El pasado 11 de septiembre se cumplieron 19 años de los atentados ter roristas de Nueva York. Desde entonces la frontera México-Estadis Unidos se han reconfigurado con una mayor infraestructura en los principales cruces fronterizos como Tijuana- San Ysidro y Ciudad Juárez- El Paso.
La premisa central ha sido fortalecer la seguridad fronteriza reduciendo los riesgos terroristas y promoviendo a su vez una mayor agilidad en los cruces fronterizos de autos, personas y mercancías. En ese contexto, fronteras como la Tijuana-San Ysidro de tener en el 2001 cerca de 15 líneas de acceso hacia Estados Unidos y ningún cruce inteligente, ahora cuentan con 25 líneas de cruce y además de 8 a 10 líneas de cruce inteligente.
Este modelo de la Frontera del Siglo XXI ha permitido en consecuencia un crecimiento comercial, turístico, financiero y de las relaciones socioculturales. Sin embargo, esta enorme experiencia de gobernanza multinivel transfronteriza única a nivel internacional se ha visto limitada por la pandemia del Covid-19. Se desaprovecharon las experiencias previas de gobernanza de la gripe H1N1 del 2008, con la implementación de diversas estrategias de cooperación epidemiológica y sanitaria, que permitieron el control transfronterizo.
Está exitosa gobernanza de salud ha estado ausente en la coyuntura más compleja de la relación fronteriza: cerca de seis meses cerrada el
acceso a Estados Unidos a residentes y turistas mexicanos con visa estadounidense. Con lo cual, se ha reducido la actividad transfronteriza en cerca de un 60 por ciento, con el argumento de los riesgos a la seguridad nacional en términos de contagios de su personal en los cruces fronterizos con México. Este criterio de exclusión y no de inclusión y de cooperación transfronteriza, ha impactado negativamente en la actividad económica de la frontera sur estadounidense. Esta frontera pudo haber sido una vez más un ejemplo de eficaz gobernanza transfronteriza en materia de la pandemia, similar a la gestión multinivel de Alemania con sus 9 fronteras colindantes. El modelo alemán muy estratégico, colaborativo y de redes multinivel es considerado una de las mejores experiencias de coordinación transfronteriza de la pandemia a nivel internacional. En el modelo alemán también prevaleció una noción de seguridad nacional al principio de la pandemia, pero fue coyuntural y se flexibilizó con un criterio de seguridad de la nación, reconociendo e impulsando la gestión de las diversas interacciones transfronterizas con los nueve países colindantes.
Muy probablemente la frontera mexicana-estadounidense se abrirá para los residentes mexicanos en octubre, considerando las elecciones en el país vecino. Un mayor cierre de la frontera impactaría negativamente en el Partido Republicano y en particular en los estados bisagras como Arizona y Texas, y en especial este estado, en donde la diferencia en el Colegio Electoral está muy cerrada entre ambos candidatos presidenciales.
El tema migratorio está pasando a un tercer término en la contienda electoral. Las prioridades de la coyuntura electoral estadounidense son la situación económica y los impactos negativos de la pandemia y la disyuntiva de ley y orden vs movilizaciones sociales y derechos civiles, que en varios casos han generado violencia. Lo cual fortalece una noción social de orden y seguridad, que favorecería al candidato republicano.
El desinterés gubernamental de la pandemia dado a conocer en la entrevista con Bob Woordward no se considera sea un factor decisivo en los electores indecisos. Se podría disminuir su impacto negativo en el Partido Republicano si antes de las elecciones está disponible una vacuna. Es la prioridad gubernamental y muy probablemente inicie una vacunación a manera de prueba.
Otros dos hechos de coyuntura que impactarían tanto en los votantes conservadores como indecisos son por un lado, la próxima firma en Washington DC del acuerdo de paz entre Emiratos Árabes Unidos e Israel y derivado de ello la candidatura del presidente Trump al Premio Nobel. En ese contexto, se fortalece una propuesta de paz regional y geopolítica para reducir la influencia de Irán con sus proyectos nucleares.
De esta manera, la política hasta cierto punto de vista pacifista del actual gobierno estadounidense abona a otro tipo de liderazgo internacional, que justifica la candidatura del Premio
Nobel, aunque dejando de lado propuestas ambientalistas vinculadas a la economía verde, cambio climático y desarrollo económico sustentable.
