/ lunes 18 de octubre de 2021

Expediente Confidencial | Consulta en Tecate: 79% en contra del aborto

Hace unos días relatábamos el ejercicio emprendido por Román Cota, diputado local, que decidió efectuar una consulta ciudadana para normar su voto respecto a la legalización del aborto, tema que se decidirá, el jueves que viene, en el Congreso del Estado.

Cota, quien representa al distrito 6, que abarca todo el municipio de Tecate y la zona este de Tijuana, realizó esta consulta ayer, domingo, con los siguientes resultados: 79% de quienes participaron están en contra de legalizar -o despenalizar- el aborto, mientras un 21% se manifiesta a favor. Hubo tres abstenciones.

Ayer, al informar los resultados, Cota, acompañado por su esposa, Alejandra Herrera, anunció que “será la primera consulta, de muchas por venir”. No se puede sino aplaudir esa postura.

Hace unos días, mencionábamos lo importante de esa dinámica, puesto que se hallaba en línea con la democracia directa, donde la ciudadanía indica a su representante legislativo cómo votar en cuestiones que le atañen. Algo común en los Estados Unidos, donde el pueblo telefonea o envía correos a las oficinas de sus representantes o senadores, haciéndoles ver su sentir.

El ejercicio de Cota se hizo con seriedad, pues quienes votaron debieron acreditar su carácter de ciudadanos del distrito, con su respectiva credencial de elector.

Por ello, resultan indispensables dos cosas: una, que consultas como esta sean llevadas a cabo también por otros legisladores. Ya no basta decir “el pueblo nos dio la mayoría y, por eso, podemos votar tal cosa como mejor nos parezca”. Es menester que, en temas como este y otros de igual trascendencia, diputadas y diputados tomen el parecer de sus representados, lo refrenden, con ejercicios donde impere la democracia directa y no la ‘dedocracia’. No estamos ya en los tiempos donde el tlatoani ordenaba y el pueblo obedecía y callaba. Y quien así lo crea, encontrará una resistencia valiente.

Dos, la necesidad de que este tema se someta a una consulta mayor. Sin afán de extrapolar el universo tecatense a un punto donde pierda representatividad, si es necesario señalar que el 79% que se manifestó en contra debe ser tomado en cuenta. Avalar algo a contrapelo, siempre traerá consecuencias políticas. Rollos como ese de que “los derechos no se consultan” y la cantaleta de “será ley, será ley”, están bien como parte del manual marxista, no en la construcción de una sociedad democrática, donde todas las voces sean, cuando menos, deben ser escuchadas.

Este columnista refrenda su postura en favor del aborto, pero la imposición, de ninguna manera, lleva a construir sociedades sanas. Y si, en cambio es la primera piedra de una pared de odio y rechazo que, a la larga, cae sobre esos cambios, para revertirlos o inactivarlos.

P.D.: Si algo nos pasa, es para silenciarnos

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

Hace unos días relatábamos el ejercicio emprendido por Román Cota, diputado local, que decidió efectuar una consulta ciudadana para normar su voto respecto a la legalización del aborto, tema que se decidirá, el jueves que viene, en el Congreso del Estado.

Cota, quien representa al distrito 6, que abarca todo el municipio de Tecate y la zona este de Tijuana, realizó esta consulta ayer, domingo, con los siguientes resultados: 79% de quienes participaron están en contra de legalizar -o despenalizar- el aborto, mientras un 21% se manifiesta a favor. Hubo tres abstenciones.

Ayer, al informar los resultados, Cota, acompañado por su esposa, Alejandra Herrera, anunció que “será la primera consulta, de muchas por venir”. No se puede sino aplaudir esa postura.

Hace unos días, mencionábamos lo importante de esa dinámica, puesto que se hallaba en línea con la democracia directa, donde la ciudadanía indica a su representante legislativo cómo votar en cuestiones que le atañen. Algo común en los Estados Unidos, donde el pueblo telefonea o envía correos a las oficinas de sus representantes o senadores, haciéndoles ver su sentir.

El ejercicio de Cota se hizo con seriedad, pues quienes votaron debieron acreditar su carácter de ciudadanos del distrito, con su respectiva credencial de elector.

Por ello, resultan indispensables dos cosas: una, que consultas como esta sean llevadas a cabo también por otros legisladores. Ya no basta decir “el pueblo nos dio la mayoría y, por eso, podemos votar tal cosa como mejor nos parezca”. Es menester que, en temas como este y otros de igual trascendencia, diputadas y diputados tomen el parecer de sus representados, lo refrenden, con ejercicios donde impere la democracia directa y no la ‘dedocracia’. No estamos ya en los tiempos donde el tlatoani ordenaba y el pueblo obedecía y callaba. Y quien así lo crea, encontrará una resistencia valiente.

Dos, la necesidad de que este tema se someta a una consulta mayor. Sin afán de extrapolar el universo tecatense a un punto donde pierda representatividad, si es necesario señalar que el 79% que se manifestó en contra debe ser tomado en cuenta. Avalar algo a contrapelo, siempre traerá consecuencias políticas. Rollos como ese de que “los derechos no se consultan” y la cantaleta de “será ley, será ley”, están bien como parte del manual marxista, no en la construcción de una sociedad democrática, donde todas las voces sean, cuando menos, deben ser escuchadas.

Este columnista refrenda su postura en favor del aborto, pero la imposición, de ninguna manera, lleva a construir sociedades sanas. Y si, en cambio es la primera piedra de una pared de odio y rechazo que, a la larga, cae sobre esos cambios, para revertirlos o inactivarlos.

P.D.: Si algo nos pasa, es para silenciarnos

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com