/ lunes 27 de abril de 2020

El Espectador | Los puertos como asunto de seguridad nacional

Desde su llegada al gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto al sureste de México como una de las prioridades en cuanto a desarrollo se refiere, recordatorio de ello son la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco; el Tren Maya; y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, obras que pese al difícil contexto económico y sanitario que vivimos, todavía avanzan conforme a lo planeado en la cuatroté.

La pobreza localizada al sur del país es un reto histórico, sobre todo al observar el último estudio realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el que se reflejó que, en estados como Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, más de 50 por ciento de la población vive en esta situación.

Para ello, la conectividad y la infraestructura portuaria en dicha parte del país es una prioridad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), de Javier Jiménez Espriú, por lo que en conjunto con las Administraciones Portuarias Integrales (API’s), se encargan de la gestión, inversión y desarrollo de los recintos portuarios, desde donde se movilizan más de 250 millones de toneladas anuales de productos y materiales entre México y el resto del mundo.

Se trata del trabajo diario de parte de las API’s y la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante (CGPMM), al mando de Héctor López Gutiérrez, quienes mantienen inversiones como la ampliación y modernización de los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, Puerto Chiapas y Progreso, en Yucatán. Hablamos de que el sistema portuario completo tiene proyectadas inversiones para este sexenio de poco más de 100 mil millones de pesos entre el sector público y el privado, siendo el foco la región sur del país.

Asimismo, la actual crisis no arroja buenos números en el sector, ya que en diversas cargas durante los primeros dos meses del año comprados con 2019 se registra una reducción en las mismas. Hablamos de un descenso de 3.2 por ciento en carga general; un 3.8 por ciento, en contenedores; 9 por ciento en granel agrícola; 10.6 por ciento, en granel mineral; y 9.3 por ciento, en la baja de petróleo y sus derivados.

Sin embargo, la pandemia del Covid-19 también representa una oportunidad para el sector portuario, pues debido a sus capacidades de carga, logística y traslado, este transporte se vuelve vital para garantizar que mercancías como granos, alimentos e insumos médicos y hospitalarios, lleguen a tiempo a sus destinos.

Ante este panorama no es casual que desde organismos internacionales como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), se haya hecho un llamado a que se permita el acceso de los buques comerciales a los puertos de todo el mundo.

Desde su llegada al gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha puesto al sureste de México como una de las prioridades en cuanto a desarrollo se refiere, recordatorio de ello son la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco; el Tren Maya; y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, obras que pese al difícil contexto económico y sanitario que vivimos, todavía avanzan conforme a lo planeado en la cuatroté.

La pobreza localizada al sur del país es un reto histórico, sobre todo al observar el último estudio realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el que se reflejó que, en estados como Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, más de 50 por ciento de la población vive en esta situación.

Para ello, la conectividad y la infraestructura portuaria en dicha parte del país es una prioridad de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), de Javier Jiménez Espriú, por lo que en conjunto con las Administraciones Portuarias Integrales (API’s), se encargan de la gestión, inversión y desarrollo de los recintos portuarios, desde donde se movilizan más de 250 millones de toneladas anuales de productos y materiales entre México y el resto del mundo.

Se trata del trabajo diario de parte de las API’s y la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante (CGPMM), al mando de Héctor López Gutiérrez, quienes mantienen inversiones como la ampliación y modernización de los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, Puerto Chiapas y Progreso, en Yucatán. Hablamos de que el sistema portuario completo tiene proyectadas inversiones para este sexenio de poco más de 100 mil millones de pesos entre el sector público y el privado, siendo el foco la región sur del país.

Asimismo, la actual crisis no arroja buenos números en el sector, ya que en diversas cargas durante los primeros dos meses del año comprados con 2019 se registra una reducción en las mismas. Hablamos de un descenso de 3.2 por ciento en carga general; un 3.8 por ciento, en contenedores; 9 por ciento en granel agrícola; 10.6 por ciento, en granel mineral; y 9.3 por ciento, en la baja de petróleo y sus derivados.

Sin embargo, la pandemia del Covid-19 también representa una oportunidad para el sector portuario, pues debido a sus capacidades de carga, logística y traslado, este transporte se vuelve vital para garantizar que mercancías como granos, alimentos e insumos médicos y hospitalarios, lleguen a tiempo a sus destinos.

Ante este panorama no es casual que desde organismos internacionales como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), se haya hecho un llamado a que se permita el acceso de los buques comerciales a los puertos de todo el mundo.