En 2004, los Tigres del Norte lanzaron una de sus canciones más emblemáticas: José Pérez León.
Compuesta por José Cantoral, narra la historia de un grupo ficticio de migrantes que es cruzado a los Estados Unidos escondido en el vagón de un tren.
Al final, terminan encerrados y falleciendo por asfixia, entre gritos desesperados pidiendo ayuda.
Cantoral, más conocido por sus canciones en el género pop, hizo una auténtica obra maestra, quizás la más importante de su carrera. La crudeza de su letra refleja, como ninguna otra, no solamente la injusticia que sufren las y los migrantes, sino la podredumbre e inmisericordia de los 'polleros'.
Dicha melodía, incluso, fue nominada al Grammy como Mejor Canción Regional Mexicana. Inexplicablemente no ganó. O quizás la explicación fue, especulo, que esa crudeza, ese señalamiento tan puntual hacia la tragedia migrante y sus causas, le incomodó a la industria discográfica, siempre licenciosa con los Bad Bunny de turno, pero escrupulosa de no pisarle callos a sus amos.
Inevitable recordar 'José Pérez León' tras el fallecimiento de 51 migrantes, asfixiados, al ser encerrados en un trailer, que fue encontrado en una autopista de San Antonio, Texas.
Un trabajador de la zona escuchó un grito de ayuda, se acercó y descubrió a los migrantes. Ya era tarde para la mayoría, si no es que para todas y todos, dado que, según las versiones periodísticas más recientes, aún los sobrevivientes tendrían secuelas por la falta de oxígeno que sufrieron.
No hay palabras que expliquen suficientemente la crueldad de esas muertes, ni de estos hechos.
El comportamiento de los políticos ante esa tragedia fue, como siempre, execrable. No extraña, los políticos son, como aquí lo hemos dicho tantas veces, como lo seguiremos diciendo siempre, una porquería de seres humanos.
En un comunicado, el Instituto Nacional de Migración afirmó: "Se precisa que, con la tecnología que instrumentan las autoridades estadunidenses y mexicanas en la frontera de ambas naciones, resultaría imposible que un tráiler con una caja seca con más de 50 personas migrantes a bordo cruzara por un puente internacional o una garita".
¿Deveras nos creen tan pendejos? Perdone la mala palabra, pero no puedo ser más sútil ante tanto cinismo, tanta desvergüenza, tanta asquerosidad.
Patético que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quiera llevar agua a su molino político con esta tragedia. Su comportamiento ha sido el esperado: el de precandidato...
El presidente López Obrador, desvergonzado, se lamenta por la tragedia, mientras sus agentes de migración le hacen la vida miserable a los migrantes cubanos, venezolanos y nicaragüenses, que buscan llegar a la frontera.
Terrible que el gobernador de Texas, Greg Abbott, le haya dicho a Fox News que el presidente estadounidense, Joe Biden, tiene "las manos manchadas de sangre" y que esas muertes son su culpa, cuando AMBOS tienen las manos manchadas de sangre, AMBOS son culpables de esas muertes... Abbott, por ser un xenófobo, que busca cerrar su país a la migración. Biden, por ser vil y doble cara.
El mantra de los políticos como Abbott es sencillo: "Aquí estamos a toda madre los gringuitos y el resto del mundo que se joda con su realidad".
Biden es otra lacra. Ha deportado migrantes a un nivel escandalosamente mayor al de Donald Trump. Y obviamente, estar deporta y deporta ¿a quién beneficia? ¡Bingo! A los 'polleros'.
Los políticos del Partido Demócrata son unos sinvergüenzas que llevan décadas prometiéndole una reforma migratoria a los latinos, promesa que, poniendo mil pretextos, jamás cumplen.
Barack Obama tuvo la mayoría legislativa necesaria y el capital político suficiente para llevarla a cabo, en 2009, pero no lo quiso hacer. Punto.
El gobierno de Biden ha deportado 364 mil 038 mexicanos. En el primer semestre de 2022, el número de deportados de nuestro país se incrementó 14.48% con respecto al mismo periodo de 2021.
Peor aún: En el último año de Donald Trump, con todo y pandemia, con todo y Título 42, las deportaciones fueron 184 mil 402, frente a las 225 mil 955 de 2021, primer año de Biden. Es decir, Trump deportó 18.39% menos que Biden. Las y los migrantes salieron de Guatemala para entrar a Guatepeor...
Independientemente de la nacionalidad, en marzo de este año, 210 mil migrantes fueron detenidos, en lo que representa la mayor cantidad desde febrero de 2000, según datos de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos...
Así que, como vemos, más allá de falsos discursos, las y los migrantes no tienen amigos en Estados Unidos.
El comportamiento de los medios también fue el esperado: Jorge Ramos, Ilia Calderón, León Krauze, José Díaz Balart, Felicidad Aveleyra y un laaargo etcétera de conductores hispanos de noticias, salieron a desgarrarse las vestiduras y plañir, pero, sobre todo, a sacar raja de la tragedia. Arañemos unos puntitos de rating por acá. Rescatémosle unos votitos al Partido Demócrata por allá. Cuando se acabe la rentabilización del drama, pues a otra cosa, mariposa. Las y los migrantes seguirán ahí, con su dolor y sus penurias, pero no las cámaras.
Mientras, los 'polleros' cada vez incrementan más su negocio, de la mano de los gobiernos de López Obrador y Biden, que son sus mejores amigos.
Usted nunca, jamás, verá en la cárcel a uno de los grandes capos del tráfico de migrantes, que ahora ya se ha entrelazado con el narco. Arrestarán a sus achichincles, pero jamás al número 1, ni al 2, ni al 3...
Así, la historia, ficticia, de José Pérez León, se vuelve realidad y su muerte, cíclica, ocurre una y otra vez. Como en la canción de marras, aparece el 'Billy' de turno que le dirá, otra vez, a un migrante: "Estás de suerte. Mañana te cruzo yo'".
Pero la suerte, para las y los migrantes, nunca llega...
Comentarios: gerardofm2020@gmail.com
