/ martes 23 de febrero de 2021

El Espectador | El Presidente frena en seco a David Colmenares

El que anduvo de gira por varias estaciones de radio, virtualmente, fue el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo, tratando de aclarar que no había reculado la noche del lunes ante la violenta respuesta del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a sus señalamientos.

“Se reconoce que existen inconsistencias en la cuantificación realizada en el marco de la auditoría, por lo cual su contenido está siendo objeto de una revisión exhaustiva, en particular en relación con la metodología utilizada para determinar el costo de cancelación del Proyecto del Aeropuerto de Texcoco”, escribió en un comunicado Agustín Caso Raphael, Auditor Especial de Desempeño de la ASF. “Al momento se ha detectado ya que dicho monto es menor a lo estimado inicialmente por una deficiencia metodológica”.

La ASF informó el sábado que el costo de cancelar el que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) será de 331 mil 996.5 millones de pesos, 3.3 veces superior a lo que estimó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). En la tercera entrega de la Cuenta Pública 2019, la Auditoría recuerda que la SCT calculó que el costo por cancelar el proyecto sería de cien mil millones de pesos.

“Pues sí exageran”, dijo el Presidente de México en su mañanera del lunes. “Y no sólo eso, están mal sus datos, yo tengo otros datos y se va a informar aquí; y ojalá y lo hagan ellos, los de la Auditoría Superior de la Federación, porque le están dando mal la información a nuestros adversarios y yo creo que no deben de prestarse a esas campañas”.

Lo que se leía como una señal de independencia de la ASF, de un acto valiente ante la presunta falta de transparencia de la Cuatroté y sus fieles, hoy se ve como una gran falta de eso y más de Colmenares Páramo y su equipo.

Sobre las supuestas inconsistencias en la auditoría al aeropuerto de Texcoco cancelado, por una deficiencia metodológica, Colmenares dijo tibiamente que están revisando. El resultado lo espera pronto. Y asegura en corto, según algunos de sus cercanos, que no se siente presionado por López Obrador ni por sus porristas, pero su falta de contundencia públicamente refleja lo contrario.

La percepción es que se agachó cuando el Presidente alzó la voz. La coordinadora de los diputados del PRD, Verónica Juárez Piña, recordó que la Unidad de Evaluación y Control, de la Comisión de Vigilancia de la ASF, es el órgano facultado para hacer aclaraciones, precisiones o rectificaciones en auditorías contenidas en el Informe de la Cuenta Pública.

“Me parece que hay un exceso por parte del Presidente de la República. Yo le diría que no se ponga nervioso y que haga llegar las aclaraciones (a la Cámara de Diputados), porque ahora resulta que es a partir de la ‘mañanera’ donde él quisiera que se estén aclarando las circunstancias, y se tienen que aclarar en el Poder Legislativo, que es quien tiene la facultad y responsabilidad de hacer la revisión correspondiente”, señaló ayer.

Al final, la Auditoría Superior de la Federación perdió mucha credibilidad con este gesto de sumisión.

El que anduvo de gira por varias estaciones de radio, virtualmente, fue el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo, tratando de aclarar que no había reculado la noche del lunes ante la violenta respuesta del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a sus señalamientos.

“Se reconoce que existen inconsistencias en la cuantificación realizada en el marco de la auditoría, por lo cual su contenido está siendo objeto de una revisión exhaustiva, en particular en relación con la metodología utilizada para determinar el costo de cancelación del Proyecto del Aeropuerto de Texcoco”, escribió en un comunicado Agustín Caso Raphael, Auditor Especial de Desempeño de la ASF. “Al momento se ha detectado ya que dicho monto es menor a lo estimado inicialmente por una deficiencia metodológica”.

La ASF informó el sábado que el costo de cancelar el que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) será de 331 mil 996.5 millones de pesos, 3.3 veces superior a lo que estimó la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). En la tercera entrega de la Cuenta Pública 2019, la Auditoría recuerda que la SCT calculó que el costo por cancelar el proyecto sería de cien mil millones de pesos.

“Pues sí exageran”, dijo el Presidente de México en su mañanera del lunes. “Y no sólo eso, están mal sus datos, yo tengo otros datos y se va a informar aquí; y ojalá y lo hagan ellos, los de la Auditoría Superior de la Federación, porque le están dando mal la información a nuestros adversarios y yo creo que no deben de prestarse a esas campañas”.

Lo que se leía como una señal de independencia de la ASF, de un acto valiente ante la presunta falta de transparencia de la Cuatroté y sus fieles, hoy se ve como una gran falta de eso y más de Colmenares Páramo y su equipo.

Sobre las supuestas inconsistencias en la auditoría al aeropuerto de Texcoco cancelado, por una deficiencia metodológica, Colmenares dijo tibiamente que están revisando. El resultado lo espera pronto. Y asegura en corto, según algunos de sus cercanos, que no se siente presionado por López Obrador ni por sus porristas, pero su falta de contundencia públicamente refleja lo contrario.

La percepción es que se agachó cuando el Presidente alzó la voz. La coordinadora de los diputados del PRD, Verónica Juárez Piña, recordó que la Unidad de Evaluación y Control, de la Comisión de Vigilancia de la ASF, es el órgano facultado para hacer aclaraciones, precisiones o rectificaciones en auditorías contenidas en el Informe de la Cuenta Pública.

“Me parece que hay un exceso por parte del Presidente de la República. Yo le diría que no se ponga nervioso y que haga llegar las aclaraciones (a la Cámara de Diputados), porque ahora resulta que es a partir de la ‘mañanera’ donde él quisiera que se estén aclarando las circunstancias, y se tienen que aclarar en el Poder Legislativo, que es quien tiene la facultad y responsabilidad de hacer la revisión correspondiente”, señaló ayer.

Al final, la Auditoría Superior de la Federación perdió mucha credibilidad con este gesto de sumisión.