Hace algunos ayeres tuve la oportunidad de escribir sobre los Clippers de Los Ángeles y un posible regreso a San Diego, igual que en esta nueva oportunidad que me brinda la máxima casa editorial en el país.
Era más una ilusión de varios amantes del baloncesto de la región y de inversionistas que buscaban “momentum” para construir algo, que un posible movimiento tangible y alcanzable.
Eso fue cuando los Clippers eran más malos que la leche con sandía, por allá del 2009.
Es verdad, fueron malos mucho, pero mucho tiempo y después se convirtieron en un equipo competitivo.
Hoy las cosas son diferentes, muy diferentes.
El otro equipo angelino (porque, seamos sinceros, pase lo que pase el equipo de esa ciudad seguirá siendo Lakers) ha realizado movimientos de arriba para abajo en su organización en los últimos años y las cosas han salido bien, solamente falta el campeonato.
Hace unos ayeres, la concepción de la idea de un retorno a San Diego se basaba en que, por la falta de apoyo al norte del freeway 5, con sus múltiples conexiones para llegar al Staples Center, no recibían la atención merecida.
Ahora surge un movimiento que al menos tiene a la gente hablando.
Desde octubre del año anterior, aquí mismo hablamos de que el espacio de tierra en donde se encuentra el tradicional y famoso Sports Arena de San Diego, está a la venta.
Desde entonces ha habido varios postores y, bajo las condiciones de construir viviendas asequibles, un centro comercial y una nueva arena, restan tres grupos que se disputan el hacerse del lugar con sus ofertas para la ciudad.
Uno de los grupos inversionistas ha recibido el apoyo del equipo que maneja justamente los proyectos de los Clippers, proponiendo una arena para 15 mil espectadores pensando en el hockey de los Gulls de San Diego, el futbol de arena de los Sockers y hasta el futbol americano de sala y el lacrosse.
Pero no podemos dejar de lado la posibilidad de baloncesto, ¿no creen?
Si están los Clippers involucrados de alguna manera, es imposible no ligarlo a un real escenario en el que por lo menos un equipo de liga de desarrollo milite en la ciudad más fina de América, ¿no?
También hay que ser realista, el nuevo Sports Arena tendría una capacidad muy reducida pensando en atraer a un público que solamente se quedó con un equipo de un deporte mayor, como lo son los Padres de San Diego en las Grandes Ligas.
La arena de los Pelicans de New Orleans tiene una capacidad para poco más de 16 mil personas, ¿sería descabellado pensar en tener un equipo de la Asociación con un recinto para solamente tener a 15 mil espectadores?
Al Staples le caben 20 mil personas, entonces si todavía no se construye, podría modificarse un proyecto para atraer más a los seguidores y a los funcionarios de la ciudad, ¿cómo ven?
En lo que son peras o son manzanas, esperemos a ver si de verdad el equipo de Clippers muestra interés en mudarse a San Diego nuevamente, mientras tanto nosotros fantaseamos con la idea de un nuevo lugar para el deporte, y el entretenimiento, pronto.
Bueno, como en 5 años.
