En memoria de los 3526 bajacalifornianas y bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19 y al mal actuar de las autoridades de salud, federales y estatales. En Tijuana, mueren 23 de cada 100 enfermos de Covid-19, 12 veces más que en San Diego.
Después de lo sucedido con la boda de Ricardo Moreno, secretario particular de Jaime Bonilla, el gobierno autócrata morenista que, por desgracia, manda en Baja California, ya no tiene ninguna autoridad moral para decirle nada a la ciudadanía respecto a la pandemia de Covid-19. Pero que nadie festine. Eso no es para celebrarse.
En este asunto, como en todos los que han ocurrido en este bienio, el morenismo aplicó su máxima favorita, en la cual se refugian del presidente para abajo, en escándalos como este: “se vale porque lo hicimos nosotros, nosotros tenemos el poder y, hagamos lo que hagamos, la gente no va a decir nada, porque la tenemos atontada y todo nos aplaude, pues siguen borrachos de odio y rencor contra el ‘PRIAN’”. Como diría Trump, ya pueden salir y matar a 20 con un rifle, que hay una horda de fanáticos que les justificaría. Aunque el morenismo considera que esa horda de fanáticos es el 70 u 80% de la población, la cifra es debatible y seguramente mucho menor.
Yo me pregunto, si en vez de ser el secretario particular del gobernador quien se casó, hubiese sido el de Gustavo de Hoyos, o Jaime Martínez Veloz, o Julián Leyzaola, ¿el secretario de Salud hubiese sido igual de condescendiente y aplaudidor?
Y aquí viene el otro punto grave: Alonso Pérez ha sido el peor secretario de Salud de toda la historia bajacaliforniana. En abril, pronóstico que habría 3 mil contagios y 500 muertes por el Covid-19, pero van, hasta ayer, más de 19 mil enfermos y se han superado las 3 mil 500 defunciones. Sin embargo, Pérez está ahí porque es un criado que le dice que si a todas las patrañas de su jefe, desde autorizarle una boda al secretario particular de este, hasta prestarse a diagnosticar, sin ningún examen médico, al presidente municipal con un trastorno psiquiátrico, para exhibirlo en uno de los shows matutinos de su patrón, cuando Pérez ni siquiera es psiquiatra, faltando a la más elemental ética de la medicina.
Yo me pregunto, si Morena aún fuera oposición y los desfiguros de Pérez, los malos resultados de Pérez, los hubiese tenido Sergio Tolento o Miguel Osuna ¿qué habrían dicho?
El rasero que los morenistas le aplicaban al “PRIAN”, no es, ni de lejos, el que se aplican a si mismos, ahora que gobiernan. Su soberbia y cinismo son idénticos a los del viejo PRI. No por nada, el último gobernador priista es padrino de la caterva que está en el poder.
Pero como dije, no hay nada que celebrar. La boda de Ricardo Moreno va a justificar grandes imprudencias de los ciudadanos ante una pandemia que está lejísimos de ser controlada. Dirán, con la misma desvergüenza de quienes nos gobiernan, “si ellos pueden, ¿por qué yo no?”.
ESCOBEDO: El sábado, Mario Escobedo hizo pública su ambición de ser gobernador. Algunos comunicadores, bien lubricadas sus manos con aceite de chayote, salieron para aplaudirlo. Dios nos libre de que llegara a la silla. La buena es que Escobedo no tiene forma de ser mandatario estatal. Simple y sencillamente es parte del teatro que debe hacer para que, en su día, Mario Delgado le dé, como premio de consolación, la candidatura a presidente municipal de Tijuana, a cambio de ‘bajarse’ de la contienda por la grande. La mala es, precisamente, que Tijuana podría terminar siendo gobernada por ese impresentable que, el domingo, con justificaciones baratas, dijo que reabrirán los bares en la entidad, sin importar los contagios y muertes que eso traerá ¿Le llegaron al precio? ¿Cuánto le prometieron para su campaña?
P.D.: "Si algo nos pasa, es que quieren callarnos"
P.D. 2: NO A LA REAPERTURA DE ESTADIOS EN BC. TRAERÁ MÁS ENFERMOS Y VIDAS PERDIDAS ¿DE A CÓMO FUERON LAS MORDIDAS QUE DIERON LOS ÁGUILAS DE MEXICALI AL GOBIERNO ESTATAL, PARA QUE LES AUTORIZARAN METER 6 MIL PERSONAS DIARIAS, ESTANDO EN PLENA PANDEMIA?
P.D. 3: Qué deleite leer un texto de Adela Navarro en las páginas de EL SOL DE TIJUANA. Adela, nunca te acabes
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