/ miércoles 8 de junio de 2022

Expediente Confidencial | El factor Colosio

Tras las elecciones del domingo, se ha recrudecido la presión al dirigente, o más bien dueño, de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, para que acepte subirse a la llamada 'alianza opositora', que integran PRI, PAN y PRD, pero, sobre todo, para que Luis Donaldo Colosio Riojas sea el candidato de esa amalgama.

Y no es que Colosio sea el estadista que México espera, o que tenga una popularidad arrasadora. Simplemente, tiene un apellido que, por sí mismo, es una marca, a lo cual se suma el hecho de que, justamente en 2024, se cumplen treinta años del homicidio de su padre, en Lomas Taurinas.

PRI, PAN y PRD consideran que esos dos factores bastan para derrotar a Morena dentro de dos años.

Delgado ya les dijo, dos veces más, tras los comicios, que 'no'. Una vez, a través de Ivonne Ortega, ex priista y ahora "coordinadora nacional" de MC. Otra, él mismo, por medio de una entrevista publicada, el martes, en El Universal.

Claudio X. González y Alejandro Ramírez, dueño de Cinépolis este último, han intentado, por todos los medios, armar un frente 'anti AMLO' desde el mismo día en que López Obrador tomó posesión. El problema es que les ha faltado un candidato. Primero, intentaron crearlo en Gustavo de Hoyos y, lógicamente, fallaron. En De Hoyos no hay materia prima ni para hacerlo candidato a presidente de su residencial privado. Gris, sin carisma, parco, elitista...

Luego, intentaron con Ricardo Anaya, buscando emular lo que hizo AMLO, pero en un estilo 'nice': llevándolo a recorrer el país, como si fuese el Hombre Cobertura de Movistar, con cámaras acompañándolo. Esa "estrategia" de copy-paste, realizada, además, como en fotocopiadora de los años ochentas, por lo mal calcada, obviamente, fracasó. Por eso, o pese a ello, también intentaron que Anaya 'pusiera' la agenda de la semana, subiendo a redes sociales un vídeo, los lunes, donde el 'Chicken Little' pontificara sobre temas actuales.

Esa segunda "estrategia" arrojó el famoso resultado de la caguama, cuando comparó al presidente con quienes, en vez de darle primacía al pago de servicios, se gastan el dinero de su sueldo en cerveza ¿Cierto? Si ¿Impopular? También. Sí Anaya hubiese sido un 'influencer' que hiciera crítica social, pues nada pasaría. Pero Anaya quería, o quiere, ser presidente, y eso le costó una avalancha de burlas en redes.

Con De Hoyos cómodamente instalado en su despacho y Anaya despidiendo un aroma como el de esos pollos que los supermercados ponen de oferta, González y Ramírez aceptan que no tienen la onza y, por eso, como buenos ricos, buscan comprar lo que no tienen, lo que fueron incapaces de crear.

De entrada, ahí hay un punto debatible: ¿Un candidato presidencial exitoso, en esta época, tras el desastre de Peña, se puede 'crear', de la nada?

PERFIL

Un análisis somero de los perfiles que vencieron al populismo de izquierda en otros países latinoamericanos, demuestra que se trata de políticos o personajes ya muy conocidos, que tuvieron que sufrir una o dos derrotas, antes de poder vencer. Es decir, siguieron la ruta de los izquierdistas a quienes vencieron, pero no en cuanto a disfrazarse del Hombre Cobertura, sino en el sentido de la insistencia.

Por ejemplo, Guillermo Lasso, actual presidente de Ecuador, perdió dos veces, en 2013 y 2017, antes de ganar en 2021. Luis Alberto Lacalle Pou, mandatario de Uruguay, cayó en 2014, para luego triunfar en 2019.

Cuando no se dio esta perseverancia, hubo otra condición: se trataba de personajes ya conocidos, pero 'outsiders', es decir, fuera del 'establishment' político. No se pretendía que regresaran los mismos, sino que eran caras nuevas. Ejemplo de esto es Jair Bolsonaro, quien sí estaba en política, pero se manejó siempre como alguien que estaba contra todo el 'establishment', y no fue postulado por el partido históricamente opositor a Lula y su movimiento, que era el PSDB, sino por una coalición de 'bonsáis', encabezada por el PSL, que también lo era.

También está el caso de Mauricio Macri quien, primero, fue jefe de gobierno de Buenos Aires por ocho años y, con la exposición mediática y social que da ese cargo, se lanzó, en 2015, por la presidencia. Pero, aún antes de ser político, Macri fue presidente del Boca Juniors durante 13 años, siendo el mandatario más exitoso de ese club, con 17 títulos logrados. Es decir, a Macri no lo creó nadie, sino que ya era una marca cuando se lanzó contra los kirchneristas.

Un tercer camino para vencer al populismo de izquierdas es el recorrido por Nayib Bukele. El presidente salvadoreño era parte de ese populismo, como militante y luego alcalde del FMLN, pero, a mitad de su gestión en San Salvador, rompió con este. Era muy popular y todo ese capital político se lo llevó a un partido pequeño, GANA (Gran Alianza por la Unidad Nacional), con el que venció en las elecciones presidenciales. Bukele, quien es un hombre muy inteligente, se dio cuenta que la única forma de vencer al 'establishment' salvadoreño, que llevaba 20 años en el poder, era desde adentro. Y lo hizo.

Antes de que alguien diga que eso es lo que podrían hacer Ricardo Monreal o Marcelo Ebrard, es menester recordar que Bukele no tenía el pasado político de ellos y, por eso, pudo hacer ese deslinde, no solamente sin consecuencias, sino rentabilizándolo. Era una cara nueva. En este momento, no hay en México alguien como Bukele.

Entonces, vemos que, para vencer al populismo de izquierdas, se necesita un candidato que ya sea un producto político, sea por la exposición que ha tenido en razón de su trayectoria -Macri como presidente de Boca Juniors y alcalde de Buenos Aires, Bukele como alcalde de San Salvador-, o de su discurso -Bolsonaro con su narrativa antisistema-.

Lacalle combina la exposición -fue congresista nacional durante 19 años- con la insistencia -postularse en dos elecciones seguidas-. Lasso no tuvo grandes cargos en este siglo y, por ello, debió llamar tres veces a la puerta, para compensar esa falta de exposición continua. La carencia de un factor debe compensarse.

Pero siempre están ahí, cuando menos, dos de esos tres factores: insistencia, exposición, discurso. Si no se da esta condición, no hay camino.

Por esa razón, tratar de 'crear' un candidato en De Hoyos, pensando en vencer para 2024, era un absoluto despropósito. Por otro lado, la insistencia debe tener un sustento. Lasso perdió en 2017 por 2.32 puntos. Lacalle cayó en 2019 por 13 unidades ¡Anaya fue derrotado por 31 puntos en 2018! Otro dato que condena al panista es que ningún candidato derrotado por el populismo de izquierdas, en su ascenso al poder, fue quien lo sacó... Henrique Salas Römer en Venezuela, Álvaro Noboa en Ecuador, Jorge Larrañaga en Uruguay, José Serra en Brasil, quienes fueron los derrotados por Hugo Chávez, Rafael Correa, Tabare Vázquez y 'Lula', jamás pudieron vencer a ese populismo. La razón es simple: ellos representaban lo que sus ciudadanos rechazaron, votando por las izquierdas.

COLOSIO

Que Colosio es una marca, resulta indudable. Es una marca que simboliza martirio. Colosio es sinónimo de víctima del 'establishment' y, con mayor precisión, del salinismo...

La idea de vender una especie de opositor al 'establishment', que, sin embargo, es cómodo para ese 'establishment', alienta a la coalición PRI-PAN-PRD. Y ahí está su primer problema: no han entendido que no entienden. Buscan simular, en vez de hacer un verdadero acto de contrición por los errores, graves, grosos, que cometieron en el pasado, aunque les pese aceptarlo.

La primacía del pensamiento calderonista, que es una amalgama singular entre clasismo, elitismo y negación de la realidad, le pesa mucho a la oposición.

No se puede seguir argumentando que las políticas neoliberales son maravillosas, cuando dejaron una desigualdad tan brutal; cuando, merced a estas, millones de familias mexicanas ya no pueden aspirar, ni a una casa, ni a un automóvil, algo a lo que sí podían aspirar esos millones en el pasado. Hoy tenemos, y podemos verlo en Tijuana, a miles de familias que están condenadas a radicar, eternamente, en una vivienda alquilada, y cada vez de peor calidad y en peores condiciones, porque los arrendamientos también se están elevando a las nubes.

No se puede seguir argumentando que volver al pasado es lo mejor, cuando ese pasado ha dejado salarios terribles, con los que una familia no puede vivir dignamente, mientras los hijos de miles de empresarios se van de paseo, cada año, cuando menos, a Cancún, sino es que a Ibiza, Miami o Bahamas. Pensar que hay quien nace con derecho a tenerlo todo y hay quien nace para vivir toda la vida sin nada, es no solamente injusto, sino obtuso.

Luego, cuando el gran tema, hoy por hoy, para las familias de a pie, es la inflación, es que el dinero cada vez alcanza para menos, la oposición de PRI, PAN y PRD cree que el mayor problema es el Tren Maya, Dos Bocas o el AIFA. Cree que los problemas que no dejan dormir a sus patrocinadores, son los mismos que preocupan a la gente común. Y no.

Peor aún ¿Por qué quieren 'tronar', digamos, al AIFA? ¡Para que se haga el NAIM de Texcoco! ¿Y por qué quieren eso? Porque sus patrocinadores tenían terrenos ahí, que iban a vender, tal cual, o convertidos en rentables fraccionamientos y centros comerciales ¿A la gente común le interesa que 'truene' el AIFA? No. El 95% no vuela, ni volará en avión. Y así en otros casos ¿A la gente le interesa que 'cruja' el Tren Maya o los manglares? No. Le interesa qué va a comer mañana o, en el 'mejor' de los casos, cómo va a pagar la renta del departamento, la reparación del automóvil o la colegiatura de los hijos.

Y, por supuesto, López Obrador no ha resuelto nada, absolutamente nada de esos pendientes. Ninguno. López Obrador solamente da palabras, mientras instala un narco régimen, porque al crimen organizado, eso sí, busca cumplirle lo que, cada vez queda más claro, le prometió.

Pero el hecho de que el presente morenista sea nefasto, no hace bueno, por si mismo, al pasado. Tener un narco régimen gobernando Sinaloa, no hace buenos a Javier y César Duarte, o a Roberto Borge y Rodrigo Medina.

He ahí el primer argumento para señalar que el optimismo aliancista, en el sentido de que Colosio es su -nuevo- salvador, es un argumento cuya solidez es igual a la de un hielo al sol.

El 26 de mayo, se publicó en El Universal una encuesta de Buendía y Márquez, con las preferencias ciudadanas para las elecciones de 2024. No hicieron -malamente- un careo directo de Colosio, como abanderado de toda la oposición, contra Morena, pero si lo incluyeron como candidato de MC, mientras los postulantes aliancistas eran Margarita Zavala en un caso, Santiago Creel en otro y Enrique De la Madrid en alguno más. En el mejor escenario, sumando a toda la oposición -Colosio y Zavala-, ante los morenistas Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, estos últimos sacaban, todavía, ventajas de cinco puntos.

Esos cinco puntos, sin verdadero análisis, desde la calentura, desde la desesperación, es lo que han motivado la andanada contra MC y su dirigente, para -casi- obligarlo a unirse a la alianza opositora y, sobre todo, entregarles a Colosio.

Sin embargo, en este momento, Colosio y la alianza opositora son, mutuamente, un clavo ardiendo, más que un camino venturoso.

Primero, cinco puntos es casi lo que Peña le sacó a López Obrador en 2012 -5.59, exactamente- y significaron poco más de 3.3 millones de votos. Es decir, no es que ya le estén pisando los talones a Morena.

Se podrá argumentar que, ya en campaña, se puede cerrar esa brecha e, incluso, darle la vuelta a la tortilla, pero esa idea tiene más sustento en el optimismo desesperado que en la realidad...

A López Obrador, en 2012 -y en 2006- le faltaba una herramienta de la cual, igualmente, carecerá la oposición en 2024: gobernadores. Morena tendrá a la inmensa mayoría y eso le facilitará operar en los estados. Viceversa de la oposición.

Por otra parte, en cuanto Colosio fuese abanderado por el priismo, habría millones que le darían la espalda, simple y sencillamente porque estaría uniéndose a quienes, para una buena parte de la población, asesinaron a su padre. Argumentos 'estratégicos' como el perdón no funcionarían, mucho menos en una sociedad que, hoy por hoy, es reptiliana...

Así que, si Colosio va como candidato de toda la oposición, lejos de acercarse a Morena, acabaría a 8 o 9 puntos...

Por otro lado, el ideario que manejan Colosio y MC no es muy distinto del 'abrazos, no balazos' del presidente. Plantean, por ejemplo, acabar con la prisión preventiva, en abstracto, para que sean los jueces quienes, caso por caso, decidan si alguien se queda encerrado, en lo que se dirime su juicio. Obviamente, eso dejaría sueltos a miles de sicarios y elementos del narcotráfico, que no son únicamente 'dealers', sino también 'robacarros', 'halcones', tratantes, proxenetas, ladrones de casas, de comercios... porque el narcotráfico ya controla toda la estructura criminal. Y sería la mejor noticia que, amenazando a cuanto juez se interpusiera en su camino, sus 'trabajadores' pudieran andar sueltos por las calles, independientemente de los delitos que hayan cometido.

De seguir como vamos, la inmensa mayoría del voto opositor a Morena será emitido por quienes se sienten inseguros, por quienes ya no aguantan la criminalidad. Y Colosio y su partido distan de ser la mano dura que México necesita.

A ello se suma la inmadurez que Colosio ha mostrado en su cargo actual, como presidente municipal de Monterrey, donde, incluso, fue exhibido en aparente estado de ebriedad, durante una sesión virtual de cabildo que intentó llevar a cabo desde Nueva York, donde estaba en un viaje dizque de trabajo. Al final, la sesión tuvo que ser suspendida, bajo el argumento de 'fallas técnicas', por la secretaria del ayuntamiento, Ana Lucía Riojas Martínez, quien, además, es prima de Colosio, en un lance claramente nepotista, que tampoco lo deja bien parado.

CONCLUSIÓN

Dante Delgado es un viejo lobo de mar y sabe que Colosio es, hoy por hoy, el más deseado y codiciado por esa alianza opositora que han aceitado Claudio X. González y Alejandro Ramírez...

Yo todavía no descarto que Dante, cual 'Aventurera', simplemente esté buscando vender caro su amor, o más bien, el de Colosio, y esa sea la razón de su negativa cerril.

Pero si ese rechazo fuese, auténticamente, por estrategia, Dante no está errado.

Si Colosio va solo en 2024 y pierde, de cualquier forma MC logrará más diputados federales, senadores y cargos locales que los actuales, por el típico efecto 'ola'.

No sería remoto, tampoco, que pudiera obtener un segundo lugar que le permitiera hacer alcancía para 2030, aunque, para poder romper el 'cochinito' en seis años más, necesitaría tener, en 2027, un cargo que le permitiera mayor exposición nacional, como puede ser una diputación federal y, con ello, la coordinación parlamentaria de MC.

Ahí se cumplirían las condiciones de insistencia y exposición, necesarias para vencer a los populismos de izquierda.

Quizás, Dante ve dos cosas. Una, el PRI está agonizando y, si en 2027 desaparece, Colosio ya podría abanderar una alianza opositora, tres años más tarde, sin que ahí estuviera el tricolor. Se eliminaría el peligro de una foto de Colosio en un templete, junto a Claudia Ruiz Massieu...

Dos, tal vez en 2030 el gran tema ya no sea la seguridad, bien porque el morenista que gane haga las cosas mejor en ese sentido, o porque Ebrard o Sheinbaum hagan un pacto de "paz" con el narcotráfico, o porque haya otro problema aún peor. Así, el ideario de MC, que, insisto, es muy similar al 'abrazos, no balazos', aunque más refinado, ya no haría ruido a los votantes opositores.

Añadiría también que, claramente, MC no está tan peleado con López Obrador como PRI, PAN y PRD. Siendo así, Dante quizás, vislumbra que el ex presidente, o su grupo, si él ya no vive, apoyarían a Colosio, en caso de que Sheinbaum o, sobre todo, Ebrard, los desplace del poder, en algo como lo ocurrido con Lenin Moreno en Ecuador.

Decía Fidel Castro que, en los peores momentos, había que esperar y resistir. Posiblemente, Dante está siguiendo esa máxima.

Lo cierto es que la oposición debe bajarse del tono 'Made in Mexico', de su tufo 'whitexican', debe ser menos Palacio de Hierro y ser más 'totalmente Suburbia'. De lo contrario, serán como los que buscaban matar al ladrón, en aquella melodía, satírica, jocosa, escrita por el argentino Cacho Castaña, que estaban desesperados por hallarlo, con las ganas y las heridas de su orgullo ardorosas, pero no conocían ni el camino, ni las montañas para encontrarlo.

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

Tras las elecciones del domingo, se ha recrudecido la presión al dirigente, o más bien dueño, de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, para que acepte subirse a la llamada 'alianza opositora', que integran PRI, PAN y PRD, pero, sobre todo, para que Luis Donaldo Colosio Riojas sea el candidato de esa amalgama.

Y no es que Colosio sea el estadista que México espera, o que tenga una popularidad arrasadora. Simplemente, tiene un apellido que, por sí mismo, es una marca, a lo cual se suma el hecho de que, justamente en 2024, se cumplen treinta años del homicidio de su padre, en Lomas Taurinas.

PRI, PAN y PRD consideran que esos dos factores bastan para derrotar a Morena dentro de dos años.

Delgado ya les dijo, dos veces más, tras los comicios, que 'no'. Una vez, a través de Ivonne Ortega, ex priista y ahora "coordinadora nacional" de MC. Otra, él mismo, por medio de una entrevista publicada, el martes, en El Universal.

Claudio X. González y Alejandro Ramírez, dueño de Cinépolis este último, han intentado, por todos los medios, armar un frente 'anti AMLO' desde el mismo día en que López Obrador tomó posesión. El problema es que les ha faltado un candidato. Primero, intentaron crearlo en Gustavo de Hoyos y, lógicamente, fallaron. En De Hoyos no hay materia prima ni para hacerlo candidato a presidente de su residencial privado. Gris, sin carisma, parco, elitista...

Luego, intentaron con Ricardo Anaya, buscando emular lo que hizo AMLO, pero en un estilo 'nice': llevándolo a recorrer el país, como si fuese el Hombre Cobertura de Movistar, con cámaras acompañándolo. Esa "estrategia" de copy-paste, realizada, además, como en fotocopiadora de los años ochentas, por lo mal calcada, obviamente, fracasó. Por eso, o pese a ello, también intentaron que Anaya 'pusiera' la agenda de la semana, subiendo a redes sociales un vídeo, los lunes, donde el 'Chicken Little' pontificara sobre temas actuales.

Esa segunda "estrategia" arrojó el famoso resultado de la caguama, cuando comparó al presidente con quienes, en vez de darle primacía al pago de servicios, se gastan el dinero de su sueldo en cerveza ¿Cierto? Si ¿Impopular? También. Sí Anaya hubiese sido un 'influencer' que hiciera crítica social, pues nada pasaría. Pero Anaya quería, o quiere, ser presidente, y eso le costó una avalancha de burlas en redes.

Con De Hoyos cómodamente instalado en su despacho y Anaya despidiendo un aroma como el de esos pollos que los supermercados ponen de oferta, González y Ramírez aceptan que no tienen la onza y, por eso, como buenos ricos, buscan comprar lo que no tienen, lo que fueron incapaces de crear.

De entrada, ahí hay un punto debatible: ¿Un candidato presidencial exitoso, en esta época, tras el desastre de Peña, se puede 'crear', de la nada?

PERFIL

Un análisis somero de los perfiles que vencieron al populismo de izquierda en otros países latinoamericanos, demuestra que se trata de políticos o personajes ya muy conocidos, que tuvieron que sufrir una o dos derrotas, antes de poder vencer. Es decir, siguieron la ruta de los izquierdistas a quienes vencieron, pero no en cuanto a disfrazarse del Hombre Cobertura, sino en el sentido de la insistencia.

Por ejemplo, Guillermo Lasso, actual presidente de Ecuador, perdió dos veces, en 2013 y 2017, antes de ganar en 2021. Luis Alberto Lacalle Pou, mandatario de Uruguay, cayó en 2014, para luego triunfar en 2019.

Cuando no se dio esta perseverancia, hubo otra condición: se trataba de personajes ya conocidos, pero 'outsiders', es decir, fuera del 'establishment' político. No se pretendía que regresaran los mismos, sino que eran caras nuevas. Ejemplo de esto es Jair Bolsonaro, quien sí estaba en política, pero se manejó siempre como alguien que estaba contra todo el 'establishment', y no fue postulado por el partido históricamente opositor a Lula y su movimiento, que era el PSDB, sino por una coalición de 'bonsáis', encabezada por el PSL, que también lo era.

También está el caso de Mauricio Macri quien, primero, fue jefe de gobierno de Buenos Aires por ocho años y, con la exposición mediática y social que da ese cargo, se lanzó, en 2015, por la presidencia. Pero, aún antes de ser político, Macri fue presidente del Boca Juniors durante 13 años, siendo el mandatario más exitoso de ese club, con 17 títulos logrados. Es decir, a Macri no lo creó nadie, sino que ya era una marca cuando se lanzó contra los kirchneristas.

Un tercer camino para vencer al populismo de izquierdas es el recorrido por Nayib Bukele. El presidente salvadoreño era parte de ese populismo, como militante y luego alcalde del FMLN, pero, a mitad de su gestión en San Salvador, rompió con este. Era muy popular y todo ese capital político se lo llevó a un partido pequeño, GANA (Gran Alianza por la Unidad Nacional), con el que venció en las elecciones presidenciales. Bukele, quien es un hombre muy inteligente, se dio cuenta que la única forma de vencer al 'establishment' salvadoreño, que llevaba 20 años en el poder, era desde adentro. Y lo hizo.

Antes de que alguien diga que eso es lo que podrían hacer Ricardo Monreal o Marcelo Ebrard, es menester recordar que Bukele no tenía el pasado político de ellos y, por eso, pudo hacer ese deslinde, no solamente sin consecuencias, sino rentabilizándolo. Era una cara nueva. En este momento, no hay en México alguien como Bukele.

Entonces, vemos que, para vencer al populismo de izquierdas, se necesita un candidato que ya sea un producto político, sea por la exposición que ha tenido en razón de su trayectoria -Macri como presidente de Boca Juniors y alcalde de Buenos Aires, Bukele como alcalde de San Salvador-, o de su discurso -Bolsonaro con su narrativa antisistema-.

Lacalle combina la exposición -fue congresista nacional durante 19 años- con la insistencia -postularse en dos elecciones seguidas-. Lasso no tuvo grandes cargos en este siglo y, por ello, debió llamar tres veces a la puerta, para compensar esa falta de exposición continua. La carencia de un factor debe compensarse.

Pero siempre están ahí, cuando menos, dos de esos tres factores: insistencia, exposición, discurso. Si no se da esta condición, no hay camino.

Por esa razón, tratar de 'crear' un candidato en De Hoyos, pensando en vencer para 2024, era un absoluto despropósito. Por otro lado, la insistencia debe tener un sustento. Lasso perdió en 2017 por 2.32 puntos. Lacalle cayó en 2019 por 13 unidades ¡Anaya fue derrotado por 31 puntos en 2018! Otro dato que condena al panista es que ningún candidato derrotado por el populismo de izquierdas, en su ascenso al poder, fue quien lo sacó... Henrique Salas Römer en Venezuela, Álvaro Noboa en Ecuador, Jorge Larrañaga en Uruguay, José Serra en Brasil, quienes fueron los derrotados por Hugo Chávez, Rafael Correa, Tabare Vázquez y 'Lula', jamás pudieron vencer a ese populismo. La razón es simple: ellos representaban lo que sus ciudadanos rechazaron, votando por las izquierdas.

COLOSIO

Que Colosio es una marca, resulta indudable. Es una marca que simboliza martirio. Colosio es sinónimo de víctima del 'establishment' y, con mayor precisión, del salinismo...

La idea de vender una especie de opositor al 'establishment', que, sin embargo, es cómodo para ese 'establishment', alienta a la coalición PRI-PAN-PRD. Y ahí está su primer problema: no han entendido que no entienden. Buscan simular, en vez de hacer un verdadero acto de contrición por los errores, graves, grosos, que cometieron en el pasado, aunque les pese aceptarlo.

La primacía del pensamiento calderonista, que es una amalgama singular entre clasismo, elitismo y negación de la realidad, le pesa mucho a la oposición.

No se puede seguir argumentando que las políticas neoliberales son maravillosas, cuando dejaron una desigualdad tan brutal; cuando, merced a estas, millones de familias mexicanas ya no pueden aspirar, ni a una casa, ni a un automóvil, algo a lo que sí podían aspirar esos millones en el pasado. Hoy tenemos, y podemos verlo en Tijuana, a miles de familias que están condenadas a radicar, eternamente, en una vivienda alquilada, y cada vez de peor calidad y en peores condiciones, porque los arrendamientos también se están elevando a las nubes.

No se puede seguir argumentando que volver al pasado es lo mejor, cuando ese pasado ha dejado salarios terribles, con los que una familia no puede vivir dignamente, mientras los hijos de miles de empresarios se van de paseo, cada año, cuando menos, a Cancún, sino es que a Ibiza, Miami o Bahamas. Pensar que hay quien nace con derecho a tenerlo todo y hay quien nace para vivir toda la vida sin nada, es no solamente injusto, sino obtuso.

Luego, cuando el gran tema, hoy por hoy, para las familias de a pie, es la inflación, es que el dinero cada vez alcanza para menos, la oposición de PRI, PAN y PRD cree que el mayor problema es el Tren Maya, Dos Bocas o el AIFA. Cree que los problemas que no dejan dormir a sus patrocinadores, son los mismos que preocupan a la gente común. Y no.

Peor aún ¿Por qué quieren 'tronar', digamos, al AIFA? ¡Para que se haga el NAIM de Texcoco! ¿Y por qué quieren eso? Porque sus patrocinadores tenían terrenos ahí, que iban a vender, tal cual, o convertidos en rentables fraccionamientos y centros comerciales ¿A la gente común le interesa que 'truene' el AIFA? No. El 95% no vuela, ni volará en avión. Y así en otros casos ¿A la gente le interesa que 'cruja' el Tren Maya o los manglares? No. Le interesa qué va a comer mañana o, en el 'mejor' de los casos, cómo va a pagar la renta del departamento, la reparación del automóvil o la colegiatura de los hijos.

Y, por supuesto, López Obrador no ha resuelto nada, absolutamente nada de esos pendientes. Ninguno. López Obrador solamente da palabras, mientras instala un narco régimen, porque al crimen organizado, eso sí, busca cumplirle lo que, cada vez queda más claro, le prometió.

Pero el hecho de que el presente morenista sea nefasto, no hace bueno, por si mismo, al pasado. Tener un narco régimen gobernando Sinaloa, no hace buenos a Javier y César Duarte, o a Roberto Borge y Rodrigo Medina.

He ahí el primer argumento para señalar que el optimismo aliancista, en el sentido de que Colosio es su -nuevo- salvador, es un argumento cuya solidez es igual a la de un hielo al sol.

El 26 de mayo, se publicó en El Universal una encuesta de Buendía y Márquez, con las preferencias ciudadanas para las elecciones de 2024. No hicieron -malamente- un careo directo de Colosio, como abanderado de toda la oposición, contra Morena, pero si lo incluyeron como candidato de MC, mientras los postulantes aliancistas eran Margarita Zavala en un caso, Santiago Creel en otro y Enrique De la Madrid en alguno más. En el mejor escenario, sumando a toda la oposición -Colosio y Zavala-, ante los morenistas Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, estos últimos sacaban, todavía, ventajas de cinco puntos.

Esos cinco puntos, sin verdadero análisis, desde la calentura, desde la desesperación, es lo que han motivado la andanada contra MC y su dirigente, para -casi- obligarlo a unirse a la alianza opositora y, sobre todo, entregarles a Colosio.

Sin embargo, en este momento, Colosio y la alianza opositora son, mutuamente, un clavo ardiendo, más que un camino venturoso.

Primero, cinco puntos es casi lo que Peña le sacó a López Obrador en 2012 -5.59, exactamente- y significaron poco más de 3.3 millones de votos. Es decir, no es que ya le estén pisando los talones a Morena.

Se podrá argumentar que, ya en campaña, se puede cerrar esa brecha e, incluso, darle la vuelta a la tortilla, pero esa idea tiene más sustento en el optimismo desesperado que en la realidad...

A López Obrador, en 2012 -y en 2006- le faltaba una herramienta de la cual, igualmente, carecerá la oposición en 2024: gobernadores. Morena tendrá a la inmensa mayoría y eso le facilitará operar en los estados. Viceversa de la oposición.

Por otra parte, en cuanto Colosio fuese abanderado por el priismo, habría millones que le darían la espalda, simple y sencillamente porque estaría uniéndose a quienes, para una buena parte de la población, asesinaron a su padre. Argumentos 'estratégicos' como el perdón no funcionarían, mucho menos en una sociedad que, hoy por hoy, es reptiliana...

Así que, si Colosio va como candidato de toda la oposición, lejos de acercarse a Morena, acabaría a 8 o 9 puntos...

Por otro lado, el ideario que manejan Colosio y MC no es muy distinto del 'abrazos, no balazos' del presidente. Plantean, por ejemplo, acabar con la prisión preventiva, en abstracto, para que sean los jueces quienes, caso por caso, decidan si alguien se queda encerrado, en lo que se dirime su juicio. Obviamente, eso dejaría sueltos a miles de sicarios y elementos del narcotráfico, que no son únicamente 'dealers', sino también 'robacarros', 'halcones', tratantes, proxenetas, ladrones de casas, de comercios... porque el narcotráfico ya controla toda la estructura criminal. Y sería la mejor noticia que, amenazando a cuanto juez se interpusiera en su camino, sus 'trabajadores' pudieran andar sueltos por las calles, independientemente de los delitos que hayan cometido.

De seguir como vamos, la inmensa mayoría del voto opositor a Morena será emitido por quienes se sienten inseguros, por quienes ya no aguantan la criminalidad. Y Colosio y su partido distan de ser la mano dura que México necesita.

A ello se suma la inmadurez que Colosio ha mostrado en su cargo actual, como presidente municipal de Monterrey, donde, incluso, fue exhibido en aparente estado de ebriedad, durante una sesión virtual de cabildo que intentó llevar a cabo desde Nueva York, donde estaba en un viaje dizque de trabajo. Al final, la sesión tuvo que ser suspendida, bajo el argumento de 'fallas técnicas', por la secretaria del ayuntamiento, Ana Lucía Riojas Martínez, quien, además, es prima de Colosio, en un lance claramente nepotista, que tampoco lo deja bien parado.

CONCLUSIÓN

Dante Delgado es un viejo lobo de mar y sabe que Colosio es, hoy por hoy, el más deseado y codiciado por esa alianza opositora que han aceitado Claudio X. González y Alejandro Ramírez...

Yo todavía no descarto que Dante, cual 'Aventurera', simplemente esté buscando vender caro su amor, o más bien, el de Colosio, y esa sea la razón de su negativa cerril.

Pero si ese rechazo fuese, auténticamente, por estrategia, Dante no está errado.

Si Colosio va solo en 2024 y pierde, de cualquier forma MC logrará más diputados federales, senadores y cargos locales que los actuales, por el típico efecto 'ola'.

No sería remoto, tampoco, que pudiera obtener un segundo lugar que le permitiera hacer alcancía para 2030, aunque, para poder romper el 'cochinito' en seis años más, necesitaría tener, en 2027, un cargo que le permitiera mayor exposición nacional, como puede ser una diputación federal y, con ello, la coordinación parlamentaria de MC.

Ahí se cumplirían las condiciones de insistencia y exposición, necesarias para vencer a los populismos de izquierda.

Quizás, Dante ve dos cosas. Una, el PRI está agonizando y, si en 2027 desaparece, Colosio ya podría abanderar una alianza opositora, tres años más tarde, sin que ahí estuviera el tricolor. Se eliminaría el peligro de una foto de Colosio en un templete, junto a Claudia Ruiz Massieu...

Dos, tal vez en 2030 el gran tema ya no sea la seguridad, bien porque el morenista que gane haga las cosas mejor en ese sentido, o porque Ebrard o Sheinbaum hagan un pacto de "paz" con el narcotráfico, o porque haya otro problema aún peor. Así, el ideario de MC, que, insisto, es muy similar al 'abrazos, no balazos', aunque más refinado, ya no haría ruido a los votantes opositores.

Añadiría también que, claramente, MC no está tan peleado con López Obrador como PRI, PAN y PRD. Siendo así, Dante quizás, vislumbra que el ex presidente, o su grupo, si él ya no vive, apoyarían a Colosio, en caso de que Sheinbaum o, sobre todo, Ebrard, los desplace del poder, en algo como lo ocurrido con Lenin Moreno en Ecuador.

Decía Fidel Castro que, en los peores momentos, había que esperar y resistir. Posiblemente, Dante está siguiendo esa máxima.

Lo cierto es que la oposición debe bajarse del tono 'Made in Mexico', de su tufo 'whitexican', debe ser menos Palacio de Hierro y ser más 'totalmente Suburbia'. De lo contrario, serán como los que buscaban matar al ladrón, en aquella melodía, satírica, jocosa, escrita por el argentino Cacho Castaña, que estaban desesperados por hallarlo, con las ganas y las heridas de su orgullo ardorosas, pero no conocían ni el camino, ni las montañas para encontrarlo.

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