/ martes 25 de agosto de 2020

Expediente Confidencial | 10 meses de gobierno: sigue Arturo como el peor en homicidios

En memoria de los 3071 bajacalifornianas y bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19 y al mal actuar de las autoridades de salud, federales y estatales. En Tijuana, mueren 26 de cada 100 enfermos de Covid-19, 13 veces más que en San Diego


Más preocupado por los complots que, según él, urden en su contra desde los gobiernos estatal y federal, Arturo González Cruz, quien cobra como presidente municipal tijuanense, sigue como el peor edil en homicidios, tras 10 meses de gobierno.

En el gobierno de Arturo, hiper crítico con todos sus antecesores, se han registrado más asesinatos que en el de su antecesor, Juan Manuel Gastélum, cuatro veces más que en el de Jorge Astiazarán y ocho veces más que en el de Jorge Hank, el que menos muertes violentas dolosas ha registrado, a estas alturas de un ayuntamiento, en todo este siglo.

La insistencia de González Cruz en mantener a Jorge Ayón como secretario de Seguridad Pública Municipal, es solamente comparable con la obstinación de Gastélum para sostener a Marco Antonio Sotomayor, con los resultados por todos conocidos. Ahí si hay que reconocerle a Jorge Ramos que, cuando el proyecto de Alberto Capella hizo agua, no se tentó el corazón para correrlo. Hizo bien a todos: Julián Leyzaola se enfrascó en una guerra contra los criminales que, a esas alturas, era indispensable, y para la cual Capella no tenía la experiencia y, quizás, tampoco las agallas. Luego volvería Alberto, más maduro y menos estridente, época en que Tijuana vivió, realmente, una pacificación, que ahora sabemos fue meramente oasis.

Y ante los resultados pedestres en seguridad, la prioridad de González es salir a clamar que el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, amenazó enfilar una investigación contra Carlos Murguía; o decir que responsabiliza a Jaime Bonilla de los “ataques reiterados al gobierno del municipio y a mi persona, que buscan desestabilizarnos”, o advertir que “bajo ningún motivo renunciaré a mis derechos políticos”, en un lance histérico e histriónico que solamente revela la desesperación de González por ver que su última oportunidad de ser gobernador, se le está yendo.

La verdad, resulta casi cínico que González diga que los gobiernos estatal y federal lo odian, cuando le renta unas oficinas a la Secretaría de Salud por casi 3 millones de pesos al año (más detalles en la columna del 18 de agosto) ¿Por qué Arturo no renuncia a ese dinero de sus “enemigos”? Más en esta pandemia de Covid-19, que tanta falta harían esos millones para comprar medicamentos, que, como ya denunciaron los médicos del HGT, no hay.

Ojalá que Arturo estuviese así de desesperado por dar resultados a quienes, en 2019, confiaron en él, antes de querer que esos ciudadanos y los del resto del estado voten por él, para un cargo de mayor nivel. Porque, de lo contrario, es inevitable pensar que las y los tijuanenses que lo eligieron cometieron un grave error al no optar por Julián Leyzaola quien, tal vez, estaría menos preocupado por ser gobernador y más por la seguridad, aunque solamente fuera pensando en reelegirse.

Homicidios en los primeros diez meses del gobierno municipal:

Jesús González (dic. 2001-sep. 2002): 224

Jorge Hank (dic. 2004-sep. 2005): 207

Jorge Ramos (dic. 2007-ago. 2008): 330

Carlos Bustamante (dic. 2010-ago. 2011): 399

Jorge Astiazarán (dic. 2013-ago. 2014): 409

Juan Manuel Gastélum (dic. 2016-sep. 2017): 1,400

Arturo González (oct. 2019-julio 2020): 1,664

P.D.: "Si algo nos pasa, es que quieren callarnos"

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

En memoria de los 3071 bajacalifornianas y bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19 y al mal actuar de las autoridades de salud, federales y estatales. En Tijuana, mueren 26 de cada 100 enfermos de Covid-19, 13 veces más que en San Diego


Más preocupado por los complots que, según él, urden en su contra desde los gobiernos estatal y federal, Arturo González Cruz, quien cobra como presidente municipal tijuanense, sigue como el peor edil en homicidios, tras 10 meses de gobierno.

En el gobierno de Arturo, hiper crítico con todos sus antecesores, se han registrado más asesinatos que en el de su antecesor, Juan Manuel Gastélum, cuatro veces más que en el de Jorge Astiazarán y ocho veces más que en el de Jorge Hank, el que menos muertes violentas dolosas ha registrado, a estas alturas de un ayuntamiento, en todo este siglo.

La insistencia de González Cruz en mantener a Jorge Ayón como secretario de Seguridad Pública Municipal, es solamente comparable con la obstinación de Gastélum para sostener a Marco Antonio Sotomayor, con los resultados por todos conocidos. Ahí si hay que reconocerle a Jorge Ramos que, cuando el proyecto de Alberto Capella hizo agua, no se tentó el corazón para correrlo. Hizo bien a todos: Julián Leyzaola se enfrascó en una guerra contra los criminales que, a esas alturas, era indispensable, y para la cual Capella no tenía la experiencia y, quizás, tampoco las agallas. Luego volvería Alberto, más maduro y menos estridente, época en que Tijuana vivió, realmente, una pacificación, que ahora sabemos fue meramente oasis.

Y ante los resultados pedestres en seguridad, la prioridad de González es salir a clamar que el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, amenazó enfilar una investigación contra Carlos Murguía; o decir que responsabiliza a Jaime Bonilla de los “ataques reiterados al gobierno del municipio y a mi persona, que buscan desestabilizarnos”, o advertir que “bajo ningún motivo renunciaré a mis derechos políticos”, en un lance histérico e histriónico que solamente revela la desesperación de González por ver que su última oportunidad de ser gobernador, se le está yendo.

La verdad, resulta casi cínico que González diga que los gobiernos estatal y federal lo odian, cuando le renta unas oficinas a la Secretaría de Salud por casi 3 millones de pesos al año (más detalles en la columna del 18 de agosto) ¿Por qué Arturo no renuncia a ese dinero de sus “enemigos”? Más en esta pandemia de Covid-19, que tanta falta harían esos millones para comprar medicamentos, que, como ya denunciaron los médicos del HGT, no hay.

Ojalá que Arturo estuviese así de desesperado por dar resultados a quienes, en 2019, confiaron en él, antes de querer que esos ciudadanos y los del resto del estado voten por él, para un cargo de mayor nivel. Porque, de lo contrario, es inevitable pensar que las y los tijuanenses que lo eligieron cometieron un grave error al no optar por Julián Leyzaola quien, tal vez, estaría menos preocupado por ser gobernador y más por la seguridad, aunque solamente fuera pensando en reelegirse.

Homicidios en los primeros diez meses del gobierno municipal:

Jesús González (dic. 2001-sep. 2002): 224

Jorge Hank (dic. 2004-sep. 2005): 207

Jorge Ramos (dic. 2007-ago. 2008): 330

Carlos Bustamante (dic. 2010-ago. 2011): 399

Jorge Astiazarán (dic. 2013-ago. 2014): 409

Juan Manuel Gastélum (dic. 2016-sep. 2017): 1,400

Arturo González (oct. 2019-julio 2020): 1,664

P.D.: "Si algo nos pasa, es que quieren callarnos"

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