/ viernes 16 de julio de 2021

Expediente Confidencial | Cuidado con el periodismo “independiente” fake

El periodismo independiente, el realmente independiente, se ha convertido en una pavesa.

Lo que si abunda, en esta era, es el periodismo falsamente independiente, encabezado por aquellos que escriben domingueras arengas sobre la libre expresión y su “lucha” (sic) para escrutar al poder, desde su penthouse en una lujosa torre de apartamentos, o mirando por la ventana de su casa… asentada en un exclusivo residencial privado, con caseta de vigilancia y toda la cosa, privilegios que no pueden obtenerse con los recursos que, legítimamente, se obtienen haciendo periodismo, pero si con aquellos que vienen ocultos en portafolios, maletas deportivas o transferencias en paraísos fiscales o a cuentas de prestanombres. Vaya, esa hipocresía de quienes, con una copa de Henri Jayer Richebourg en la mano, zapatos Ferragamo -o zapatillas Moschino- y unos mariscos del Cabanna de Paseo Chapultepec en el estómago, se llenan la boca diciendo que hacen “periodismo”.

Y mucho de ese periodismo “independiente” se identifica con el narcocomunismo que ha inflamado al mundo. Es decir, se halla directa o indirectamente financiado por el tráfico de estupefacientes.

Por ejemplo, en Latinoamérica son varios los medios “independientes” financiados por la Open Society Foundations, ente propiedad del especulador George Soros, amigo número 1 del narco y promotor principal, a nivel mundial, de que todas las drogas sean legales.

En El Salvador, hace años que El Faro es financiado por la OSF. Y, como resulta lógico, es un medio hiper crítico con el gobierno de Nayib Bukele, porque este ha osado meter en cintura a las pandillas maras, quienes son tan eficientes socias del narco.

En El Faro nunca, jamás, ni por equivocación, aparece una crítica a las maras, por sus múltiples y constantes crímenes.

En Perú pasa lo mismo con IDL Reporteros. Ahí no se publica, ni por error, crítica alguna contra el chavista Pedro Castillo, quien, todo indica, será el próximo presidente de ese país. Y, por supuesto, dicho medio virtual está lleno de señalamientos a sus adversarios. IDL Reporteros está igualmente financiado por la OSF.

En Colombia, La Silla Vacía es súper crítico con el presidente Iván Duque. Para muestra, una nota titulada “La diplomacia de Duque ha hecho más peligrosa la frontera donde fue atacado”, donde se critica que el mandatario colombiano haya roto relaciones diplomáticas con la dictadura de Nicolás Maduro. Otra nota muestra, a las claras, que La Silla Vacía no tiene nada de independiente: “A pesar de la mala prensa, la evidencia muestra que la vacuna china sí es efectiva”. Ah, la dictadura china, otra buena amiga del narcocomunismo. De los venezolanos que huyen a Colombia, o de cómo las vacunas chinas no son bien vistas ni por la Organización Mundial de la Salud, ni media palabra. La Silla Vacía, por supuesto, también ha sido financiada por la Open Society Foundations.

También colombiano es Verdad Abierta, medio igualmente nutrido por la fundación de Soros, que es abiertamente favorable a la guerrilla, la cual asesinó a 262 mil personas y secuestró a 37 mil. Pero, pues ya pidió “perdón”, ya con eso…

Ciper, en Chile, es otro medio “independiente” financiado por la OSF. Ahí, jamás se toca a Daniel Jadue, candidato del chavismo para las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo a fin de año. Pero, en cambio, todo lo que huela a derecha es investigado con acuciosidad y hasta analizado en el VAR.

Y ni hablar de ejemplos auténticamente sinvergüenzas, como el diario español ‘El País’, que se dice “independiente” cuando uno de sus accionistas es el banco Santander.

Lo más grave es que ‘El País’ y toda esa caterva de portalitos que se dicen “independientes” y “libres”, les piden a sus lectores que se suscriban o les hagan “donativos”, con el discurso, cínico y ladrón, de que están fomentando la libertad de prensa y el contrapeso al poder, cuando, en realidad, están más que financiados por los aliados del narcocomunismo. A ese nivel de vileza y ratería llegan.

Su periodismo militante, servil a objetivos políticos que van contra la sociedad y el estado de derecho, solamente envilece a la profesión y es la más alta traición a la deontología de este oficio.

Así que cuando lea algún medio que se diga “independiente”, cuídese… elogio en boca propia es vituperio.

P.D.: Si algo nos pasa, es que desean callarnos

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

El periodismo independiente, el realmente independiente, se ha convertido en una pavesa.

Lo que si abunda, en esta era, es el periodismo falsamente independiente, encabezado por aquellos que escriben domingueras arengas sobre la libre expresión y su “lucha” (sic) para escrutar al poder, desde su penthouse en una lujosa torre de apartamentos, o mirando por la ventana de su casa… asentada en un exclusivo residencial privado, con caseta de vigilancia y toda la cosa, privilegios que no pueden obtenerse con los recursos que, legítimamente, se obtienen haciendo periodismo, pero si con aquellos que vienen ocultos en portafolios, maletas deportivas o transferencias en paraísos fiscales o a cuentas de prestanombres. Vaya, esa hipocresía de quienes, con una copa de Henri Jayer Richebourg en la mano, zapatos Ferragamo -o zapatillas Moschino- y unos mariscos del Cabanna de Paseo Chapultepec en el estómago, se llenan la boca diciendo que hacen “periodismo”.

Y mucho de ese periodismo “independiente” se identifica con el narcocomunismo que ha inflamado al mundo. Es decir, se halla directa o indirectamente financiado por el tráfico de estupefacientes.

Por ejemplo, en Latinoamérica son varios los medios “independientes” financiados por la Open Society Foundations, ente propiedad del especulador George Soros, amigo número 1 del narco y promotor principal, a nivel mundial, de que todas las drogas sean legales.

En El Salvador, hace años que El Faro es financiado por la OSF. Y, como resulta lógico, es un medio hiper crítico con el gobierno de Nayib Bukele, porque este ha osado meter en cintura a las pandillas maras, quienes son tan eficientes socias del narco.

En El Faro nunca, jamás, ni por equivocación, aparece una crítica a las maras, por sus múltiples y constantes crímenes.

En Perú pasa lo mismo con IDL Reporteros. Ahí no se publica, ni por error, crítica alguna contra el chavista Pedro Castillo, quien, todo indica, será el próximo presidente de ese país. Y, por supuesto, dicho medio virtual está lleno de señalamientos a sus adversarios. IDL Reporteros está igualmente financiado por la OSF.

En Colombia, La Silla Vacía es súper crítico con el presidente Iván Duque. Para muestra, una nota titulada “La diplomacia de Duque ha hecho más peligrosa la frontera donde fue atacado”, donde se critica que el mandatario colombiano haya roto relaciones diplomáticas con la dictadura de Nicolás Maduro. Otra nota muestra, a las claras, que La Silla Vacía no tiene nada de independiente: “A pesar de la mala prensa, la evidencia muestra que la vacuna china sí es efectiva”. Ah, la dictadura china, otra buena amiga del narcocomunismo. De los venezolanos que huyen a Colombia, o de cómo las vacunas chinas no son bien vistas ni por la Organización Mundial de la Salud, ni media palabra. La Silla Vacía, por supuesto, también ha sido financiada por la Open Society Foundations.

También colombiano es Verdad Abierta, medio igualmente nutrido por la fundación de Soros, que es abiertamente favorable a la guerrilla, la cual asesinó a 262 mil personas y secuestró a 37 mil. Pero, pues ya pidió “perdón”, ya con eso…

Ciper, en Chile, es otro medio “independiente” financiado por la OSF. Ahí, jamás se toca a Daniel Jadue, candidato del chavismo para las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo a fin de año. Pero, en cambio, todo lo que huela a derecha es investigado con acuciosidad y hasta analizado en el VAR.

Y ni hablar de ejemplos auténticamente sinvergüenzas, como el diario español ‘El País’, que se dice “independiente” cuando uno de sus accionistas es el banco Santander.

Lo más grave es que ‘El País’ y toda esa caterva de portalitos que se dicen “independientes” y “libres”, les piden a sus lectores que se suscriban o les hagan “donativos”, con el discurso, cínico y ladrón, de que están fomentando la libertad de prensa y el contrapeso al poder, cuando, en realidad, están más que financiados por los aliados del narcocomunismo. A ese nivel de vileza y ratería llegan.

Su periodismo militante, servil a objetivos políticos que van contra la sociedad y el estado de derecho, solamente envilece a la profesión y es la más alta traición a la deontología de este oficio.

Así que cuando lea algún medio que se diga “independiente”, cuídese… elogio en boca propia es vituperio.

P.D.: Si algo nos pasa, es que desean callarnos

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com