En memoria de los 3274 bajacalifornianas y bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19 y a la ineptitud y cinismo de las autoridades de salud, federales y estatales.
Ayer se cumplieron 17 días consecutivos con Baja California en el primer lugar de mortalidad por Covid-19. De cada 100 enfermos oficialmente reconocidos en el estado, fallecen 19.
Ayer, Tijuana encabezó en contagios a los municipios fronterizos: 85 nuevos enfermos. Fue la segunda vez en solamente seis días del mes.
Pero eso, de verdad, no le importa a ninguno de los poderosos. Para ellos, primero, lo primero.
Y lo primero es el dinero y todo lo que conlleve a este: poder, puestos públicos, negocios abiertos. Dinero, dinero, dinero, dinero, dinero y más dinero.
Ayer, la UABC anunció que cerrará su centro de diagnóstico Covid-19. Ahí se hicieron 6 mil 500 pruebas, pero es que ahora la pandemia debe acabarse por decreto, como todo en este México lopezobradorista, que se parece tanto al México priista, el de la “dictadura perfecta”.
Y el rector, ese que en octubre se hacía el héroe y exaltaba el “orgullo cimarrón”, ahora está a las órdenes de Jaime. En una de esas corre a Catalino y lo hace secretario de Educación ¿Cómo creen que Dañelito se va a andar peleando con el ‘inge’? Y si al ‘inge’ le molesta el centro de diagnóstico Covid-19, pues que se cierre.
Las 6 mil 500 personas que acudieron a la UABC, para ser diagnosticadas, fueron ahí porque ni tenían el dinero para ir a un laboratorio privado, ni confiaban en los hospitales públicos, a los que se les mueren 19 de cada 100 pacientes ¿A dónde irán, de ahora en adelante, quienes estén en esa situación? Eso no les importa ni al rector limpiabotas, ni mucho menos a Jaime.
El semanario Zeta reveló que, del 1 al 4 de septiembre, los pacientes conectados a un respirador –“intubados”, como se les dice coloquialmente- en el Hospital General de Tijuana, aumentaron 25%.
El viernes, en el monólogo que hacen cada mañana Jaime y sus funcionarios, el secretario de Salud, Alonso Pérez, dijo, quitadísimo de la pena, que ese aumento se debe a las “aperturas”-
“Abres una actividad y vuelves a tener mayor movilidad, la mayor movilidad condiciona nuevas cadenas de transmisión, esas cadenas reflejan que, de cada 10 pacientes, uno terminará en el hospital y necesitara ser entubado”, dijo Pérez.
De entrada, Pérez miente cuando dice que “de cada 10 pacientes, uno terminará en el hospital”. Bueno fuera. Según las cifras de la secretaría de Salud federal, EN TIJUANA 48 DE CADA 100 ENFERMOS TERMINAN HOSPITALIZADOS. Es decir, la mitad. No, uno de cada 10. En Tecate, SON 4 DE CADA 10. En Mexicali, 3 DE CADA 10.
Luego, la frialdad de Pérez es de terror.
Si las “aperturas” de negocios generan más contagios e intubados, pues ni modo. Hay prioridades, caracho. Primero están las vacaciones en Hawái o las Canarias. Esas no se pagan solas. Hay que hacer caja y bueno, si los empresarios, comerciantes, restauranteros, antreros e industriales ya quieren volver a la “nueva normalidad”, pues hay que ayudarlos… claro, previo pago de un importe, bien guardadito en una mochila. Y en dólares, porque ¿qué político que se precie de serlo quiere pesos que luego tendría que cambiar? Con lo caro que está el dólar…
Luego, también están las campañas de 2021. Las campañas no son baratas. El presupuesto que da el IEE es para los chicles ¿De dónde va a salir para rentar las casas de campaña, las camionetas blindadas para los candidatos, la ‘suite’ para instalar el ‘bunker’ con los asesores y, sobre todo, la compra de votos? Y luego esos pobres a los que se les compran votos, pues hay que acarrearlos. Y a quienes los acarrean y regentean, pues comprarles celulares más o menos …
