/ jueves 8 de octubre de 2020

Expediente Confidencial | Molina, el Nobel, en frases

Ayer, el premio Nobel de Química 1995, Mario Molina, dejó este planeta, que tanto le preocupó, como a muchos, y por el cual tanto hizo, como pocos. En ello estriba la diferencia de su vida y legado.

Molina ha sido uno de los tres mexicanos que ha ganado el Nobel. Era el único vivo. García Robles y Paz se adelantaron al más allá desde el siglo pasado. Quizás nunca volvamos a tener uno. El México de hoy carece de diplomáticos, escritores o científicos de talla mundial.

Por eso, ante la partida de Molina, más nos vale recordar sus frases, simplemente como ayuda de memoria, nada más por prolongar, así sea poco, su sabiduría.

Sobre su vida:

“Toda mi infancia tuve mucho apoyo de mis papás, teníamos una biblioteca muy buena en mi casa; así es que el interés por la literatura y por la música, por ejemplo, se lo debo a mis papás, al ambiente que teníamos en nuestra casa”.

“Pedí de regalos juegos de química, microscopios y eso me fascinó. Me acuerdo un microscopio que me regalaron, dejé una lechuga en agua hasta que se pudrió, cuando puse una gotita de agua en el microscopio vi la cantidad de vida que había, que no se ve a simple vista, ese fue un descubrimiento muy importante”.

“Yo empecé a tocar violín (de niño), pero tenía yo la incertidumbre, música o ciencia, y pues me decidí por la ciencia. Y es una cosa que lamento porque sí llegué a tocar suficientemente bien”.

“Estudié en un internado en Suiza. Pude apoderarme de un baño y lo convertí en laboratorio. Empecé yo solo, pero después con un par de amigos nos divertíamos juntos, antes de entrar a la universidad”.

Sobre el Nobel:

“Un grupo de científicos, que había estado financiado por la industria, planteó que no había nada de qué preocuparse, que estos compuestos (los clorofluorocarbonos de aerosoles y refrigeradores) eran tan benignos que simplemente se iban a acumular sin ninguna consecuencia. Mi colega Sherry Rowland y yo llegamos a la conclusión opuesta: era algo peligroso y un precedente importante desde el punto de vista de afectar toda la atmósfera del planeta”.

“Al recibir un telefonazo de Suecia, realmente me quedé muy sorprendido cuando me estaban anunciando que había recibido el premio Nobel”.

“Mi vida no cambió inmediatamente (al recibirlo); era profesor en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde seguí haciendo investigación. El cambio vino cuando, años después, decidí regresar a la Ciudad de México y abrir el Centro Mario Molina. Con el Nobel, una de las ventajas es que uno tiene acceso más directo a los niveles de gobierno necesarios, para que haya cambios para la sociedad”.

Sobre el cambio climático:

“El cambio climático es probablemente la amenaza más grave a la que se enfrenta la humanidad en este siglo”

“Hay que distinguir entre películas concebidas sólo para entretener a la gente, y un documental como el de Al Gore, que ha contado con el asesoramiento de la comunidad científica”

“Hoy bastaría destinar el 1 o el 2 por ciento del PIB mundial para mejorar la calidad del aire”.

“Los negocios de las empresas de combustibles fósiles dependen de seguir contaminando”.

“(Lo de Greta Thunberg llegando a Europa en catamarán) fue simbólico. Yo me vine en avión de México. Si hubiera venido en barco no hubiera parado ninguna emisión (dióxido de carbono), porque los vuelos siguen. Lo que hago yo creo que es mucho más efectivo”.

Sobre la ciencia:

“Los científicos no estamos sugiriendo tener el 100 por ciento de certeza en nuestras predicciones, pero sí una probabilidad arriba del 95, y eso es mucho más que suficiente para que un presidente responsable actúe”

“La ciencia es la misma aquí y en China, no hay ciencia mexicana y ciencia china”.

“Es importante enseñarle ciencias al niño porque es la manera más clara de pensar, de sacar conclusiones, basadas en la evidencia. En lugar de enseñarle a pensar al niño, se le enseña toda una serie de materias enfatizando la memorización, en vez de la racionalización”.

“No podemos prescindir de la ciencia”.

Sobre política y sociedad:

"Los populistas no ven por la sociedad. ojalá sean un fenómeno temporal”.

“Si Trump no sabe nada de ciencia, ¿por qué opina?”

“El planeta no puede seguir manteniendo cada vez más gente”

Sobre el Covid-19.

“La pandemia es una crisis enorme y nos va a salir muy caro a todo el planeta”.

“El uso de cubrebocas puede salvar vidas”.

¿Y ESA ES LA OPOSICIÓN?: Ayer, un regidor mexicalense, el perredista Fernando Rosales, acostumbrado a la estridencia, quiso montar un show mediático con un documento en el cual se detallan 19 basificaciones efectuadas durante el 23 ayuntamiento, argumentando, equivocadamente, que eran irregulares y haciéndolas ver como un privilegio regalado por el gobierno municipal, cosa igualmente errada, pues cualquier basificación es determinada, conjuntamente, por gobiernos y sindicato, a raíz de una enmienda legislativa efectuada en 2014 ¿Acaso Rosales no lo sabe, siendo abogado?

Lo que Rosales tampoco dijo es que la fuente de la información que dio a conocer es, ni más, ni menos, ¡el propio gobierno municipal!

Rosales pidió la información sobre basificaciones el 17 de septiembre y la Oficialía Mayor, que encabeza Juan José Pon Méndez, se la entregó apenas siete días hábiles más tarde, el 28. Sin embargo, el perredista hizo ver esos documentos como si hubieran sido el nuevo Watergate

Pero ¿qué hay detrás del odio de Rosales hacia Morena?

En este punto, resulta menester evocar que Rosales era morenista como el que más… hasta que no le dieron ningún hueso.

Rosales quería ser candidato a diputado por el distrito 2 de Mexicali, en las elecciones locales de 2019. Se registró como precandidato y toda la cosa. Al perder contra Víctor Navarro en la interna, Rosales hizo su berrinche y se fue al PRD. Allá, le pusieron en bandeja de plata la candidatura a presidente municipal. Pero Rosales no fue nada menso. Sabía que el PRD no iba a ganar y, entonces, le “cedió” la postulación a Jaime Dávila, mientras él se quedaba con la primera regiduría, para asegurar el hueso que tanto ansiaba.

Para más inri: Rosales, quien hoy se queja de unas basificaciones, estuvo acusado, en 1999, de liberar a dos secuestradores, Miguel Ángel y Francisco García Garrido, ahí si en forma ilegal, de la penitenciaria tijuanense de La Mesa, bautizada como “El Pueblito”, coloquialmente, por haberse edificado 400 casas irregulares en su interior, algunas con hasta con tina y comedor.

Rosales, quien entonces era director de Prevención y Readaptación Social, fue sancionado con una inhabilitación y el pago de 12 mil pesos como reparación del daño. El ahora regidor firmó los oficios para liberar a los criminales.

Ni hablar. Con esos “cuadros”, no habrá vacuna que reviva a la oposición bajacaliforniana en 2021.

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com



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Ayer, el premio Nobel de Química 1995, Mario Molina, dejó este planeta, que tanto le preocupó, como a muchos, y por el cual tanto hizo, como pocos. En ello estriba la diferencia de su vida y legado.

Molina ha sido uno de los tres mexicanos que ha ganado el Nobel. Era el único vivo. García Robles y Paz se adelantaron al más allá desde el siglo pasado. Quizás nunca volvamos a tener uno. El México de hoy carece de diplomáticos, escritores o científicos de talla mundial.

Por eso, ante la partida de Molina, más nos vale recordar sus frases, simplemente como ayuda de memoria, nada más por prolongar, así sea poco, su sabiduría.

Sobre su vida:

“Toda mi infancia tuve mucho apoyo de mis papás, teníamos una biblioteca muy buena en mi casa; así es que el interés por la literatura y por la música, por ejemplo, se lo debo a mis papás, al ambiente que teníamos en nuestra casa”.

“Pedí de regalos juegos de química, microscopios y eso me fascinó. Me acuerdo un microscopio que me regalaron, dejé una lechuga en agua hasta que se pudrió, cuando puse una gotita de agua en el microscopio vi la cantidad de vida que había, que no se ve a simple vista, ese fue un descubrimiento muy importante”.

“Yo empecé a tocar violín (de niño), pero tenía yo la incertidumbre, música o ciencia, y pues me decidí por la ciencia. Y es una cosa que lamento porque sí llegué a tocar suficientemente bien”.

“Estudié en un internado en Suiza. Pude apoderarme de un baño y lo convertí en laboratorio. Empecé yo solo, pero después con un par de amigos nos divertíamos juntos, antes de entrar a la universidad”.

Sobre el Nobel:

“Un grupo de científicos, que había estado financiado por la industria, planteó que no había nada de qué preocuparse, que estos compuestos (los clorofluorocarbonos de aerosoles y refrigeradores) eran tan benignos que simplemente se iban a acumular sin ninguna consecuencia. Mi colega Sherry Rowland y yo llegamos a la conclusión opuesta: era algo peligroso y un precedente importante desde el punto de vista de afectar toda la atmósfera del planeta”.

“Al recibir un telefonazo de Suecia, realmente me quedé muy sorprendido cuando me estaban anunciando que había recibido el premio Nobel”.

“Mi vida no cambió inmediatamente (al recibirlo); era profesor en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde seguí haciendo investigación. El cambio vino cuando, años después, decidí regresar a la Ciudad de México y abrir el Centro Mario Molina. Con el Nobel, una de las ventajas es que uno tiene acceso más directo a los niveles de gobierno necesarios, para que haya cambios para la sociedad”.

Sobre el cambio climático:

“El cambio climático es probablemente la amenaza más grave a la que se enfrenta la humanidad en este siglo”

“Hay que distinguir entre películas concebidas sólo para entretener a la gente, y un documental como el de Al Gore, que ha contado con el asesoramiento de la comunidad científica”

“Hoy bastaría destinar el 1 o el 2 por ciento del PIB mundial para mejorar la calidad del aire”.

“Los negocios de las empresas de combustibles fósiles dependen de seguir contaminando”.

“(Lo de Greta Thunberg llegando a Europa en catamarán) fue simbólico. Yo me vine en avión de México. Si hubiera venido en barco no hubiera parado ninguna emisión (dióxido de carbono), porque los vuelos siguen. Lo que hago yo creo que es mucho más efectivo”.

Sobre la ciencia:

“Los científicos no estamos sugiriendo tener el 100 por ciento de certeza en nuestras predicciones, pero sí una probabilidad arriba del 95, y eso es mucho más que suficiente para que un presidente responsable actúe”

“La ciencia es la misma aquí y en China, no hay ciencia mexicana y ciencia china”.

“Es importante enseñarle ciencias al niño porque es la manera más clara de pensar, de sacar conclusiones, basadas en la evidencia. En lugar de enseñarle a pensar al niño, se le enseña toda una serie de materias enfatizando la memorización, en vez de la racionalización”.

“No podemos prescindir de la ciencia”.

Sobre política y sociedad:

"Los populistas no ven por la sociedad. ojalá sean un fenómeno temporal”.

“Si Trump no sabe nada de ciencia, ¿por qué opina?”

“El planeta no puede seguir manteniendo cada vez más gente”

Sobre el Covid-19.

“La pandemia es una crisis enorme y nos va a salir muy caro a todo el planeta”.

“El uso de cubrebocas puede salvar vidas”.

¿Y ESA ES LA OPOSICIÓN?: Ayer, un regidor mexicalense, el perredista Fernando Rosales, acostumbrado a la estridencia, quiso montar un show mediático con un documento en el cual se detallan 19 basificaciones efectuadas durante el 23 ayuntamiento, argumentando, equivocadamente, que eran irregulares y haciéndolas ver como un privilegio regalado por el gobierno municipal, cosa igualmente errada, pues cualquier basificación es determinada, conjuntamente, por gobiernos y sindicato, a raíz de una enmienda legislativa efectuada en 2014 ¿Acaso Rosales no lo sabe, siendo abogado?

Lo que Rosales tampoco dijo es que la fuente de la información que dio a conocer es, ni más, ni menos, ¡el propio gobierno municipal!

Rosales pidió la información sobre basificaciones el 17 de septiembre y la Oficialía Mayor, que encabeza Juan José Pon Méndez, se la entregó apenas siete días hábiles más tarde, el 28. Sin embargo, el perredista hizo ver esos documentos como si hubieran sido el nuevo Watergate

Pero ¿qué hay detrás del odio de Rosales hacia Morena?

En este punto, resulta menester evocar que Rosales era morenista como el que más… hasta que no le dieron ningún hueso.

Rosales quería ser candidato a diputado por el distrito 2 de Mexicali, en las elecciones locales de 2019. Se registró como precandidato y toda la cosa. Al perder contra Víctor Navarro en la interna, Rosales hizo su berrinche y se fue al PRD. Allá, le pusieron en bandeja de plata la candidatura a presidente municipal. Pero Rosales no fue nada menso. Sabía que el PRD no iba a ganar y, entonces, le “cedió” la postulación a Jaime Dávila, mientras él se quedaba con la primera regiduría, para asegurar el hueso que tanto ansiaba.

Para más inri: Rosales, quien hoy se queja de unas basificaciones, estuvo acusado, en 1999, de liberar a dos secuestradores, Miguel Ángel y Francisco García Garrido, ahí si en forma ilegal, de la penitenciaria tijuanense de La Mesa, bautizada como “El Pueblito”, coloquialmente, por haberse edificado 400 casas irregulares en su interior, algunas con hasta con tina y comedor.

Rosales, quien entonces era director de Prevención y Readaptación Social, fue sancionado con una inhabilitación y el pago de 12 mil pesos como reparación del daño. El ahora regidor firmó los oficios para liberar a los criminales.

Ni hablar. Con esos “cuadros”, no habrá vacuna que reviva a la oposición bajacaliforniana en 2021.

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com



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