/ jueves 22 de octubre de 2020

El último debate presidencial en Estados Unidos: ¿decisivo?

Este jueves se efectuó el último debate presidencial en Estados Unidos. Algunos aspectos a destacar son los siguientes:

Es la elección presidencial con mayor polarización política, ideológica y social en la historia estadounidense.

El debate podría influir en aquellos electores indecisos, sobre todo de aquellos estados claves (Pensilvania, Míchigan, Florida, Ohio y Wisconsin) en el Colegio Electoral, por el debate en ciertos temas polémicos.

Los efectos económicos, sociales y de salud de la pandemia del COVID-19, afectarán al candidato republicano. Por un lado, a causa de la debilidad de sus estrategias y la ausencia de una eficaz coordinación interinstitucional. No es claro que Biden hubiera implementado una mejor política contra el COVID-19 y haber evitado las cerca de 200 mil personas fallecidas. Los estados tienen responsabilidades en la gestión de la pandemia. Los casos de Nueva York y California reflejan los alcances de las políticas estatales demócratas. No solo es responsabilidad del gobierno federal.

El cierre de la frontera México - EE.UU durante siete meses (marzo a octubre 2020), afectará más al candidato republicano. La ausencia de una estrategia en donde se concilie una eficaz política sanitaria transfronteriza sin limitar los cruces fronterizos (autos, personas y mercancías) y con la apertura de la economía. El cierre de la frontera refleja un desinterés gubernamental por una comunidad de cerca de 15 millones de habitantes fronterizos estadounidenses.

Un tema novedoso fue la supuesta corrupción o tráfico de influencia del candidato demócrata. Y por otro, el no pago de impuestos y los casos de aparente corrupción de familiares del presidente Trump.

De nuevo en el debate aparecieron los temas de China y Corea del Norte. La ventaja la tendría Trump, considerando las recientes negociaciones con el país asiático y la crítica de Biden sobre la flexibilidad en la negociación sobre misiles con Corea del Norte. Un logro del presidente Trump es la distensión con Corea del Norte.

Un tema sensible social y políticamente es el Obama Care. El argumento de Trump es su propuesta de mejora en su gestión del plan de salud. Por su parte, la propuesta de Biden es una reducción del precio de las medicinas y una mejora de las condiciones preexistentes. Y evitar que cerca de 22 millones de personas puedan perder su seguro actual.

Respecto al tema de las ayudas del Congreso estadounidense a las personas desempleadas. Se identifica un vacío. Se refleja una inacción de ambos candidatos y sus bancadas políticas por razones políticas. Con lo cual los únicos perjudicados son las personas despedidas, enfermas o en situación de vulnerabilidad.

El tema de migración fue abordado a través de la crítica de la separación de las familias. Trump propone un plan de reunificación. Biden en cambio plantea una propuesta más humanitaria, de búsqueda de los padres de 500 hijos separados. Aunque se criticó que el gobierno de Obama haya implementado el mayor plan de deportación de migrantes irregulares en la historia estadounidense. Biden criticó el plan de asilo de Trump, por no permitir que los solicitantes se queden en Estados Unidos, lo que contraviene el Derecho Internacional. Y se expresó a favor de los jóvenes DACA.

Respecto al tema del racismo, Trump reiteró los apoyos a las comunidades afro y latina a través de financiamiento universitario. Este es un tema muy sensible, porque afecta a los nuevos votantes universitarios. Trump también criticó el déficit de políticas en materia de jóvenes universitarios de la administración Obama y por tanto del candidato Biden. Una crítica reiterada de Trump fue la inacción del candidato Biden en calidad de vicepresidente durante ocho años y que ahora presenta iniciativas poco convincentes.

La prioridad del tema de ley y orden podrá ser una de las prioridades electorales, y que unificaría a todos los grupos sociales estadounidenses. Pero que también los divide, a raíz de los hechos de violencia racial en algunas ciudades de Estados Unidos.

Respecto al tema de cambio climático, se mantienen las diferencias entre ambos candidatos. Por un lado Trump reitera su rechazo del Acuerdo de Paris y se opone a la propuesta de Biden –energías renovables y en contra de conceder recursos a la industria petrolera- por su alto costo cerca de 100 millones de dólares, el cual es apoyado por grupos ambientalistas y sindicatos.

Los electores hispanos podrían ser decisivos, superando a los votantes afros. No obstante, la movilización de las recientes marchas y protestas por los derechos civiles. Pero los jóvenes hispanos podrían estar escépticos, en parte por su nivel educativo y baja politización. No se considera que puedan movilizarse de manera masiva.

Por igual, los jóvenes estadounidenses están confundidos política e ideológicamente. Hay un cambio generacional. De los babybooners a los centeniales. Una mayoría se identificaban con Bernie Sanders por su visión crítica del statuo quo. Esos jóvenes votantes critican a Trump y perciben en Biden su falta de liderazgo en los problemas de cambio climático, racismo y desigualdad social. Muy probablemente no votarán de manera masiva.

El voto femenino no parece será determinante, en favor de alguno de los candidatos. Da la impresión que la senadora Kamala Harris no prendió en el electorado femenino. Particularmente por la diversidad social y política de las mujeres y el debate pendiente en temas como el aborto, religión y matrimonio gays.

En general fue un debate en parte intenso y se centró en algunos de las preocupaciones de los electores estadounidenses. En algunos casos, no parecen ser muy convincentes las propuestas de ambos candidatos, faltaron mayores evidencias y una mayor contrastación. En ese contexto, se plantea que la elección será muy cerrada y en donde la Suprema Corte tendrá un papel decisivo.


Este jueves se efectuó el último debate presidencial en Estados Unidos. Algunos aspectos a destacar son los siguientes:

Es la elección presidencial con mayor polarización política, ideológica y social en la historia estadounidense.

El debate podría influir en aquellos electores indecisos, sobre todo de aquellos estados claves (Pensilvania, Míchigan, Florida, Ohio y Wisconsin) en el Colegio Electoral, por el debate en ciertos temas polémicos.

Los efectos económicos, sociales y de salud de la pandemia del COVID-19, afectarán al candidato republicano. Por un lado, a causa de la debilidad de sus estrategias y la ausencia de una eficaz coordinación interinstitucional. No es claro que Biden hubiera implementado una mejor política contra el COVID-19 y haber evitado las cerca de 200 mil personas fallecidas. Los estados tienen responsabilidades en la gestión de la pandemia. Los casos de Nueva York y California reflejan los alcances de las políticas estatales demócratas. No solo es responsabilidad del gobierno federal.

El cierre de la frontera México - EE.UU durante siete meses (marzo a octubre 2020), afectará más al candidato republicano. La ausencia de una estrategia en donde se concilie una eficaz política sanitaria transfronteriza sin limitar los cruces fronterizos (autos, personas y mercancías) y con la apertura de la economía. El cierre de la frontera refleja un desinterés gubernamental por una comunidad de cerca de 15 millones de habitantes fronterizos estadounidenses.

Un tema novedoso fue la supuesta corrupción o tráfico de influencia del candidato demócrata. Y por otro, el no pago de impuestos y los casos de aparente corrupción de familiares del presidente Trump.

De nuevo en el debate aparecieron los temas de China y Corea del Norte. La ventaja la tendría Trump, considerando las recientes negociaciones con el país asiático y la crítica de Biden sobre la flexibilidad en la negociación sobre misiles con Corea del Norte. Un logro del presidente Trump es la distensión con Corea del Norte.

Un tema sensible social y políticamente es el Obama Care. El argumento de Trump es su propuesta de mejora en su gestión del plan de salud. Por su parte, la propuesta de Biden es una reducción del precio de las medicinas y una mejora de las condiciones preexistentes. Y evitar que cerca de 22 millones de personas puedan perder su seguro actual.

Respecto al tema de las ayudas del Congreso estadounidense a las personas desempleadas. Se identifica un vacío. Se refleja una inacción de ambos candidatos y sus bancadas políticas por razones políticas. Con lo cual los únicos perjudicados son las personas despedidas, enfermas o en situación de vulnerabilidad.

El tema de migración fue abordado a través de la crítica de la separación de las familias. Trump propone un plan de reunificación. Biden en cambio plantea una propuesta más humanitaria, de búsqueda de los padres de 500 hijos separados. Aunque se criticó que el gobierno de Obama haya implementado el mayor plan de deportación de migrantes irregulares en la historia estadounidense. Biden criticó el plan de asilo de Trump, por no permitir que los solicitantes se queden en Estados Unidos, lo que contraviene el Derecho Internacional. Y se expresó a favor de los jóvenes DACA.

Respecto al tema del racismo, Trump reiteró los apoyos a las comunidades afro y latina a través de financiamiento universitario. Este es un tema muy sensible, porque afecta a los nuevos votantes universitarios. Trump también criticó el déficit de políticas en materia de jóvenes universitarios de la administración Obama y por tanto del candidato Biden. Una crítica reiterada de Trump fue la inacción del candidato Biden en calidad de vicepresidente durante ocho años y que ahora presenta iniciativas poco convincentes.

La prioridad del tema de ley y orden podrá ser una de las prioridades electorales, y que unificaría a todos los grupos sociales estadounidenses. Pero que también los divide, a raíz de los hechos de violencia racial en algunas ciudades de Estados Unidos.

Respecto al tema de cambio climático, se mantienen las diferencias entre ambos candidatos. Por un lado Trump reitera su rechazo del Acuerdo de Paris y se opone a la propuesta de Biden –energías renovables y en contra de conceder recursos a la industria petrolera- por su alto costo cerca de 100 millones de dólares, el cual es apoyado por grupos ambientalistas y sindicatos.

Los electores hispanos podrían ser decisivos, superando a los votantes afros. No obstante, la movilización de las recientes marchas y protestas por los derechos civiles. Pero los jóvenes hispanos podrían estar escépticos, en parte por su nivel educativo y baja politización. No se considera que puedan movilizarse de manera masiva.

Por igual, los jóvenes estadounidenses están confundidos política e ideológicamente. Hay un cambio generacional. De los babybooners a los centeniales. Una mayoría se identificaban con Bernie Sanders por su visión crítica del statuo quo. Esos jóvenes votantes critican a Trump y perciben en Biden su falta de liderazgo en los problemas de cambio climático, racismo y desigualdad social. Muy probablemente no votarán de manera masiva.

El voto femenino no parece será determinante, en favor de alguno de los candidatos. Da la impresión que la senadora Kamala Harris no prendió en el electorado femenino. Particularmente por la diversidad social y política de las mujeres y el debate pendiente en temas como el aborto, religión y matrimonio gays.

En general fue un debate en parte intenso y se centró en algunos de las preocupaciones de los electores estadounidenses. En algunos casos, no parecen ser muy convincentes las propuestas de ambos candidatos, faltaron mayores evidencias y una mayor contrastación. En ese contexto, se plantea que la elección será muy cerrada y en donde la Suprema Corte tendrá un papel decisivo.