/ jueves 21 de abril de 2022

Expediente Confidencial | Por su bien, acabe con Netflix

En un momento donde pasan tantas, tantas cosas malas, ayer ocurrió una extraordinariamente buena: Las acciones de Netflix cayeron 35% en la bolsa de valores de Nueva York, en Wall Street, perdiendo 54 mil millones de dólares en su valor de mercado.

Pocas noticias tan buenas como esa.

Y más: Netflix no solamente admitió, oficialmente, que perdió 200 mil suscriptores en el primer trimestre de 2022, sino que adelantó que sus previsiones apuntan a que perderá 2 millones más entre abril y junio (https://www.elfinanciero.com.mx/tech/2022/04/20/la-hemorragia-no-para-netflix-preve-perder-2-millones-de-usuarios-mas/).

En este punto, es necesario recordar que Netflix llegó a crecer a una tasa de 25 millones de suscriptores por año. Pues bueno, tan solo en la primera mitad de 2022, no sumará ningún otro y, en cambio, 2.2 millones le dirán adiós.

¿Por qué esa es una noticia tan buena? Porque Netflix NO es una plataforma de entretenimiento, sino de adoctrinamiento, por parte del crimen y, en particular, del narcotráfico.

TODOS los contenidos de Netflix hacen apología del delito y buscan ensalzar a los criminales, ponerlos como los “buenos” de la película, además de fomentar el uso y venta de drogas, poniéndolo como algo “divertido” y sin consecuencias.

Y que nadie se confunda, porque no faltan los “confundidos” cuando se expresan opiniones de este tipo: el señalamiento no es, per se, contra la libertad de contenido que han traído este tipo de plataformas, respecto a la TV abierta, particularmente en el tema gay, porque, al resto de temas, en mayor o menor medida, le ha ido entrando la pantalla chica. Por ahí no es el tema. Que para todas y todos haya opciones, es lo justo y lo mejor.

El problema con Netflix es que una cosa es hacer entretenimiento con libertad y otra, muy diferente, es usar el discurso de la “libertad creativa” para hacer apología del crimen, para ayudar al crimen a extender y volver aceptable su discurso, para abrir la Ventana de Overton y convertir a la delincuencia en algo aceptable y, más nauseabundo aún, hasta entrañable.

Y lo más grave: Netflix se solaza en esa conducta, se vanagloria de ser así, se regodea en ser el altavoz de ese discurso.

Los ejemplos de contenidos nada edificantes y si muy adoctrinantes, en ese sentido, abundan en Netflix, pero citaré aquí solamente cuatro, elocuentes, por razones de extensión:

1.”365 días”: Película que cuenta el “romance” entre un jefe de la mafia siciliana y una ejecutiva. El mafioso se obsesiona con ella y la secuestra para obligarla a tener una relación con él, dándole de plazo 365 días (de ahí el título) para que se “enamore”.

La organización feminista Pro Empower dijo, con toda razón, que dicha cinta fomenta “la cultura de la violación”.

La periodista Paulina Reiter declaró, en su momento, al diario español El Mundo: “La cultura debe enriquecernos y no dañarnos. Y esta película es dañina porque hace a la cultura de la violación más fuerte”.

La crítica española de cine Mireia Mullor, sentenció que ‘365 días’ es un “anti-manual de todos los comportamientos sexistas que hay que desterrar de las relaciones amorosas, y que en esta historia se elevan a la épica romántica. No solamente es mediocre, también romantiza el abuso”.

Sus colegas argentinas, Florencia Tundis y Maitena Minella, señalaron: “No hay síndrome de Estocolmo que justifique tal viraje ya que no hay en toda la película una condena del protagonista: Massimo la secuestra, la acosa y la viola, y nunca se arrepiente de sus actos”.

Hubo una petición en change.org que alcanzó las 100 mil firmas, para que Netflix bajara el filme. La cantante británica Duffy, quien vivió la pesadilla de ser secuestrada, drogada y violada en la vida real (es decir, lo que plantea ‘365 días’), le envió una carta al CEO de Netflix diciéndole que la película “glamoriza la brutal realidad del tráfico de la mujer, el secuestro y el abuso. Esto no debe ser idea de entretenimiento de nadie”.

¿Qué hizo Netflix? Responder, con un comunicado, donde afirmó que los suscriptores podían “eliminar títulos específicos para protegerse de contenido que crean demasiado adulto”. O sea, según Netflix, el problema no es que su contenido haga apología del delito, sino que nosotros no somos tan adultos para verlo. Y, por cierto, el próximo jueves estrena la segunda parte de esa película y ya anunció que hará una saga de tres.

2.”You”: Serie donde un sujeto asesina a su novia (si, es un feminicida), luego de raptarla, en su celotipia desenfrenada, conducta que el argumento va justificando. El protagonista no solamente se salva de pagar por el crimen, sino que, en la cumbre de la apología del delito, inculpa a otro y huye de Nueva York a Los Ángeles, con una identidad falsa. La primera temporada es, auténticamente, un manual de cómo perpetrar un feminicidio y salir impune.

Marina Mariasch, académica y activista femenina en Argentina, afirmó que "desde la perspectiva de género, la serie es horrible. Construye una relación a partir de la violencia, el stalkeo, el hiper control de él sobre ella, la especulación. Y romantiza al personaje masculino matizando sus acciones que quedan de alguna manera ´justificadas´ por su historia personal, su aparente buen trato, porque es buen vecino, porque es buen mozo y bien portado".

La propia Elizabeth Lail, actriz que interpretó a la protagonista de la primera temporada, admitió, en entrevista con El Periódico de Catalunya, que “los guionistas sabían que la gente sentiría afinidad con el acosador".

Sobre “You” no hay análisis más preciso que el elaborado por María José González Moreno, Cristina Cuenca Piqueras y Juan Carlos Checa Olmos, académicos de la Universidad de León (España). En dicho texto, refieren que “You” trae consigo “la vinculación entre actos de violencia hacia la mujer y creencias exculpatorias en base al amor verdadero. (Que) el protagonista sea un asesino queda justificado en su mente por un fin mayor y universal de naturaleza romántica. Este planteamiento sería rechazado si los actos cometidos de forma infame por él fueran castigados, pero lo cierto es que ese hecho no ocurre, sino que se perpetúan con nuevas posibilidades amorosas (otros intentos, otras chicas). La protagonista está permanentemente cuestionada y juzgada tanto por el hombre como por el/la espectador/a. La descripción de Beck es de una mujer que utiliza su sexualidad para su propio beneficio, como si el hecho de mostrar o flirtear ya llevara asociado cierta justificación de posibles castigos (…) You parece silenciar a las víctimas y dar credibilidad al perpetrador”.

El análisis de González, Cuenca y Checa, que es brutalmente revelador del adoctrinamiento de Netflix, puede leerse, completo, aquí: http://revpubli.unileon.es/ojs/index.php/cuestionesdegenero/article/view/6962

¿Qué hizo Netflix? Ya está produciendo la cuarta temporada…

3.”Cómo vender drogas online”: El título lo dice todo. La sinopsis termina de encuadrarlo: “Para impresionar a su exnovia, un adolescente comienza a vender drogas por Internet y se convierte en uno de los mayores narcotraficantes de Europa”. La serie está basada en la vida de Maximilian Schmidt, un púber alemán que, efectivamente, llegó a vender 15 millones de euros y hasta 900 kilos de cocaína desde su casa.

Así como ‘You’ es un manual de cómo ser un feminicida impune, ‘Cómo vender drogas online’ es otro manual, pero para que cualquier adolescente se convierta en narcotraficante.

No conforme con hacer la serie de ficción, que va, por cierto, para la cuarta temporada, ¡Netflix le hizo su documental a Schmidt!, donde le lava la cara y lo venera, por supuesto.

4.“Cuties”: Película que aborda la vida de un grupo de niñas de 11 años que, supuestamente, a través del baile, buscan desafiar las normas religiosas de su familia. En realidad, se trata de una apología de la pedofilia, desde el cartel (que Netflix tuvo que cambiar ante la oleada de críticas) hasta el argumento.

Evan Rachel Wood, publicó un mensaje en su Instagram sobre la cinta: “No existe un contexto en el que sexualizar a los niños sea aceptable. Si crees eso, también consideras que Cuties es inaceptable. Esta objeción moral es obvia y sencilla y no tiene nada que ver con las nobles intenciones del cineasta o cualquier otro mérito artístico que pueda poseer”.

Zua Méndez y Teresa Lozano, comediantes feministas españolas cuyo nombre artístico es ‘Towanda Rebels’, pusieron su opinión sobre ‘Guapis’ en un tuit contundente: “Niñas del mundo, a las familias religiosas no se las desafía convirtiéndonos en objetos sexuales. Se les desafía cultivando nuestra razón, pensamiento crítico y amor por una misma. #NetflixPedofilia”.

Wood es abierta simpatizante del Partido Demócrata y de Joe Biden. Towanda Rebels apoya al PSOE. Con esto decimos que son opiniones vertidas por mujeres que distan de tener ideología conservadora.

He ahí cuatro ejemplos, pero en Netflix hay muchos, muchos más: “Someone Great”, película protagonizada por Gina Rodríguez, donde se consumen pastillas como si fueran Chocoretas, sin ninguna consecuencia adictiva o social; “Friends from College”, donde el personaje de Fred Savage se mete cocaína con desesperación y, lejos de volverse adicto y problemático, se hace más “divertido”…

Y reitero, aquí el problema no es la libertad, aquí el problema es la apología del delito y las drogas a la que se dedica Netflix con fruición, algo que, como ya vimos, critican voces desde el feminismo, desde la propia izquierda. Así que no es un tema ideológico. Es un tema de lo que está bien y lo que está mal. Y Netflix está MAL.

Por eso, si aún tienes una cuenta de Netflix es momento de eliminarla. No tires tu dinero a ese caño. Es momento de hacerlo o nunca nos arrepentiremos lo suficiente de haber dejado vivo a ese altavoz del crimen y la promoción de las drogas. No lo dudes.

¿QUÉ HACE AHÍ? Una nota de la OEM nos revela que, durante un evento en Mexicali, la directora del Instituto Contra las Adicciones del Estado de Baja California, Lizeth Noriega, dijo que “el consumo (de drogas) para que sea responsable, debería ser a partir de los 25 años de edad” (https://www.lavozdelafrontera.com.mx/local/el-consumo-tiene-que-ser-a-partir-de-los-25-anos-para-que-sea-responsable-lizeth-noriega-8166921.html)

¿Qué carajos hace ahí esta funcionaria? NO HAY, NI HABRÁ CONSUMO “RESPONSABLE” DE DROGAS, ni a los 25, ni a los 50, ni a los 70. A diario, especialmente en las colonias humildes, se vive el flagelo de adictos que, con tal de tener dinero para una dosis más, se roban de todo. Y la mayoría de esos adictos tienen más, mucho más de 25 años.

El trabajo de Noriega como diputada federal fue pésimo y ahora es peor en este cargo, que atiende un tema tan, tan relevante, donde queda claro, solamente nos hace daño su presencia

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

En un momento donde pasan tantas, tantas cosas malas, ayer ocurrió una extraordinariamente buena: Las acciones de Netflix cayeron 35% en la bolsa de valores de Nueva York, en Wall Street, perdiendo 54 mil millones de dólares en su valor de mercado.

Pocas noticias tan buenas como esa.

Y más: Netflix no solamente admitió, oficialmente, que perdió 200 mil suscriptores en el primer trimestre de 2022, sino que adelantó que sus previsiones apuntan a que perderá 2 millones más entre abril y junio (https://www.elfinanciero.com.mx/tech/2022/04/20/la-hemorragia-no-para-netflix-preve-perder-2-millones-de-usuarios-mas/).

En este punto, es necesario recordar que Netflix llegó a crecer a una tasa de 25 millones de suscriptores por año. Pues bueno, tan solo en la primera mitad de 2022, no sumará ningún otro y, en cambio, 2.2 millones le dirán adiós.

¿Por qué esa es una noticia tan buena? Porque Netflix NO es una plataforma de entretenimiento, sino de adoctrinamiento, por parte del crimen y, en particular, del narcotráfico.

TODOS los contenidos de Netflix hacen apología del delito y buscan ensalzar a los criminales, ponerlos como los “buenos” de la película, además de fomentar el uso y venta de drogas, poniéndolo como algo “divertido” y sin consecuencias.

Y que nadie se confunda, porque no faltan los “confundidos” cuando se expresan opiniones de este tipo: el señalamiento no es, per se, contra la libertad de contenido que han traído este tipo de plataformas, respecto a la TV abierta, particularmente en el tema gay, porque, al resto de temas, en mayor o menor medida, le ha ido entrando la pantalla chica. Por ahí no es el tema. Que para todas y todos haya opciones, es lo justo y lo mejor.

El problema con Netflix es que una cosa es hacer entretenimiento con libertad y otra, muy diferente, es usar el discurso de la “libertad creativa” para hacer apología del crimen, para ayudar al crimen a extender y volver aceptable su discurso, para abrir la Ventana de Overton y convertir a la delincuencia en algo aceptable y, más nauseabundo aún, hasta entrañable.

Y lo más grave: Netflix se solaza en esa conducta, se vanagloria de ser así, se regodea en ser el altavoz de ese discurso.

Los ejemplos de contenidos nada edificantes y si muy adoctrinantes, en ese sentido, abundan en Netflix, pero citaré aquí solamente cuatro, elocuentes, por razones de extensión:

1.”365 días”: Película que cuenta el “romance” entre un jefe de la mafia siciliana y una ejecutiva. El mafioso se obsesiona con ella y la secuestra para obligarla a tener una relación con él, dándole de plazo 365 días (de ahí el título) para que se “enamore”.

La organización feminista Pro Empower dijo, con toda razón, que dicha cinta fomenta “la cultura de la violación”.

La periodista Paulina Reiter declaró, en su momento, al diario español El Mundo: “La cultura debe enriquecernos y no dañarnos. Y esta película es dañina porque hace a la cultura de la violación más fuerte”.

La crítica española de cine Mireia Mullor, sentenció que ‘365 días’ es un “anti-manual de todos los comportamientos sexistas que hay que desterrar de las relaciones amorosas, y que en esta historia se elevan a la épica romántica. No solamente es mediocre, también romantiza el abuso”.

Sus colegas argentinas, Florencia Tundis y Maitena Minella, señalaron: “No hay síndrome de Estocolmo que justifique tal viraje ya que no hay en toda la película una condena del protagonista: Massimo la secuestra, la acosa y la viola, y nunca se arrepiente de sus actos”.

Hubo una petición en change.org que alcanzó las 100 mil firmas, para que Netflix bajara el filme. La cantante británica Duffy, quien vivió la pesadilla de ser secuestrada, drogada y violada en la vida real (es decir, lo que plantea ‘365 días’), le envió una carta al CEO de Netflix diciéndole que la película “glamoriza la brutal realidad del tráfico de la mujer, el secuestro y el abuso. Esto no debe ser idea de entretenimiento de nadie”.

¿Qué hizo Netflix? Responder, con un comunicado, donde afirmó que los suscriptores podían “eliminar títulos específicos para protegerse de contenido que crean demasiado adulto”. O sea, según Netflix, el problema no es que su contenido haga apología del delito, sino que nosotros no somos tan adultos para verlo. Y, por cierto, el próximo jueves estrena la segunda parte de esa película y ya anunció que hará una saga de tres.

2.”You”: Serie donde un sujeto asesina a su novia (si, es un feminicida), luego de raptarla, en su celotipia desenfrenada, conducta que el argumento va justificando. El protagonista no solamente se salva de pagar por el crimen, sino que, en la cumbre de la apología del delito, inculpa a otro y huye de Nueva York a Los Ángeles, con una identidad falsa. La primera temporada es, auténticamente, un manual de cómo perpetrar un feminicidio y salir impune.

Marina Mariasch, académica y activista femenina en Argentina, afirmó que "desde la perspectiva de género, la serie es horrible. Construye una relación a partir de la violencia, el stalkeo, el hiper control de él sobre ella, la especulación. Y romantiza al personaje masculino matizando sus acciones que quedan de alguna manera ´justificadas´ por su historia personal, su aparente buen trato, porque es buen vecino, porque es buen mozo y bien portado".

La propia Elizabeth Lail, actriz que interpretó a la protagonista de la primera temporada, admitió, en entrevista con El Periódico de Catalunya, que “los guionistas sabían que la gente sentiría afinidad con el acosador".

Sobre “You” no hay análisis más preciso que el elaborado por María José González Moreno, Cristina Cuenca Piqueras y Juan Carlos Checa Olmos, académicos de la Universidad de León (España). En dicho texto, refieren que “You” trae consigo “la vinculación entre actos de violencia hacia la mujer y creencias exculpatorias en base al amor verdadero. (Que) el protagonista sea un asesino queda justificado en su mente por un fin mayor y universal de naturaleza romántica. Este planteamiento sería rechazado si los actos cometidos de forma infame por él fueran castigados, pero lo cierto es que ese hecho no ocurre, sino que se perpetúan con nuevas posibilidades amorosas (otros intentos, otras chicas). La protagonista está permanentemente cuestionada y juzgada tanto por el hombre como por el/la espectador/a. La descripción de Beck es de una mujer que utiliza su sexualidad para su propio beneficio, como si el hecho de mostrar o flirtear ya llevara asociado cierta justificación de posibles castigos (…) You parece silenciar a las víctimas y dar credibilidad al perpetrador”.

El análisis de González, Cuenca y Checa, que es brutalmente revelador del adoctrinamiento de Netflix, puede leerse, completo, aquí: http://revpubli.unileon.es/ojs/index.php/cuestionesdegenero/article/view/6962

¿Qué hizo Netflix? Ya está produciendo la cuarta temporada…

3.”Cómo vender drogas online”: El título lo dice todo. La sinopsis termina de encuadrarlo: “Para impresionar a su exnovia, un adolescente comienza a vender drogas por Internet y se convierte en uno de los mayores narcotraficantes de Europa”. La serie está basada en la vida de Maximilian Schmidt, un púber alemán que, efectivamente, llegó a vender 15 millones de euros y hasta 900 kilos de cocaína desde su casa.

Así como ‘You’ es un manual de cómo ser un feminicida impune, ‘Cómo vender drogas online’ es otro manual, pero para que cualquier adolescente se convierta en narcotraficante.

No conforme con hacer la serie de ficción, que va, por cierto, para la cuarta temporada, ¡Netflix le hizo su documental a Schmidt!, donde le lava la cara y lo venera, por supuesto.

4.“Cuties”: Película que aborda la vida de un grupo de niñas de 11 años que, supuestamente, a través del baile, buscan desafiar las normas religiosas de su familia. En realidad, se trata de una apología de la pedofilia, desde el cartel (que Netflix tuvo que cambiar ante la oleada de críticas) hasta el argumento.

Evan Rachel Wood, publicó un mensaje en su Instagram sobre la cinta: “No existe un contexto en el que sexualizar a los niños sea aceptable. Si crees eso, también consideras que Cuties es inaceptable. Esta objeción moral es obvia y sencilla y no tiene nada que ver con las nobles intenciones del cineasta o cualquier otro mérito artístico que pueda poseer”.

Zua Méndez y Teresa Lozano, comediantes feministas españolas cuyo nombre artístico es ‘Towanda Rebels’, pusieron su opinión sobre ‘Guapis’ en un tuit contundente: “Niñas del mundo, a las familias religiosas no se las desafía convirtiéndonos en objetos sexuales. Se les desafía cultivando nuestra razón, pensamiento crítico y amor por una misma. #NetflixPedofilia”.

Wood es abierta simpatizante del Partido Demócrata y de Joe Biden. Towanda Rebels apoya al PSOE. Con esto decimos que son opiniones vertidas por mujeres que distan de tener ideología conservadora.

He ahí cuatro ejemplos, pero en Netflix hay muchos, muchos más: “Someone Great”, película protagonizada por Gina Rodríguez, donde se consumen pastillas como si fueran Chocoretas, sin ninguna consecuencia adictiva o social; “Friends from College”, donde el personaje de Fred Savage se mete cocaína con desesperación y, lejos de volverse adicto y problemático, se hace más “divertido”…

Y reitero, aquí el problema no es la libertad, aquí el problema es la apología del delito y las drogas a la que se dedica Netflix con fruición, algo que, como ya vimos, critican voces desde el feminismo, desde la propia izquierda. Así que no es un tema ideológico. Es un tema de lo que está bien y lo que está mal. Y Netflix está MAL.

Por eso, si aún tienes una cuenta de Netflix es momento de eliminarla. No tires tu dinero a ese caño. Es momento de hacerlo o nunca nos arrepentiremos lo suficiente de haber dejado vivo a ese altavoz del crimen y la promoción de las drogas. No lo dudes.

¿QUÉ HACE AHÍ? Una nota de la OEM nos revela que, durante un evento en Mexicali, la directora del Instituto Contra las Adicciones del Estado de Baja California, Lizeth Noriega, dijo que “el consumo (de drogas) para que sea responsable, debería ser a partir de los 25 años de edad” (https://www.lavozdelafrontera.com.mx/local/el-consumo-tiene-que-ser-a-partir-de-los-25-anos-para-que-sea-responsable-lizeth-noriega-8166921.html)

¿Qué carajos hace ahí esta funcionaria? NO HAY, NI HABRÁ CONSUMO “RESPONSABLE” DE DROGAS, ni a los 25, ni a los 50, ni a los 70. A diario, especialmente en las colonias humildes, se vive el flagelo de adictos que, con tal de tener dinero para una dosis más, se roban de todo. Y la mayoría de esos adictos tienen más, mucho más de 25 años.

El trabajo de Noriega como diputada federal fue pésimo y ahora es peor en este cargo, que atiende un tema tan, tan relevante, donde queda claro, solamente nos hace daño su presencia

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com