/ martes 14 de septiembre de 2021

Expediente Confidencial | Las posverdades comunistas… que dañan a las minorías

La semana pasada, España acudió a presenciar la forma en que el comunismo y sus medios de comunicación aliados, pueden inventarse una posverdad, a partir de una noticia ‘fake’, para radicalizar y enfrentar a la sociedad, sin importar que erosione la credibilidad de una minoría.

Primer acto: Lunes 6 de septiembre. Los principales diarios españoles dan cuenta de la denuncia de un hombre de 20 años, quien dice haber sido víctima de un ataque homófobo.

El periódico ABC, refiere: “Ocho encapuchados marcan con un cuchillo la palabra «maricón» en un glúteo a un chico gay. La víctima ha denunciado que fue abordado en su portal y que le hicieron la señal del 'anticristo'. Explicó que los atacantes iban encapuchados. Primero le llovieron insultos homófobos de todo tipo («comemierda», «asqueroso» ...) y luego le rajaron un labio y en un glúteo, donde le grabaron a cuchillo la palabra «maricón»” (https://www.abc.es/espana/madrid/abci-ocho-encapuchados-rajan-cuchillo-maricon-gluteo-chico-202109061710_noticia.html)

El diario Público, comunista, le da un tono melodramático a su versión: “Gritaban "anticristo" mientras vejaban a la víctima. Los ocho encapuchados que perpetraron al unísono el brutal ataque homófobo abordaron a su víctima cuando se disponía a entrar en el portal de su vivienda. El joven, de 20 años, apenas pudo defenderse. Se colaron tras él en el portal y se ensañaron con crudeza. Proferían insultos. "Asqueroso", "come mierda" y "maricón", además del ya mencionado "anticristo". La maquinaria del odio en pleno funcionamiento. Y tras los insultos, comenzó la brutal agresión. Uno de los encapuchados le seccionó a la víctima el labio inferior. A continuación, tumbaron al joven en el suelo, le bajaron los pantalones y procedieron a escribirle a navajazos la palabra "maricón" en el glúteo. El grupo de encapuchados huyó mientras continuaban con los insultos” (https://www.publico.es/actualidad/le-marcaron-navaja-maricon-gluteo-seccionarle-labio.html).

Segundo acto: Lunes 6, martes 7 y miércoles 8, Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior español, parte del gobierno comunista PSOE-Podemos que encabeza Pedro Sánchez, paseó por medios afines (La cadena radiofónica SER y TVE, la televisora gubernamental), para sacar raja política de la situación: “Nos encontramos en una situación de dignidad, de derechos humanos y de derechos fundamentales. Sensación de que esta sociedad española, inmensamente y en su mayoría tolerante, no va a permitir que hechos como estos vayan a desvirtuar los valores de nuestro país” (https://okdiario.com/espana/marlaska-alimento-durante-3-dias-agresion-homofoba-falsa-policia-va-determinar-quienes-son-7761584).

Dos detalles importantes: Uno, Marlaska no era cualquier vocero gubernamental, pues es gay abiertamente declarado. Dos, el gobierno español enfrenta duras críticas por el galopante aumento que se está registrando en las tarifas de energía eléctrica. La caja china en pleno funcionamiento. Los medios comunistas empiezan a hablar de “una banda organizada dedicada a pegar palizas al colectivo LGTBI”.

Tercer acto: El miércoles 8, luego de que la supuesta agresión no fuese encontrada en ninguna parte de la grabación que, de ese punto, hicieron las cámaras de seguridad de la policía, la “víctima” no tuvo otra que confesar: había mentido. Nunca fue agredido, ni existieron los “ocho encapuchados”.

Nuevamente citemos al diario ABC: “La víctima de la falsa agresión homófoba se la inventó para ocultar una relación masoquista a su pareja. La víctima del supuesto ataque homófobo en Malasaña ha reconocido ante la Policía Nacional que todo fue una denuncia falsa. Es verdad que tenía grabada la palabra «maricón» con una cruz invertida en una nalga, pero ha dicho que fue fruto de un encuentro sexual sadomasoquista que tuvo de manera voluntaria. El chico, que tiene pareja, tuvo miedo a que se enterara de la práctica sadomasoquista, al verse las marcas que le habían dejado. También ha afirmado que es falso que haya una manada de ocho personas atacando en el barrio” (https://www.abc.es/espana/madrid/abci-denuncia-agresion-homofoba-falsa-encuentro-consentido-202109081812_noticia.html).

Y colorín, colorado.

Dos conclusiones.

1.- El comunismo actual ya no es, por desgracia, aquel de la lucha de clases, de pobres contra ricos, de pelea contra la desigualdad. Hoy, uno de sus objetivos es dividir a la sociedad y enfrentarla unos contra otros. Negros contra blancos. Mujeres contra hombres. Heterosexuales contra gays. Migrantes contra nativos.

Todo lo que sirva para dividir y polarizar a la sociedad, le viene genial. Diría el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, socialista: “nos conviene que haya tensión”.

Y entre más, mejor para el comunismo actual, precisamente para que a la sociedad se le olviden las atrocidades del modelo económico que beneficia a los patrocinadores de esos comunistas.

Por eso, la lucha de clases ha sido sustituida, interesada y mañosamente, por la identitaria. Esa no afecta, ni cuestiona a los amigos de este nuevo comunismo, como Bill Gates. “¡Hey! ¿Qué hacen volteando a ver las desigualdades que está generando Silicon Valley? Eso no importa ¡Hay que ir por Orban, ese si es el demonio y no el pobrecito de Jeff Bezos, que tanto apoya al Partido Demócrata desde su periódico, el Washington Post!

Marx y Engels, de vivir, repudiarían que su ideología sirviera para favorecer a tipos que se han dedicado a concentrar una riqueza ingente, a costa del sufrimiento de millones.

2.- La utilización que hacen de las minorías, para atacar a sus opositores políticos y enfrentar a la sociedad, devienen en lamentables ejemplos, como este que hoy citamos. Lejos de ayudarles, esos actos socavan la credibilidad de tales grupos, injustamente. Las minorías, como la comunidad LGBTI, deben entender que estos nuevos comunistas no son sus amigos, simplemente les quieren utilizar como carne de cañón. Y no hay agresión más homófoba que esa.

OBJECIÓN DE CONCIENCIA: "Dejarlo en estos términos, es casi imposible de administrar, es dar un cheque en blanco a la arbitrariedad. Es nuevamente, de manera disfrazada, permitir que se discrimine, que se abuse de las mujeres”. Así cuestionó el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, la postura de sus compañeros (fue el único que estuvo en contra) de avalar la objeción de conciencia en asuntos sanitarios, mediante la cual, por ejemplo, un médico se podía negar a practicar un aborto. Qué sinvergüenzas los ministros, buscando quedar bien con los colectivos proaborto y, a la semana siguiente, con las hordas católicas y, sobre todo, evangélicas, que tanto dinero tienen. Nada personal, solo negocios.

P.D.: Si algo nos pasa, quieren callarnos

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

La semana pasada, España acudió a presenciar la forma en que el comunismo y sus medios de comunicación aliados, pueden inventarse una posverdad, a partir de una noticia ‘fake’, para radicalizar y enfrentar a la sociedad, sin importar que erosione la credibilidad de una minoría.

Primer acto: Lunes 6 de septiembre. Los principales diarios españoles dan cuenta de la denuncia de un hombre de 20 años, quien dice haber sido víctima de un ataque homófobo.

El periódico ABC, refiere: “Ocho encapuchados marcan con un cuchillo la palabra «maricón» en un glúteo a un chico gay. La víctima ha denunciado que fue abordado en su portal y que le hicieron la señal del 'anticristo'. Explicó que los atacantes iban encapuchados. Primero le llovieron insultos homófobos de todo tipo («comemierda», «asqueroso» ...) y luego le rajaron un labio y en un glúteo, donde le grabaron a cuchillo la palabra «maricón»” (https://www.abc.es/espana/madrid/abci-ocho-encapuchados-rajan-cuchillo-maricon-gluteo-chico-202109061710_noticia.html)

El diario Público, comunista, le da un tono melodramático a su versión: “Gritaban "anticristo" mientras vejaban a la víctima. Los ocho encapuchados que perpetraron al unísono el brutal ataque homófobo abordaron a su víctima cuando se disponía a entrar en el portal de su vivienda. El joven, de 20 años, apenas pudo defenderse. Se colaron tras él en el portal y se ensañaron con crudeza. Proferían insultos. "Asqueroso", "come mierda" y "maricón", además del ya mencionado "anticristo". La maquinaria del odio en pleno funcionamiento. Y tras los insultos, comenzó la brutal agresión. Uno de los encapuchados le seccionó a la víctima el labio inferior. A continuación, tumbaron al joven en el suelo, le bajaron los pantalones y procedieron a escribirle a navajazos la palabra "maricón" en el glúteo. El grupo de encapuchados huyó mientras continuaban con los insultos” (https://www.publico.es/actualidad/le-marcaron-navaja-maricon-gluteo-seccionarle-labio.html).

Segundo acto: Lunes 6, martes 7 y miércoles 8, Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior español, parte del gobierno comunista PSOE-Podemos que encabeza Pedro Sánchez, paseó por medios afines (La cadena radiofónica SER y TVE, la televisora gubernamental), para sacar raja política de la situación: “Nos encontramos en una situación de dignidad, de derechos humanos y de derechos fundamentales. Sensación de que esta sociedad española, inmensamente y en su mayoría tolerante, no va a permitir que hechos como estos vayan a desvirtuar los valores de nuestro país” (https://okdiario.com/espana/marlaska-alimento-durante-3-dias-agresion-homofoba-falsa-policia-va-determinar-quienes-son-7761584).

Dos detalles importantes: Uno, Marlaska no era cualquier vocero gubernamental, pues es gay abiertamente declarado. Dos, el gobierno español enfrenta duras críticas por el galopante aumento que se está registrando en las tarifas de energía eléctrica. La caja china en pleno funcionamiento. Los medios comunistas empiezan a hablar de “una banda organizada dedicada a pegar palizas al colectivo LGTBI”.

Tercer acto: El miércoles 8, luego de que la supuesta agresión no fuese encontrada en ninguna parte de la grabación que, de ese punto, hicieron las cámaras de seguridad de la policía, la “víctima” no tuvo otra que confesar: había mentido. Nunca fue agredido, ni existieron los “ocho encapuchados”.

Nuevamente citemos al diario ABC: “La víctima de la falsa agresión homófoba se la inventó para ocultar una relación masoquista a su pareja. La víctima del supuesto ataque homófobo en Malasaña ha reconocido ante la Policía Nacional que todo fue una denuncia falsa. Es verdad que tenía grabada la palabra «maricón» con una cruz invertida en una nalga, pero ha dicho que fue fruto de un encuentro sexual sadomasoquista que tuvo de manera voluntaria. El chico, que tiene pareja, tuvo miedo a que se enterara de la práctica sadomasoquista, al verse las marcas que le habían dejado. También ha afirmado que es falso que haya una manada de ocho personas atacando en el barrio” (https://www.abc.es/espana/madrid/abci-denuncia-agresion-homofoba-falsa-encuentro-consentido-202109081812_noticia.html).

Y colorín, colorado.

Dos conclusiones.

1.- El comunismo actual ya no es, por desgracia, aquel de la lucha de clases, de pobres contra ricos, de pelea contra la desigualdad. Hoy, uno de sus objetivos es dividir a la sociedad y enfrentarla unos contra otros. Negros contra blancos. Mujeres contra hombres. Heterosexuales contra gays. Migrantes contra nativos.

Todo lo que sirva para dividir y polarizar a la sociedad, le viene genial. Diría el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, socialista: “nos conviene que haya tensión”.

Y entre más, mejor para el comunismo actual, precisamente para que a la sociedad se le olviden las atrocidades del modelo económico que beneficia a los patrocinadores de esos comunistas.

Por eso, la lucha de clases ha sido sustituida, interesada y mañosamente, por la identitaria. Esa no afecta, ni cuestiona a los amigos de este nuevo comunismo, como Bill Gates. “¡Hey! ¿Qué hacen volteando a ver las desigualdades que está generando Silicon Valley? Eso no importa ¡Hay que ir por Orban, ese si es el demonio y no el pobrecito de Jeff Bezos, que tanto apoya al Partido Demócrata desde su periódico, el Washington Post!

Marx y Engels, de vivir, repudiarían que su ideología sirviera para favorecer a tipos que se han dedicado a concentrar una riqueza ingente, a costa del sufrimiento de millones.

2.- La utilización que hacen de las minorías, para atacar a sus opositores políticos y enfrentar a la sociedad, devienen en lamentables ejemplos, como este que hoy citamos. Lejos de ayudarles, esos actos socavan la credibilidad de tales grupos, injustamente. Las minorías, como la comunidad LGBTI, deben entender que estos nuevos comunistas no son sus amigos, simplemente les quieren utilizar como carne de cañón. Y no hay agresión más homófoba que esa.

OBJECIÓN DE CONCIENCIA: "Dejarlo en estos términos, es casi imposible de administrar, es dar un cheque en blanco a la arbitrariedad. Es nuevamente, de manera disfrazada, permitir que se discrimine, que se abuse de las mujeres”. Así cuestionó el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, la postura de sus compañeros (fue el único que estuvo en contra) de avalar la objeción de conciencia en asuntos sanitarios, mediante la cual, por ejemplo, un médico se podía negar a practicar un aborto. Qué sinvergüenzas los ministros, buscando quedar bien con los colectivos proaborto y, a la semana siguiente, con las hordas católicas y, sobre todo, evangélicas, que tanto dinero tienen. Nada personal, solo negocios.

P.D.: Si algo nos pasa, quieren callarnos

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com