El domingo se llevaron a cabo las elecciones primarias de la oposición venezolana. Salió triunfante, con el 92% de los votos, María Corina Machado.
Y es que, aunque, al momento de redactar estas líneas -miércoles-, apenas va poco más del 91% de los votos escrutados, la ventaja de Machado es inmensa: el segundo lugar, Carlos Prosperi, no llega ni al 5% de las papeletas.
En una dictadura como la de Nicolás Maduro, es de enorme valentía que un grupo de ciudadanos y políticos se hayan organizado para intentar plantarle cara con una candidatura opositora, de cara a las elecciones presidenciales venezolanas del próximo año.
Mucho más valiente aún fue la actitud de los 2.5 millones de votantes que salieron a sufragar. Valiente, porque, en un país sin las más elementales garantías democráticas, eso puede conllevar desde la persecución, especialmente en barrios chavistas, hasta el encarcelamiento.
Por ello, conmovió esa fuerza social que salió a gritar, con su participación, que Venezuela está harta y muy, muy cansada de Maduro, del chavismo y de toda esa farsa del "socialismo bolivariano", que dejó a millones de personas más pobres de lo que estaban en 1998, cuando Hugo Chávez se disfrazó de su mesías.
En lo típico de las dictaduras socialistas, el gobierno de Maduro inhabilitó a Machado para competir en la elección presidencial, con argucias legaloides.
Supuestamente, el régimen chavista deberá permitir que Machado compita, o Estados Unidos volverá a imponer las sanciones que le retiró al gobierno venezolano, a cambio de autorizar la celebración de las elecciones primarias opositoras -lo que cumplió a medias, pues las ha tratado de descarrilar e invalidar en todas las maneras posibles- y retirarle la inhabilitación a María Corina.
Venezolanas y venezolanos obtuvieron una nueva esperanza, pero será difícil que se convierta en realidad. A Maduro lo apoyan el narcotráfico global, el terrorismo árabe, las dictaduras china y rusa, el régimen autoritario de Irán. Toda esa coalición criminal no va a permitir que le quiten al que, hoy por hoy, es su mayor aliado en América Latina.
Por otra parte, el gobierno de Joe Biden es experto en la simulación a la hora de actuar contra las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Las tres festinaron su triunfo ante Donald Trump y eso tiene un por qué: a todos los une el pegamento de su amistad con la dictadura china, el narcotráfico y las mafias de tráfico de personas.
La Casa Blanca disimula que va a poner en cintura a Maduro para, al final, darle una cueriza con la punta del rebozo.
En cambio, mucho más claros han sido los favores que la administración de Biden le hace a Maduro: desde regresar a venezolanas y venezolanos que escaparon de su dictadura y llegaron a Estados Unidos, hasta aflojarle las sogas de las sanciones.
Con una crueldad salvaje, el gobierno estadounidense regresa a Venezuela a quienes, pasando penurias y pagando altas cantidades a los 'polleros', logran cruzar, si es que no mueren en el trayecto, y, en el caso de no pocas mujeres, sufriendo ultrajes sexuales, a cambio de seguir su camino y de la seguridad de las hijas o hijos que llevan consigo.
Regresar a esas personas hacia Venezuela -se estiman en 7 millones quienes han huído de la dictadura de Maduro- tiene como máximos beneficiarios a los 'polleros', pues sus víctimas pagan una y otra vez, intentando escapar del régimen bolivariano.
Y en México las cosas no son diferentes. El presidente López Obrador, sinvergüenza, se reúne en una "cumbre migratoria" con Maduro y sus homólogos dictadores del continente, mientras los agentes del Inami, o los guardias nacionales, cazan a venezolanas y venezolanas, a cubanas y cubanos, a nicaragüenses, o les hacen imposible llegar al cruce con Estados Unidos.
Contra todo eso va María Corina. Necesitaría ser santa o bruja para vencer semejante engarce criminal. No le veo cara de lo uno u lo otro. Mientras Maduro, como el kirchnerismo, como Lula y como Morena, sigan teniendo el apoyo económico y "logístico" del narco, de las mafias, de los terroristas, no habrá María Corina que pueda con eso. Para curar un mal, primero debe eliminarse la fuente de este...
Comentarios: gerardofm2020@gmail.com