Más tardó este autor en escribir los textos sobre lo ocurrido en Jalisco, Guanajuato y Chihuahua, que los actos terroristas del narcotráfico en llegar a Baja California.
Es regla no escrita: lo malo siempre llega. No falla la máxima del poema de Niemöller. Un día estás mirando la desgracia de otros y a la mañana siguiente es la tuya.
Y de Niemöller, la madrugada transcurrió hacia Murray y Callander, con miles de personas angustiadas por sus seres queridos, pensando en cómo volverían a casa ante el egoísmo de los transportistas tijuanenses que, como bien documentó la periodista Khennia Reyes, antes de solicitar apoyo de las autoridades, se largaron a casa y dejaron, a merced de esos mismos criminales de quienes huyeron, a miles de tijuanenses, que no tenían forma de volver a sus hogares. Los de cartera más holgada pagaron tarifas delirantes por un vehículo de plataforma. Los menos pudientes, que siempre son los que más sufren, regresaron caminando, jugándosela.
Huir fue uno de los verbos que más se conjugó anoche. La huída, en los inocentes, es búsqueda de salvación. En los cobardes, se asemeja a la de los ratones. La fila de vehículos, infinita, que buscaba cruzar, anoche, por la garita centro de Mexicali hacia la vecina Calexico, demuestra lo que presagiábamos en el texto que elaboramos horas antes: los que tienen doble nacionalidad o 'green card', salen corriendo en cuanto le dan un golpe a la cloaca donde viven su plácida existencia, ajenos a las penurias de quienes no tienen el privilegio de escapar, como ellos. Su patria es México si se trata de emborracharse y cometer excesos, porque les facilita salir indemnes. Pero se vuelven estadounidenses cuando asoman las ratas grandes y hediondas por sus terrenos. Usan su privilegio de no ser de aquí, ni de allá, en sentido opuesto al postulado por Cabral
Digna de análisis es también la cascada de encierros decretados, para hoy sábado, en multitud de instituciones y empresas. Calimax hasta se aventó la puntada de 'resucitar' el hashtag #quedateencasa. Ahora, los problemas de seguridad son iguales a una pandemia. Una cosa es la prudencia, siempre útil, otra el tiritar. Esto último es la carta de triunfo más grande que se le puede entregar al crimen. Imagínese si cada vez que los múltiples grupos de escoria que pululan por Acapulco hicieran sus desmanes, la iniciativa privada y la sociedad civil de allá decretaran confinamientos. Pues ya no habría turismo y el puerto guerrerense sería un poblado de pescadores con ruinas de hoteles. Hay dos formas de encarar los problemas: aprendiendo a vivir con ellos o corriendo como venados a ver hasta dónde nos dan las piernas ¿Qué será mejor?
Valor, otro verbo conjugado anoche, este por varios periodistas tijuanenses. Mis respetos para todos los reporteros de Zeta, Saíd Rodríguez de Televisa, Yolanda Morales de Imagen, Inés García de Milenio, Vicente Calderón de Tijuana Press, que salieron a relatar lo que pasaba. Otros prefirieron conjugar el verbo temor. Una vergüenza los que, desde su casita, "reportearon", como una corresponsal de Televisa en Mexicali, que hizo un enlace desde su sala, en el noticiero de Fernando del Monte. Imagínese que la manden a una guerra. Una de a deveras.
Despertar. Un verbo más que se conjugó. Ayer, muchos bajacalifornianos supieron lo que es el narco de a deveras, sobre todo en lugares como Mexicali y Tecate, que habían visto los toritos desde la barrera. Bueno, amigas y amigos, esto es el crimen organizado, no las tonterías que se ven en 'El Señor de los Cielos' y 'La Reina del Sur'. A estas gentes son a las que idolatran los corridos 'alterados' y las canciones "inofensivas" de 'Los Tucanes de Tijuana', que ponen en sus fiestas y cantan entre cervezas. ¿En serio quieren seguir cantando y escuchando esa basura? ¿En serio quiere seguir dejando que sus hijas e hijos sigan viendo narcoseries? ¿En serio le sigue pareciendo divertida toda esa porquería? Si su respuesta es 'si', entonces, disfrute los siguientes actos terroristas. Es lo suyo.
De los criminales, poco hay que decir. Hacen porque pueden, quieren, los dejan y tienen a su mejor amigo en Palacio Nacional. Algunos "académicos" y "activistas", como María Elena Morera, son aún peores que el presidente. Careciendo de vergüenza y con relaciones cómplices que, como sarampión, les brotan hasta por la cara, todavía dicen que hay que "desmilitarizar" la seguridad.
Y después de la nochecita de ayer, ¿usted quiere abrazos o prefiere balazos?
P.D.: “Quien salva un lobo, sacrifica a las ovejas. Aunque algunos gobiernos y ONGs nos “exigen” proteger a los pandilleros, nosotros estamos para proteger a la población honrada, que por PRIMERA VEZ en décadas, puede sentir lo que significa vivir verdaderamente en paz". Palabras de Nayib Bukele, presidente de El Salvador ¿A poco no le gustaría tener uno así en México?
