/ lunes 23 de marzo de 2020

El Espectador | INICIAN LOS RECORTES MASIVOS

Miles de trabajadores mexicanos de la industria turística y de alimentos han comenzando a vivir momentos de angustia desde este fin de semana, luego de que sus patrones les han avisado directa o indirectamente que tendrán que suspender operaciones en los próximos días y no saben si después de un mes, o dos, o tres, serán contratados nuevamente. HR Ratings considera que los sectores de aerolíneas, transporte, hoteles, restaurantes y tiendas departamentales serán los más impactados en el corto plazo ante la contingencia del coronavirus, con afectaciones posteriores para entidades estatales, municipales, carreteras e intermediarios financieros que mantengan una exposición directa al sector turismo.

Lo único que les queda a esos miles de trabajadores que hoy entran a las filas del desempleo es aguantar, nadie sabe si algún día todo volverá a ser como antes del Covid-19. Muchos mexicanos son contratados temporalmente y los que tienen base, tienen que apoyar a su empleador, pues entienden que la actividad que les da de comer está paralizada. Se van con la esperanza de que sus jefes logren mantener a flote el negocio y pronto les llamen a su lado, tal vez incluso esperando el reconocimiento a su lealtad. “Todavía no tenemos claro cuál va a ser la duración y profundidad de esta recesión”, dicen los analistas de Banorte. “Sobre todo porque todavía no se tiene conocimiento perfecto de la propagación de la pandemia de Covid-19 y cómo le va a afectar al país”.

Además de hoteles, los de Aeroméxico ya comenzaron a decirle a cientos de sus trabajadores que vayan a casa y esperen mejores noticias pronto. “Se habilitó un programa voluntario de permisos sin goce de sueldo por 30, 60 o 90 días, entre otras medidas”, informó a sus accionistas la empresa que encabeza Andrés Conesa. Además, recortes de salario. “Nuestros ejecutivos aportarán una reducción salarial del 20 por ciento al 50 por ciento y el resto de nuestros colaboradores participaran también en esta reducción con una parte proporcional”.

También en la industria de alimentos han comenzado las malas noticias. Alsea, por ejemplo, ya se convirtió en la empresa que las redes sociales odian ante el complejo escenario económico que enfrenta. “Estamos reduciendo los gastos generales con efecto inmediato. Hemos reducido un número importante de puestos en nuestro centro corporativo. También hemos establecido un programa para colaboradores dispuestos a tomarse una ausencia de 30 días sin goce de sueldo”, dijo la compañía de los Torrado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Al hacer estos anuncios en corto, se desataron las críticas, porque muchos empleados no pueden entender todavía cómo es que una empresa que siempre anuncia crecimientos en sus resultados financieros, no puede apoyarlos económicamente durante estos momentos difíciles.

“Cuanto más tiempo tarden los hogares y empresas en reanudar sus actividades normales, mayor será el impacto económico. Entre todos los sectores, las compañías aéreas y hoteleras son las más vulnerables, debido a que ya experimentan un exceso de capacidad y menor demanda”, explica Moody´s en un reporte. La realidad es más cruel que el análisis.

Miles de trabajadores mexicanos de la industria turística y de alimentos han comenzando a vivir momentos de angustia desde este fin de semana, luego de que sus patrones les han avisado directa o indirectamente que tendrán que suspender operaciones en los próximos días y no saben si después de un mes, o dos, o tres, serán contratados nuevamente. HR Ratings considera que los sectores de aerolíneas, transporte, hoteles, restaurantes y tiendas departamentales serán los más impactados en el corto plazo ante la contingencia del coronavirus, con afectaciones posteriores para entidades estatales, municipales, carreteras e intermediarios financieros que mantengan una exposición directa al sector turismo.

Lo único que les queda a esos miles de trabajadores que hoy entran a las filas del desempleo es aguantar, nadie sabe si algún día todo volverá a ser como antes del Covid-19. Muchos mexicanos son contratados temporalmente y los que tienen base, tienen que apoyar a su empleador, pues entienden que la actividad que les da de comer está paralizada. Se van con la esperanza de que sus jefes logren mantener a flote el negocio y pronto les llamen a su lado, tal vez incluso esperando el reconocimiento a su lealtad. “Todavía no tenemos claro cuál va a ser la duración y profundidad de esta recesión”, dicen los analistas de Banorte. “Sobre todo porque todavía no se tiene conocimiento perfecto de la propagación de la pandemia de Covid-19 y cómo le va a afectar al país”.

Además de hoteles, los de Aeroméxico ya comenzaron a decirle a cientos de sus trabajadores que vayan a casa y esperen mejores noticias pronto. “Se habilitó un programa voluntario de permisos sin goce de sueldo por 30, 60 o 90 días, entre otras medidas”, informó a sus accionistas la empresa que encabeza Andrés Conesa. Además, recortes de salario. “Nuestros ejecutivos aportarán una reducción salarial del 20 por ciento al 50 por ciento y el resto de nuestros colaboradores participaran también en esta reducción con una parte proporcional”.

También en la industria de alimentos han comenzado las malas noticias. Alsea, por ejemplo, ya se convirtió en la empresa que las redes sociales odian ante el complejo escenario económico que enfrenta. “Estamos reduciendo los gastos generales con efecto inmediato. Hemos reducido un número importante de puestos en nuestro centro corporativo. También hemos establecido un programa para colaboradores dispuestos a tomarse una ausencia de 30 días sin goce de sueldo”, dijo la compañía de los Torrado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Al hacer estos anuncios en corto, se desataron las críticas, porque muchos empleados no pueden entender todavía cómo es que una empresa que siempre anuncia crecimientos en sus resultados financieros, no puede apoyarlos económicamente durante estos momentos difíciles.

“Cuanto más tiempo tarden los hogares y empresas en reanudar sus actividades normales, mayor será el impacto económico. Entre todos los sectores, las compañías aéreas y hoteleras son las más vulnerables, debido a que ya experimentan un exceso de capacidad y menor demanda”, explica Moody´s en un reporte. La realidad es más cruel que el análisis.