El próximo domingo 17 de octubre, Román Cota, diputado tecatense, realizará una dinámica que, si funciona, puede cambiar muchas cosas en la democracia bajacaliforniana.
Ese día, Cota efectuará una consulta ciudadana en el parque Miguel Hidalgo del ‘Pueblo Mágico’, de las 9:00 a las 18:00 horas, para conocer la opinión de sus representados, los habitantes del distrito 6 local, en cuanto a la despenalización del aborto.
Existe la perspectiva de que dicho tema se vote en la sesión plenaria que el congreso local llevará a cabo el 21 de este mes.
La pregunta que se efectuará es “¿Estás a favor o en contra de la interrupción legal, médica, libre y judicial del embarazo hasta las 12 semanas de gestación?”.
No será una consulta a mano alzada, sino que se necesitará acudir con la credencial de elector, un requerimiento que le da seriedad al ejercicio referido (https://www.facebook.com/romancotamx/photos/a.119587899448696/647411046666376/)
A mí me parece muy importante lo que está haciendo Cota, pero más trascendente aún es que la ciudadanía acuda y haga exitosa la consulta.
Es importante porque se trata del primer ejercicio de democracia directa en la historia de Baja California.
Cota le está consultando a sus representados sobre cómo votar en un tema, sin duda, trascendente.
Está convirtiéndose en un diputado de hecho y no solamente de nombre.
Eso es inédito. Todos los diputados suelen votar como quieren o guiados por intereses que, la mayor parte de las veces, son opacos.
Pero nunca van y le preguntan a quienes votaron por ellas y ellos, a los que, supuestamente, representan, “oye, ¿cómo votó en este tema?”.
Cota si lo está haciendo.
En Estados Unidos, es cosa habitual que los electores de un distrito puedan manifestarle a su representante cómo desean que vote en tal o cual tema. Y si no hace caso a lo que la mayoría quiere, pues lo mandan a su casa cuando busque reelegirse.
En México, no.
Por eso, si usted vive en el distrito 6 local, acuda.
Toda la vida nos quejamos, con sobrada razón, de que los diputados nunca nos toman en cuenta, de que votan en contra de lo que deseamos.
Bueno, pues he aquí una oportunidad de cambiar las cosas, de que, si esto funciona, otros ciudadanos, de otros distritos, les digan a sus diputados, “yo quiero lo mismo”.
Y si eso ocurre, la democracia cambiará en Baja California.
El domingo, Román le va a devolver la democracia a sus representados. De ellos depende tomarla de vuelta y que los demás tengamos la oportunidad de pedirla de regreso, ¿a poco no?
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