/ martes 10 de noviembre de 2020

Expediente Confidencial | ¿No habrá una vacuna contra Andrés y Marcelo?

En memoria de las y los 3995 bajacalifornianas y bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19, pero, sobre todo, a la IRRESPONSABILIDAD de empresarios y personas, y a la INCAPACIDAD de los gobiernos. Dedicado este texto también a todo el personal sanitario que se la está jugando, a diario. Y recordando que en TIJUANA MUEREN 21 DE CADA 100 ENFERMOS DE Covid-19, 11 VECES MÁS QUE EN SAN DIEGO


La diferencia entre un buen y un mal presidente no está, como algunos piensan, en si es de izquierda o derecha, sino en si las decisiones que toma son únicamente para su beneficio o también para el de su pueblo.

Ayer, Pfizer, laboratorio estadounidense, y BioNTech, alemán, anunciaron que su vacuna contra el Covid-19 si funciona.

Acto seguido, el premier británico, Boris Johnson, anunció que su gobierno ya tenía compradas 40 millones de dosis de esa vacuna. Punto importante: Reino Unido tiene una población de 67 millones. Si descontamos a los 16.5 millones de personas que tienen de 0 a 16 años, quienes no recibirán ni esta, ni otra vacuna, porque no se han efectuado pruebas que los incluyan, quedan 50.5 millones. Es decir, Johnson no solamente aseguró inmunizar a los trabajadores sanitarios o a la población vulnerables, sino a prácticamente todos los adultos británicos. Y no es la única vacuna que ya tiene asegurada el gobierno de Johnson.

El 2 de noviembre, Alberto Fernández, presidente de Argentina, anunció que le compró 25 millones de vacunas Sputnik V al Fondo Ruso de Inversión Directa, que controla el gobierno de Vladimir Putin.

Fernández, como usted sabrá, es de izquierda. Tan de izquierda, que tuvo refugiado ahí a Evo Morales, ex presidente de Bolivia, durante casi un año.

Varios periodistas de su país señalan que Fernández llegó al poder gracias al apoyo que le brindó el Partido Demócrata de los Estados Unidos y, por ello, está alineado con sus intereses que, ya sabemos, son aquellos que convengan a los Obama y sus socios, entre quienes se cuentan las dictaduras china y cubana, o connotados bolseros y especuladores del mundo financista. Hasta ahí, Fernández parece ser lo mismo que Andrés Manuel López Obrador y, sobre todo, su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Pero resulta que, en octubre, Fernández envió a su viceministra de Salud (equivalente a una subsecretaria mexicana), Carla Vizzotti, y a la asesora presidencial Cecilia Nicolini, para comprar los 25 millones de dosis de la vacuna rusa. Vizzotti es médica y la equivalente argentina del cínico Hugo López Gatell. Pero solamente en el cargo, no en la capacidad. Nicolini es politóloga.

En este punto, se deben recordar dos cosas: una, el presidente ruso, Vladimir Putin, es el archiultra enemigo de los Obama y sus socios. Dos, Argentina había anunciado, en agosto, junto con México, que compraría y produciría la vacuna inglesa de AstraZeneca.

¿Qué pasó entonces? Pasó que Fernández se dio cuenta, como muchos nos hemos dado, que la vacuna de AstraZeneca no va para ningún lado. Ese mismo 2 de noviembre, Josep Baselga, vicepresidente ejecutivo de Investigación y Desarrollo en Oncología de esa compañía, dijo: “A finales del primer trimestre del año que viene, si todo va bien, las vacunas estarán en una fase avanzada de distribución”.

Traducción: Las vacunas estarán en una “fase avanzada de distribución”. Es decir, apenas se estarán repartiendo a cada país. De ahí a que, dentro de cada nación, se distribuyan y se apliquen, pasará más tiempo. Y eso ocurrirá “a finales del primer trimestre” de 2021, lo cual significa a finales de marzo. Y, además, “si todo va bien”. Es decir que, si bien nos va, la vacuna inglesa se estaría aplicando como a mediados de 2021 en Argentina y México. Mientras, pues van a morir miles, pero eso no le importa al presidente López Obrador, porque su amigo, compadre y cómplice, Carlos Slim, hizo trato con ese laboratorio y ¿pues cómo creen que lo va a descobijar?

Ese mismo día, Marcelito Ebrard anunció, con bombo y platillo, que apenas van a buscar a los voluntarios mexicanos para que CanSino Bio haga sus ensayos de fase 3 en nuestro país. Entonces, lo de CanSino también va para largo. Pero tengan paciencia. CanSino es china y los chinos son grandes amigos de Marcelito, son sus valedores para buscar la ‘grande’ en 2024. Ni modo que México vaya a buscar otra vacuna y les quede mal a los amigos de López Obrador y Marcelo.

Ahí está la diferencia que hay entre dos sinvergüenzas como Andrés y Marcelito, con el presidente argentino o el premier británico.

Johnson no se esperó a que la vacuna de Pfizer fuera la ‘buena’ y entonces correr a comprarla. Aseguró dosis para casi todos sus compatriotas y, ahora que resultó la primera en funcionar, ya las tenía compradas.

Argentina compró las vacunas con una condición: tenerlas ya. Rusia se comprometió a enviarle 10 millones en diciembre y 15 millones en enero. La idea del gobierno de Fernández es vacunar solamente a personas vulnerables y personal médico, con lo que cual se evitarán miles, quizás decenas de miles, de defunciones.

Johnson fue previsor, a pesar de que en Reino Unido van casi 50,000 muertos, la mitad de los que tiene nuestro país…

Fernández tuvo sentido de urgencia, a pesar de que, en Argentina van 30 mil muertos y en México estamos a un paso de los 100,000.

Mientras Andrés y Marcelo son, en geopolítica, dos perritos a los cuales todo el mundo -literalmente- humilla y patea, Fernández, con toda certeza, supo aprovechar el asilo que le dio a Evo, un personaje clave, no cabe duda, para las mafias del narcotráfico y, por ende, para Obama y sus socios.

No es difícil atisbar que Fernández debe tener un enorme archivo multimedia con todas las conversaciones que Evo sostuvo en su estancia por Argentina, donde, seguramente, salieron a relucir tratos y socios que, de saberse, postrarían a un gobierno tan débil como el que encabezará Joe Biden, que tendrá enfrente una oposición feroz y ansiosa…

Así que, es un hecho, los Obama y amigos no dirán ni pio por las compras argentinas a Rusia. Eso es saber hacer política. Fernández dio asilo a un impresentable como Evo, pero lo que obtuvo a cambio no tiene precio: salvar la vida de 25 millones de argentinas y argentinos.

Y por cierto, el gobierno mexicano no compró, ni la vacuna de Pfizer, ni la Sputnik V.

¿SOCIOS DE MODERNA? Llamó poderosamente la atención que, tras el anuncio de Pfizer, un laboratorio estadounidense, salieran Joe Biden y el famoso doctor Anthony Fauci, encargado de la respuesta contra el Covid-19 en el expirante gobierno de Donald Trump, con un discurso de “cautela”. Que Biden y Fauci están del mismo lado, hace rato está clarísimo. A Fauci, de plano, se le salió la camiseta que lleva puesta, al decir que la noticia de Pfizer era un “buen augurio”, porque “Moderna -el otro laboratorio estadounidense que ensaya una vacuna-, utiliza una tecnología similar”. Y luego, CNN hizo notas para enfriar la algarabía por la primera vacuna de funciona. Dato importante: en CNN escribe hasta un médico que hizo parte del ensayo de Moderna. Y CNN es gran amigo de Biden. Así que unan los puntos, camaradas…

LÓPEZ GATELL: Hugo, el “doctor muerte”, como bien le ha llamado la oposición, también salió a ponerle paños fríos a lo de Pfizer. No hay bronca que sigan muriendo miles, hay que esperar las vacunas del compadre del presidente, o de los amiguitos chinos de Marcelito ¡Existen prioridades!

P.D.: "Si algo nos pasa, es que quieren callarnos"

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

En memoria de las y los 3995 bajacalifornianas y bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19, pero, sobre todo, a la IRRESPONSABILIDAD de empresarios y personas, y a la INCAPACIDAD de los gobiernos. Dedicado este texto también a todo el personal sanitario que se la está jugando, a diario. Y recordando que en TIJUANA MUEREN 21 DE CADA 100 ENFERMOS DE Covid-19, 11 VECES MÁS QUE EN SAN DIEGO


La diferencia entre un buen y un mal presidente no está, como algunos piensan, en si es de izquierda o derecha, sino en si las decisiones que toma son únicamente para su beneficio o también para el de su pueblo.

Ayer, Pfizer, laboratorio estadounidense, y BioNTech, alemán, anunciaron que su vacuna contra el Covid-19 si funciona.

Acto seguido, el premier británico, Boris Johnson, anunció que su gobierno ya tenía compradas 40 millones de dosis de esa vacuna. Punto importante: Reino Unido tiene una población de 67 millones. Si descontamos a los 16.5 millones de personas que tienen de 0 a 16 años, quienes no recibirán ni esta, ni otra vacuna, porque no se han efectuado pruebas que los incluyan, quedan 50.5 millones. Es decir, Johnson no solamente aseguró inmunizar a los trabajadores sanitarios o a la población vulnerables, sino a prácticamente todos los adultos británicos. Y no es la única vacuna que ya tiene asegurada el gobierno de Johnson.

El 2 de noviembre, Alberto Fernández, presidente de Argentina, anunció que le compró 25 millones de vacunas Sputnik V al Fondo Ruso de Inversión Directa, que controla el gobierno de Vladimir Putin.

Fernández, como usted sabrá, es de izquierda. Tan de izquierda, que tuvo refugiado ahí a Evo Morales, ex presidente de Bolivia, durante casi un año.

Varios periodistas de su país señalan que Fernández llegó al poder gracias al apoyo que le brindó el Partido Demócrata de los Estados Unidos y, por ello, está alineado con sus intereses que, ya sabemos, son aquellos que convengan a los Obama y sus socios, entre quienes se cuentan las dictaduras china y cubana, o connotados bolseros y especuladores del mundo financista. Hasta ahí, Fernández parece ser lo mismo que Andrés Manuel López Obrador y, sobre todo, su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Pero resulta que, en octubre, Fernández envió a su viceministra de Salud (equivalente a una subsecretaria mexicana), Carla Vizzotti, y a la asesora presidencial Cecilia Nicolini, para comprar los 25 millones de dosis de la vacuna rusa. Vizzotti es médica y la equivalente argentina del cínico Hugo López Gatell. Pero solamente en el cargo, no en la capacidad. Nicolini es politóloga.

En este punto, se deben recordar dos cosas: una, el presidente ruso, Vladimir Putin, es el archiultra enemigo de los Obama y sus socios. Dos, Argentina había anunciado, en agosto, junto con México, que compraría y produciría la vacuna inglesa de AstraZeneca.

¿Qué pasó entonces? Pasó que Fernández se dio cuenta, como muchos nos hemos dado, que la vacuna de AstraZeneca no va para ningún lado. Ese mismo 2 de noviembre, Josep Baselga, vicepresidente ejecutivo de Investigación y Desarrollo en Oncología de esa compañía, dijo: “A finales del primer trimestre del año que viene, si todo va bien, las vacunas estarán en una fase avanzada de distribución”.

Traducción: Las vacunas estarán en una “fase avanzada de distribución”. Es decir, apenas se estarán repartiendo a cada país. De ahí a que, dentro de cada nación, se distribuyan y se apliquen, pasará más tiempo. Y eso ocurrirá “a finales del primer trimestre” de 2021, lo cual significa a finales de marzo. Y, además, “si todo va bien”. Es decir que, si bien nos va, la vacuna inglesa se estaría aplicando como a mediados de 2021 en Argentina y México. Mientras, pues van a morir miles, pero eso no le importa al presidente López Obrador, porque su amigo, compadre y cómplice, Carlos Slim, hizo trato con ese laboratorio y ¿pues cómo creen que lo va a descobijar?

Ese mismo día, Marcelito Ebrard anunció, con bombo y platillo, que apenas van a buscar a los voluntarios mexicanos para que CanSino Bio haga sus ensayos de fase 3 en nuestro país. Entonces, lo de CanSino también va para largo. Pero tengan paciencia. CanSino es china y los chinos son grandes amigos de Marcelito, son sus valedores para buscar la ‘grande’ en 2024. Ni modo que México vaya a buscar otra vacuna y les quede mal a los amigos de López Obrador y Marcelo.

Ahí está la diferencia que hay entre dos sinvergüenzas como Andrés y Marcelito, con el presidente argentino o el premier británico.

Johnson no se esperó a que la vacuna de Pfizer fuera la ‘buena’ y entonces correr a comprarla. Aseguró dosis para casi todos sus compatriotas y, ahora que resultó la primera en funcionar, ya las tenía compradas.

Argentina compró las vacunas con una condición: tenerlas ya. Rusia se comprometió a enviarle 10 millones en diciembre y 15 millones en enero. La idea del gobierno de Fernández es vacunar solamente a personas vulnerables y personal médico, con lo que cual se evitarán miles, quizás decenas de miles, de defunciones.

Johnson fue previsor, a pesar de que en Reino Unido van casi 50,000 muertos, la mitad de los que tiene nuestro país…

Fernández tuvo sentido de urgencia, a pesar de que, en Argentina van 30 mil muertos y en México estamos a un paso de los 100,000.

Mientras Andrés y Marcelo son, en geopolítica, dos perritos a los cuales todo el mundo -literalmente- humilla y patea, Fernández, con toda certeza, supo aprovechar el asilo que le dio a Evo, un personaje clave, no cabe duda, para las mafias del narcotráfico y, por ende, para Obama y sus socios.

No es difícil atisbar que Fernández debe tener un enorme archivo multimedia con todas las conversaciones que Evo sostuvo en su estancia por Argentina, donde, seguramente, salieron a relucir tratos y socios que, de saberse, postrarían a un gobierno tan débil como el que encabezará Joe Biden, que tendrá enfrente una oposición feroz y ansiosa…

Así que, es un hecho, los Obama y amigos no dirán ni pio por las compras argentinas a Rusia. Eso es saber hacer política. Fernández dio asilo a un impresentable como Evo, pero lo que obtuvo a cambio no tiene precio: salvar la vida de 25 millones de argentinas y argentinos.

Y por cierto, el gobierno mexicano no compró, ni la vacuna de Pfizer, ni la Sputnik V.

¿SOCIOS DE MODERNA? Llamó poderosamente la atención que, tras el anuncio de Pfizer, un laboratorio estadounidense, salieran Joe Biden y el famoso doctor Anthony Fauci, encargado de la respuesta contra el Covid-19 en el expirante gobierno de Donald Trump, con un discurso de “cautela”. Que Biden y Fauci están del mismo lado, hace rato está clarísimo. A Fauci, de plano, se le salió la camiseta que lleva puesta, al decir que la noticia de Pfizer era un “buen augurio”, porque “Moderna -el otro laboratorio estadounidense que ensaya una vacuna-, utiliza una tecnología similar”. Y luego, CNN hizo notas para enfriar la algarabía por la primera vacuna de funciona. Dato importante: en CNN escribe hasta un médico que hizo parte del ensayo de Moderna. Y CNN es gran amigo de Biden. Así que unan los puntos, camaradas…

LÓPEZ GATELL: Hugo, el “doctor muerte”, como bien le ha llamado la oposición, también salió a ponerle paños fríos a lo de Pfizer. No hay bronca que sigan muriendo miles, hay que esperar las vacunas del compadre del presidente, o de los amiguitos chinos de Marcelito ¡Existen prioridades!

P.D.: "Si algo nos pasa, es que quieren callarnos"

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com