La gobernadora gobierna con la Ley, pero la “Ley de Herodes”. Ella misma y sus funcionarios de movilidad iniciaron un conflicto innecesario, si se hubiera hecho todo bien desde el principio, apegado al derecho y la justicia, todos lo aplaudiríamos. Disminuir la presión de tanto taxi de ruta en el bulevar Agua Caliente-Díaz Ordaz. Aunque el problema realmente, existe en toda la ciudad. La abundancia de camionetas-taxis de ruta, fue creado por corrupción y falta de planeación de autoridades y existe y subsiste, desde hace más de treinta años. Lo primero que debieron hacer los “genios” de “movilidad”, es reunirse con los grupos afectados y presentar un proyecto a mediano y largo plazo, para despresurizar al bulevar, elaborado por quienes sí saben de estos asuntos. Al mismo tiempo, invitándoles a participar en la regularización, incluso en la inversión financiera, para modificar el tipo de unidades. En este primer paso deberían participar todos los involucrados. Pero no. Obtusamente, como si tuvieran planeado algo siniestro, un negocio sucio, empezaron por el final. Quitar a los concesionarios que iniciaron la ruta hace 60 años, sin tomarlos en cuenta, “quien es primero en tiempo, es primero en derecho”, principio elemental. Entraron en convenio con una empresa privada y nunca dijeron la verdad a los choferes. Ante la indignación, gastaron tiempo y dinero en una campaña sucia contra ellos, tratando de engañar a la población. Los choferes, varias veces se manifestaron pacíficamente, buscando ser tomados en cuenta. Las cosas llegaron hasta el día de la manifestación de la “Cinco y Diez”. Entonces, el gobierno, en lugar de dialogar, impuso la “Ley de Herodes”: o aceptas mi propuesta o te j… Ese día el gobierno, tenía evidentemente preparada la violencia. El director de movilidad aparentó el diálogo con la misma propuesta: el sometimiento. Se retira y de pronto aparece un grupo de encapuchados, evidentemente utilizados por el gobierno, como en otros casos; para, lanzando piedras a la policía, provocar la acción represiva: la golpiza, la detención de 14 choferes y un transeúnte que pasaba por ahí. Ninguno de los encapuchados que lanzaron piedras fueron detenidos, ¿no es sospechoso? Además, los choferes prácticamente secuestrados, incomunicados, golpeados y sin permitir a sus familiares entrevistarlos, violando la Constitución. Una juez (que no jueza, pues no hay juezos) los declara “delincuentes peligrosos” para la sociedad. Lo dicho: el gobierno, aplicó la “Ley de Herodes”.
Envío: ¿Dónde está la Comisión de Derechos Humanos?
(El autor es Cronista de la ciudad y catedrático del CUT)
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