundial. Este es riesgo latente para esta comunidad fronteriza. Actualmente, las ciudades fronterizas del norte de México presentan los índices más bajos de incidencia -14 casos en BC - y de muerte por el COVID 19, no obstante el contexto social y geográfico de alto riesgo. Y el hecho de que Estados Unidos se considera el tercer país de mayor riesgo mundial con cerca de 49 mil contagios y 600 muertos. En el estado de California se han identificado cerca de 1800 personas contagiadas y 35 muertes, con una población estimada de 40 millones de personas.

Las acciones internacionales para controlar el Covid-19 se han caracterizado desde cierre de las fronteras, que en algunos casos no han sido las mejores opciones para reducir los riesgos. Los casos graves de España e Italia con un promedio de 500 muertes por día en los dos últimos días, reflejan la ineficacia gubernamental de no haber adoptado previamente medidas preventivas efectivas. La India acaba de establecer un confinamiento de 21 días para 1300 millones de personas. Un poco tardía la medida, que refleja la inacción gubernamental ante la complejidad del problema.

China por su parte pretende regresar a la normalidad con acciones preventivas, luego que cerca de 100 millones de habitantes estuvieron en situación de riesgo. El caso chino refleja un ejemplo de eficacia gubernamental en un contexto de crisis, a través de acciones de excesivo control, uso eficaz de tecnología, excesiva aplicación de la normatividad y la disciplina sociocultural de la población.

Esta experiencia debe ser considerada por México y en especial en las ciudades fronterizas mexicanas, adoptando también las mejores prácticas preventivas de Estados Unidos, desde cierre de playas, distanciamientos sociales y confinamientos con acciones preventivas y el uso de tecnologías para fortalecer la prevención sanitaria y en general, el intercambio de mejores prácticas, que reduzcan los riesgos de contagio y con ello disminuir la vulnerabilidad. El hecho de que los aeropuertos en México aún no hayan cerrado, es una medida con riesgos latentes, en especial, por la movilidad humana y los débiles protocolos sanitarios.

Los impactos socioeconómicos del cierre de la frontera con Estados Unidos serán evidentes. Sobre todo que cerca del 70 % de los residentes mexicanos fronterizos con visa - cerca de 6. 5 millones de habitantes- no podrán cruzar hacia Estados Unidos como habitualmente lo hacían para compras, turismo y negocios. Y en sentido contrario, los turistas de origen mexicano y estadounidense que solían venir a las ciudades fronterizas mexicanas y en particular en la época vacacional que se avecina. En Estados Unidos el gobierno evalúa un programa de contingencia económica y sanitaria por cerca de 2 trillones de dólares. En México existen reservas políticas para conceder tales apoyos, cuando la coyuntura implica la implementación de políticas de Estado.

En suma, sigue aumentando la incertidumbre global y transfronteriza y ha llegado el momento de que los gobiernos y los ciudadanos asuman una mayor responsabilidad en las tareas preventivas en la toma de decisiones para evitar una mayor propagación.

La reciente decisión binacional de cierre parcial de la frontera más transitada del Mundo, tiene sus ventajas y desventajas. Si bien la decisión se justifica para reducir posibles riesgos de contagio del Covid-19 por la gran cantidad de cruces fronterizos - cerca de 500 mil en toda la frontera -y considerando que en el estado de California existe un toque de queda desde hace una semana.

Uno de los problemas del acuerdo es que no se especificaron protocolos sanitarios para monitorear el cruce fronterizo procedente de Estados Unidos hacia México. El impacto de esta limitación se podría apreciar en las próximas dos semanas cuando existan las condiciones para una mayor transmisión del COVID 19. Es de destacar que según la OMS en tan solo cuatro días se expandieron los contagios a una tercera parte de la población a nivel mundial. Este es riesgo latente para esta comunidad fronteriza. Actualmente, las ciudades fronterizas del norte de México presentan los índices más bajos de incidencia -14 casos en BC - y de muerte por el COVID 19, no obstante el contexto social y geográfico de alto riesgo. Y el hecho de que Estados Unidos se considera el tercer país de mayor riesgo mundial con cerca de 49 mil contagios y 600 muertos. En el estado de California se han identificado cerca de 1800 personas contagiadas y 35 muertes, con una población estimada de 40 millones de personas.

Las acciones internacionales para controlar el Covid-19 se han caracterizado desde cierre de las fronteras, que en algunos casos no han sido las mejores opciones para reducir los riesgos. Los casos graves de España e Italia con un promedio de 500 muertes por día en los dos últimos días, reflejan la ineficacia gubernamental de no haber adoptado previamente medidas preventivas efectivas. La India acaba de establecer un confinamiento de 21 días para 1300 millones de personas. Un poco tardía la medida, que refleja la inacción gubernamental ante la complejidad del problema.

China por su parte pretende regresar a la normalidad con acciones preventivas, luego que cerca de 100 millones de habitantes estuvieron en situación de riesgo. El caso chino refleja un ejemplo de eficacia gubernamental en un contexto de crisis, a través de acciones de excesivo control, uso eficaz de tecnología, excesiva aplicación de la normatividad y la disciplina sociocultural de la población.

Esta experiencia debe ser considerada por México y en especial en las ciudades fronterizas mexicanas, adoptando también las mejores prácticas preventivas de Estados Unidos, desde cierre de playas, distanciamientos sociales y confinamientos con acciones preventivas y el uso de tecnologías para fortalecer la prevención sanitaria y en general, el intercambio de mejores prácticas, que reduzcan los riesgos de contagio y con ello disminuir la vulnerabilidad. El hecho de que los aeropuertos en México aún no hayan cerrado, es una medida con riesgos latentes, en especial, por la movilidad humana y los débiles protocolos sanitarios.

Los impactos socioeconómicos del cierre de la frontera con Estados Unidos serán evidentes. Sobre todo que cerca del 70 % de los residentes mexicanos fronterizos con visa - cerca de 6. 5 millones de habitantes- no podrán cruzar hacia Estados Unidos como habitualmente lo hacían para compras, turismo y negocios. Y en sentido contrario, los turistas de origen mexicano y estadounidense que solían venir a las ciudades fronterizas mexicanas y en particular en la época vacacional que se avecina. En Estados Unidos el gobierno evalúa un programa de contingencia económica y sanitaria por cerca de 2 trillones de dólares. En México existen reservas políticas para conceder tales apoyos, cuando la coyuntura implica la implementación de políticas de Estado.

En suma, sigue aumentando la incertidumbre global y transfronteriza y ha llegado el momento de que los gobiernos y los ciudadanos asuman una mayor responsabilidad en las tareas preventivas en la toma de decisiones para evitar una mayor propagación.