/ martes 4 de mayo de 2021

Expediente Confidencial | L12: No podemos permitir que Ebrard llegue a ser presidente


“Ha sido una enorme obra. Hace muchos años que no hacemos una obra de este tamaño… una obra completa, terminada, con la tecnología más avanzada del mundo”. Esas fueron las palabras de Marcelo Ebrard, el 30 de octubre de 2012, cuando, siendo jefe de gobierno del todavía Distrito Federal, inauguró la línea 12 del metro, la “línea dorada”, como la nombraron.


Ayer, un paso elevado de esa línea, sobre el cual corría un vagón lleno de personas inocentes, se vino abajo.


Se vino abajo por estar mal construido. Se vino abajo por falta de mantenimiento. Se vino abajo por LA CORRUPCIÓN.


Y de esa corrupción hay cinco culpables: Ebrard y su eterno sirviente, Mario Delgado, quienes construyeron esa línea. El primero, como ya dijimos, era jefe de gobierno. El segundo, su secretario de Finanzas.


Otro es Miguel Ángel Mancera, que conocía el desastre que era dicha línea, tanto, que detuvo su operación en 2014, para “repararla”. Ni lo hizo, como quedó demostrado ayer, ni encarceló a Ebrard y Delgado. Es tan culpable como ellos…


Y las otras dos culpables son la actual jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y su directora del metro, Florencia Serranía. Sabían de las fallas y nada hicieron para repararlas, pese a que había repetidas alertas ciudadanas sobre, precisamente, el estado del tramo que ayer colapsó. Además, Ya llevan dos tragedias y un incendio en dicho transporte, en menos de tres años.


Todos los involucrados en la edificación de la línea 12 están hoy en Morena: Ebrard, Delgado y Carlos Slim, compadre del presidente, cuya constructora participó en la obra.


Estamos en manos de esa gente. Son quienes hoy tienen el poder en este país.


Eso es, por decir lo menos, preocupante. Hablamos de una mafia que, por su ambición enfermiza, le cambió la vida, para mal, a muchas personas. No solamente de aquellas que sufren la tragedia de haber perdido a un ser amado, sino también de quienes, a consecuencia de este CRIMEN, quedarán amputados, impedidos. Todo por DINERO.


Imaginemos qué pasará con este país si esa mafia gobierna también en los 12 años que irán de 2024 a 2036, como es la ambición de Marcelo Ebrard y Mario Delgado, quienes desean ser los siguientes presidentes…


Ayer, de forma sinvergüenza, Ebrard salió a dar condolencias y a pedir que se investigue y se “deslinden” responsabilidades. Lo hace porque sabe bien que el presidente no lo tocará. Ni a él, ni a su gato Mario Delgado. De Slim ni hablemos. Pero no olvidemos esta tragedia cuando su insufrible yerno, Arturo Elías Ayub, salga a hacerse el simpático y a vendernos al Grupo Carso como la salvación de México.


Por esas personas que ayer murieron o sufrirán consecuencias permanentes por la corrupción en la línea 12, por sus familias, no podemos permitir que Marcelo Ebrard -y mucho menos Mario Delgado, que es peor-, lleguen a gobernar este país. La mierda debe estar en el retrete, no en Palacio Nacional…

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com


“Ha sido una enorme obra. Hace muchos años que no hacemos una obra de este tamaño… una obra completa, terminada, con la tecnología más avanzada del mundo”. Esas fueron las palabras de Marcelo Ebrard, el 30 de octubre de 2012, cuando, siendo jefe de gobierno del todavía Distrito Federal, inauguró la línea 12 del metro, la “línea dorada”, como la nombraron.


Ayer, un paso elevado de esa línea, sobre el cual corría un vagón lleno de personas inocentes, se vino abajo.


Se vino abajo por estar mal construido. Se vino abajo por falta de mantenimiento. Se vino abajo por LA CORRUPCIÓN.


Y de esa corrupción hay cinco culpables: Ebrard y su eterno sirviente, Mario Delgado, quienes construyeron esa línea. El primero, como ya dijimos, era jefe de gobierno. El segundo, su secretario de Finanzas.


Otro es Miguel Ángel Mancera, que conocía el desastre que era dicha línea, tanto, que detuvo su operación en 2014, para “repararla”. Ni lo hizo, como quedó demostrado ayer, ni encarceló a Ebrard y Delgado. Es tan culpable como ellos…


Y las otras dos culpables son la actual jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y su directora del metro, Florencia Serranía. Sabían de las fallas y nada hicieron para repararlas, pese a que había repetidas alertas ciudadanas sobre, precisamente, el estado del tramo que ayer colapsó. Además, Ya llevan dos tragedias y un incendio en dicho transporte, en menos de tres años.


Todos los involucrados en la edificación de la línea 12 están hoy en Morena: Ebrard, Delgado y Carlos Slim, compadre del presidente, cuya constructora participó en la obra.


Estamos en manos de esa gente. Son quienes hoy tienen el poder en este país.


Eso es, por decir lo menos, preocupante. Hablamos de una mafia que, por su ambición enfermiza, le cambió la vida, para mal, a muchas personas. No solamente de aquellas que sufren la tragedia de haber perdido a un ser amado, sino también de quienes, a consecuencia de este CRIMEN, quedarán amputados, impedidos. Todo por DINERO.


Imaginemos qué pasará con este país si esa mafia gobierna también en los 12 años que irán de 2024 a 2036, como es la ambición de Marcelo Ebrard y Mario Delgado, quienes desean ser los siguientes presidentes…


Ayer, de forma sinvergüenza, Ebrard salió a dar condolencias y a pedir que se investigue y se “deslinden” responsabilidades. Lo hace porque sabe bien que el presidente no lo tocará. Ni a él, ni a su gato Mario Delgado. De Slim ni hablemos. Pero no olvidemos esta tragedia cuando su insufrible yerno, Arturo Elías Ayub, salga a hacerse el simpático y a vendernos al Grupo Carso como la salvación de México.


Por esas personas que ayer murieron o sufrirán consecuencias permanentes por la corrupción en la línea 12, por sus familias, no podemos permitir que Marcelo Ebrard -y mucho menos Mario Delgado, que es peor-, lleguen a gobernar este país. La mierda debe estar en el retrete, no en Palacio Nacional…

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com