/ sábado 18 de diciembre de 2021

El Entendimiento Bicentenario 2022: ¿prioridad de Estados Unidos?

El pasado 14 de diciembre se formalizó el inicio de los proyectos operativos que integran el nuevo Entendimiento Bicentenario México-Estados Unidos, 2022-2024 con la creación del Grupo de Alto Nivel de Seguridad México – Estados Unidos. Con la formalización de este Grupo se pretende combatir la violencia, la impunidad, la corrupción, el homicidio doloso, el tráfico ilegal de armas, el trasiego de drogas de todo tipo, la trata de personas y el tráfico de migrantes; al igual que los crímenes cibernéticos y el lavado de dinero. Con el Entendimiento Bicentenario se reanudó la colaboración gubernamental mexicana con el gobierno del presidente Biden en materia de seguridad, luego de que la cooperación bilateral se vio limitada a raíz de las acusaciones y detención del General Salvador Cienfuegos ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en octubre de 2020, señalado de presuntos vínculos con el crimen organizado por parte de la DEA.

La diversidad de problemas que integran la agenda del Grupo de Alto Nivel de Seguridad refleja los enormes retos que implicará la viabilidad del Entendimiento, lo cual conlleva promover una eficaz gestión multinivel y multiactor en contextos institucionales y legales asimétricos. El Entendimiento Bicentenario sustituye a la Iniciativa Mérida (2008); cuyo programa logró ciertos beneficios como la formación profesional de funcionarios policiacos y de la SEMAR y SEDENA, donación de equipo y programas de prevención, pero que no logró reducir los problemas que el nuevo Entendimiento pretende atender.

El Grupo de Alto Nivel de Seguridad instalará cinco grupos de trabajo: definición de estrategias para reducir la violencia; prevenir los crímenes transfronterizos; persecución de las redes criminales; otro para cuestiones de defensa y marina; y por último se instala un Comité Binacional de Cooperación el cual promoverá la coordinación de la agenda del Grupo de Alto Nivel de Seguridad y en general del Entendimiento. El reto de estos grupos es su viabilidad con criterios de eficacia y orientado por actividades de investigación, inteligencia, prevención y procuración de justicia, bajo un modelo de gestión multinivel y multiactor.

Otra cuestión es si el gobierno estadounidense le concederá prioridad a todos los problemas de la agenda del Entendimiento o si mantendrá el interés por los principales actores delictivos – la detención de los hijos de Guzmán Loera - o si le concederá mayor atención a un enfoque de salud pública -reducción del consumo de drogas, como el fentanilo en sus diferentes variaciones - tal como se propone en las prioridades de la nueva política antidrogas diseñada por la Oficina Nacional de Política de Control de Drogas (ONDCP por sus siglas en inglés) dadas a conocer a principios de abril del 2021.

Otras iniciativas planteadas por la Oficina Nacional en el nuevo plan antidrogas (2021) de Estados Unidos son: Ampliar el acceso al tratamiento basado en evidencia; promover la equidad racial en la política de drogas; apoyar la prevención basados en la evidencia para reducir el consumo de sustancias entre los jóvenes; reducir la oferta de sustancias ilícitas; promover una política contra las adicciones, a través del acceso a los servicios de apoyo a la recuperación. Aquí se aprecia la relevancia para el gobierno del presidente Biden de una política de prevención vs una política policial (enforcement). El desafío es la viabilidad de tal cambio de enfoque, considerando que los temas de prevención no han sido una prioridad gubernamental estadounidense en sus diferentes programas antidrogas en los últimos cuarenta años.

El gobierno mexicano debe reiterar al gobierno estadounidense que asuma los compromisos propuestos por la ONDCP en materia de prevención y que se muestre la evidencia en la reducción efectiva del consumo de drogas en la sociedad estadounidense y un mayor control del tráfico de armas. Para tal efecto, el gobierno mexicano debe exigir una política de evaluación y monitoreo con un criterio de corresponsabilidad binacional e internacional.

En la nueva política del Entendimiento Bicentenario también el involucramiento de los gobiernos de los estados de la frontera norte y frontera sur estadounidense es fundamental, considerando que son áreas de trasiego de drogas y que por tanto en el lado fronterizo mexicano se cometen cerca del 55 % de los homicidios dolosos en el ámbito nacional. Igualmente es necesario reactivar la Conferencia de Gobernadores Fronterizos con la finalidad de dar seguimiento al Entendimiento Bicentenario y sus dimensiones estatales y locales, como a los acuerdos de la Cumbre de Líderes de América del Norte del pasado 18 de noviembre, entre los cuales se acordó combatir el crimen transnacional.

La viabilidad del Entendimiento Bicentenario dependerá de una eficaz gobernanza de políticas diversas que están asociadas, de una efectiva coordinación multinivel y de una mayor prioridad política del gobierno estadounidense del tema de seguridad, tal como sucede con la política migratoria. Aunque es evidente el mayor impacto político del tema migratorio en la coyuntura actual, a diferencia del tema del consumo de drogas y sus políticas afines.

A un año del inicio de la administración del presidente Biden la política estadounidense ha generado oportunidades y desafíos en materia de una nueva gestión migratoria, cambio climático, vacunación contra el COVID-19, reactivación de la economía y el programa de infraestructura, y se ha dejado a un segundo plano la agenda de seguridad con su nuevo enfoque de salud pública.

El pasado 14 de diciembre se formalizó el inicio de los proyectos operativos que integran el nuevo Entendimiento Bicentenario México-Estados Unidos, 2022-2024 con la creación del Grupo de Alto Nivel de Seguridad México – Estados Unidos. Con la formalización de este Grupo se pretende combatir la violencia, la impunidad, la corrupción, el homicidio doloso, el tráfico ilegal de armas, el trasiego de drogas de todo tipo, la trata de personas y el tráfico de migrantes; al igual que los crímenes cibernéticos y el lavado de dinero. Con el Entendimiento Bicentenario se reanudó la colaboración gubernamental mexicana con el gobierno del presidente Biden en materia de seguridad, luego de que la cooperación bilateral se vio limitada a raíz de las acusaciones y detención del General Salvador Cienfuegos ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en octubre de 2020, señalado de presuntos vínculos con el crimen organizado por parte de la DEA.

La diversidad de problemas que integran la agenda del Grupo de Alto Nivel de Seguridad refleja los enormes retos que implicará la viabilidad del Entendimiento, lo cual conlleva promover una eficaz gestión multinivel y multiactor en contextos institucionales y legales asimétricos. El Entendimiento Bicentenario sustituye a la Iniciativa Mérida (2008); cuyo programa logró ciertos beneficios como la formación profesional de funcionarios policiacos y de la SEMAR y SEDENA, donación de equipo y programas de prevención, pero que no logró reducir los problemas que el nuevo Entendimiento pretende atender.

El Grupo de Alto Nivel de Seguridad instalará cinco grupos de trabajo: definición de estrategias para reducir la violencia; prevenir los crímenes transfronterizos; persecución de las redes criminales; otro para cuestiones de defensa y marina; y por último se instala un Comité Binacional de Cooperación el cual promoverá la coordinación de la agenda del Grupo de Alto Nivel de Seguridad y en general del Entendimiento. El reto de estos grupos es su viabilidad con criterios de eficacia y orientado por actividades de investigación, inteligencia, prevención y procuración de justicia, bajo un modelo de gestión multinivel y multiactor.

Otra cuestión es si el gobierno estadounidense le concederá prioridad a todos los problemas de la agenda del Entendimiento o si mantendrá el interés por los principales actores delictivos – la detención de los hijos de Guzmán Loera - o si le concederá mayor atención a un enfoque de salud pública -reducción del consumo de drogas, como el fentanilo en sus diferentes variaciones - tal como se propone en las prioridades de la nueva política antidrogas diseñada por la Oficina Nacional de Política de Control de Drogas (ONDCP por sus siglas en inglés) dadas a conocer a principios de abril del 2021.

Otras iniciativas planteadas por la Oficina Nacional en el nuevo plan antidrogas (2021) de Estados Unidos son: Ampliar el acceso al tratamiento basado en evidencia; promover la equidad racial en la política de drogas; apoyar la prevención basados en la evidencia para reducir el consumo de sustancias entre los jóvenes; reducir la oferta de sustancias ilícitas; promover una política contra las adicciones, a través del acceso a los servicios de apoyo a la recuperación. Aquí se aprecia la relevancia para el gobierno del presidente Biden de una política de prevención vs una política policial (enforcement). El desafío es la viabilidad de tal cambio de enfoque, considerando que los temas de prevención no han sido una prioridad gubernamental estadounidense en sus diferentes programas antidrogas en los últimos cuarenta años.

El gobierno mexicano debe reiterar al gobierno estadounidense que asuma los compromisos propuestos por la ONDCP en materia de prevención y que se muestre la evidencia en la reducción efectiva del consumo de drogas en la sociedad estadounidense y un mayor control del tráfico de armas. Para tal efecto, el gobierno mexicano debe exigir una política de evaluación y monitoreo con un criterio de corresponsabilidad binacional e internacional.

En la nueva política del Entendimiento Bicentenario también el involucramiento de los gobiernos de los estados de la frontera norte y frontera sur estadounidense es fundamental, considerando que son áreas de trasiego de drogas y que por tanto en el lado fronterizo mexicano se cometen cerca del 55 % de los homicidios dolosos en el ámbito nacional. Igualmente es necesario reactivar la Conferencia de Gobernadores Fronterizos con la finalidad de dar seguimiento al Entendimiento Bicentenario y sus dimensiones estatales y locales, como a los acuerdos de la Cumbre de Líderes de América del Norte del pasado 18 de noviembre, entre los cuales se acordó combatir el crimen transnacional.

La viabilidad del Entendimiento Bicentenario dependerá de una eficaz gobernanza de políticas diversas que están asociadas, de una efectiva coordinación multinivel y de una mayor prioridad política del gobierno estadounidense del tema de seguridad, tal como sucede con la política migratoria. Aunque es evidente el mayor impacto político del tema migratorio en la coyuntura actual, a diferencia del tema del consumo de drogas y sus políticas afines.

A un año del inicio de la administración del presidente Biden la política estadounidense ha generado oportunidades y desafíos en materia de una nueva gestión migratoria, cambio climático, vacunación contra el COVID-19, reactivación de la economía y el programa de infraestructura, y se ha dejado a un segundo plano la agenda de seguridad con su nuevo enfoque de salud pública.