/ miércoles 1 de julio de 2020

Expediente Confidencial | ¿Quién mutiló la Ley Olimpia en BC?

En memoria de los mil 880 bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19 y a la ineptitud de las autoridades de salud. En Tijuana, mueren 31 de cada 100 enfermos de Covid-19. Cinco veces más que en Nueva York o Sao Paulo y casi once veces más que en San Diego. Hoy, en particular, a la memoria de José Toscano Sanz, colega que ayer falleció por el terrible virus.

Hoy, los diputados y, sobre todo, las diputadas de la 23 legislatura estatal, se pararán el cuello diciendo que aprobaron la Ley Olimpia.

Pero no es verdad.

En el remoto caso de que usted no sepa que es la Ley Olimpia, se lo explicamos: son tres reformas. La primera tiene como objetivo sancionar a quién por cualquier medio, divulgue, comparta, distribuya, compile, comercialice, publique imágenes, audios o videos de una persona desnuda, parcial o totalmente, de contenido íntimo, erótico o sexual, ya sea impreso, grabado o digital, sin el consentimiento de la víctima. Las penas aumentan cuando, por ejemplo, se amenace con la publicación de ese material o se condicione el bloqueo de la difusión del contenido a cambio de un intercambio sexual o económico, o se pretenda obtener un beneficio económico con la publicación o difusión del material.

La segunda es para que se reconozca a la violencia digital como uno de los tipos de violencia que pueden sufrir las mujeres.

Y la tercera es para tipificar el ciberacoso.

A este conjunto de reformas se le nombró así en honor a su creadora, Olimpia Coral Melo Cruz.

En el caso de Baja California, se aprobarán solamente las dos primeras. Es decir, se incluirá en el código Penal una sanción de uno a cinco años de prisión para quien grabe o difunda contenido sexual sin autorización. Y en la ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se reconocerá a la violencia digital.

Pero NO se tipificará el ciberacoso.

La regidora mexicalense Luz Elena Fonseca Rentería, presentó una iniciativa para ello.

En la misma, se modificaba el artículo 185 del código Penal, tipificando al ciberacoso como la acción de “quien hostigue o amenace por medio de las Tecnologías de la Información y Telecomunicación (TICS), redes sociales, correo electrónico o cualquier espacio digital y cause un daño a la dignidad personal”, con una pena de once meses a tres años de prisión.

En la página 111 del dictamen 12 de la comisión de Justicia, se indica que la iniciativa de Fonseca es “jurídicamente procedente”, pero luego señala que “toda vez que el presente dictamen se integra por un grupo de diversas iniciativas las cuales son coincidentes en su fondo y pretensión, esta Comisión se reserva para más adelante, la integración final del resolutivo que habrá de regir y determinar el presente dictamen” (sic).

Y en el resolutivo, ¿qué creen? ¡Desaparece la tipificación del ciberacoso!

No nos vengan con explicaciones amañadas. Cualquier abogado, con dos dedos de frente, sabe que una cosa es poner una sanción por grabar o difundir contenido sexual y otra por hostigar y acosar. Redactada como está, la Ley Olimpia bajacaliforniana, mutilada, cercenada, deja sin castigo a quien, por ejemplo, le pida un favor sexual a una mujer, o envíe mensajes acosándola, a través de un correo electrónico o un teléfono celular.

¿Por qué? Fuentes legislativas nos indicaron que hubo “grandes” presiones por parte de varios catedráticos de la UABC, con el fin de que se borrara esa parte, pues consideraban que tenía “dedicatoria” para ellos, luego de la exhibida que les pusieron con los tendederos donde se mostraban los mensajes que enviaron a sus alumnas, acosándolas.

Los mismos informantes nos comentaron que hubo una llamada de un importante directivo de la UABC al presidente de la comisión de Justicia del congreso, el morenista Víctor Morán, para evitar lo que calificó de “cacería de brujas”.

También nos relataron como se celebró una reunión de varios “importantes” profesores de la UABC, aterrados con la idea de ir a la cárcel por haberle pedido favores sexuales a sus alumnas, a cambio de aprobarlas en una materia. Y como le suplicaron a su jefe que interviniera y parara lo que llamaron “feminazismo”.

Órale.

Para taparle el ojo al macho, la comisión de Justicia aprobó una reforma del diputado Miguel Ángel Bujanda, el ex secretario particular de ‘Kiko’ Vega que se ha convertido en el sirviente mayor de Morena en el congreso. Es para aumentarle 10 años la pena a los feminicidas (de 50 a 60 años), cuando el problema no es que el tiempo de prisión sea poco, sino que los asesinatos de mujeres NO se investigan, ni se castigan.

¿Hoy se corregirá la mutilación a la Ley Olimpia o las diputadas bajacalifornianas serán sumisas y se quedarán calladas para no andar molestando a los hombres poderosos que acosan? ¿Levantarán la voz ante la ‘desaparición’ del ciberacoso o tendrán el cinismo de festejar y llamarse defensoras de las mujeres?

TOSCANO: Como lo dijimos al inicio de esta columna, ayer falleció José Toscano, a causa del Covid-19.

Fue en horas de la madrugada cuando Toscano, ingresado hace diez días en el hospital General de Mexicali, perdió la batalla, conectado al respirador.

Recuerdo a ‘Pepe’ como un hombre sencillo y siempre animado, aunque también sacaba el carácter si la situación ameritaba eso. Nunca trabajamos juntos, pero ello no impedía que, al verlo, siempre me saludara con afecto, diciéndome “Gerardini”.

Si algo me gustaba de ‘Pepe’ era que todo buscaba hacerlo a lo grande. Por ejemplo, la vestimenta de su noticiero radiofónico estaba hecha por Rubén Moya, titán de la locución que es conocido por haber doblado a Jack Palance. También, en vez de ir a comprarle tiempo aire para su programa de TV a un canal local, como el 66, Toscano lo insertó en la repetidora de Univisión en El Centro, California. No merecía morir así.


Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

En memoria de los mil 880 bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19 y a la ineptitud de las autoridades de salud. En Tijuana, mueren 31 de cada 100 enfermos de Covid-19. Cinco veces más que en Nueva York o Sao Paulo y casi once veces más que en San Diego. Hoy, en particular, a la memoria de José Toscano Sanz, colega que ayer falleció por el terrible virus.

Hoy, los diputados y, sobre todo, las diputadas de la 23 legislatura estatal, se pararán el cuello diciendo que aprobaron la Ley Olimpia.

Pero no es verdad.

En el remoto caso de que usted no sepa que es la Ley Olimpia, se lo explicamos: son tres reformas. La primera tiene como objetivo sancionar a quién por cualquier medio, divulgue, comparta, distribuya, compile, comercialice, publique imágenes, audios o videos de una persona desnuda, parcial o totalmente, de contenido íntimo, erótico o sexual, ya sea impreso, grabado o digital, sin el consentimiento de la víctima. Las penas aumentan cuando, por ejemplo, se amenace con la publicación de ese material o se condicione el bloqueo de la difusión del contenido a cambio de un intercambio sexual o económico, o se pretenda obtener un beneficio económico con la publicación o difusión del material.

La segunda es para que se reconozca a la violencia digital como uno de los tipos de violencia que pueden sufrir las mujeres.

Y la tercera es para tipificar el ciberacoso.

A este conjunto de reformas se le nombró así en honor a su creadora, Olimpia Coral Melo Cruz.

En el caso de Baja California, se aprobarán solamente las dos primeras. Es decir, se incluirá en el código Penal una sanción de uno a cinco años de prisión para quien grabe o difunda contenido sexual sin autorización. Y en la ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se reconocerá a la violencia digital.

Pero NO se tipificará el ciberacoso.

La regidora mexicalense Luz Elena Fonseca Rentería, presentó una iniciativa para ello.

En la misma, se modificaba el artículo 185 del código Penal, tipificando al ciberacoso como la acción de “quien hostigue o amenace por medio de las Tecnologías de la Información y Telecomunicación (TICS), redes sociales, correo electrónico o cualquier espacio digital y cause un daño a la dignidad personal”, con una pena de once meses a tres años de prisión.

En la página 111 del dictamen 12 de la comisión de Justicia, se indica que la iniciativa de Fonseca es “jurídicamente procedente”, pero luego señala que “toda vez que el presente dictamen se integra por un grupo de diversas iniciativas las cuales son coincidentes en su fondo y pretensión, esta Comisión se reserva para más adelante, la integración final del resolutivo que habrá de regir y determinar el presente dictamen” (sic).

Y en el resolutivo, ¿qué creen? ¡Desaparece la tipificación del ciberacoso!

No nos vengan con explicaciones amañadas. Cualquier abogado, con dos dedos de frente, sabe que una cosa es poner una sanción por grabar o difundir contenido sexual y otra por hostigar y acosar. Redactada como está, la Ley Olimpia bajacaliforniana, mutilada, cercenada, deja sin castigo a quien, por ejemplo, le pida un favor sexual a una mujer, o envíe mensajes acosándola, a través de un correo electrónico o un teléfono celular.

¿Por qué? Fuentes legislativas nos indicaron que hubo “grandes” presiones por parte de varios catedráticos de la UABC, con el fin de que se borrara esa parte, pues consideraban que tenía “dedicatoria” para ellos, luego de la exhibida que les pusieron con los tendederos donde se mostraban los mensajes que enviaron a sus alumnas, acosándolas.

Los mismos informantes nos comentaron que hubo una llamada de un importante directivo de la UABC al presidente de la comisión de Justicia del congreso, el morenista Víctor Morán, para evitar lo que calificó de “cacería de brujas”.

También nos relataron como se celebró una reunión de varios “importantes” profesores de la UABC, aterrados con la idea de ir a la cárcel por haberle pedido favores sexuales a sus alumnas, a cambio de aprobarlas en una materia. Y como le suplicaron a su jefe que interviniera y parara lo que llamaron “feminazismo”.

Órale.

Para taparle el ojo al macho, la comisión de Justicia aprobó una reforma del diputado Miguel Ángel Bujanda, el ex secretario particular de ‘Kiko’ Vega que se ha convertido en el sirviente mayor de Morena en el congreso. Es para aumentarle 10 años la pena a los feminicidas (de 50 a 60 años), cuando el problema no es que el tiempo de prisión sea poco, sino que los asesinatos de mujeres NO se investigan, ni se castigan.

¿Hoy se corregirá la mutilación a la Ley Olimpia o las diputadas bajacalifornianas serán sumisas y se quedarán calladas para no andar molestando a los hombres poderosos que acosan? ¿Levantarán la voz ante la ‘desaparición’ del ciberacoso o tendrán el cinismo de festejar y llamarse defensoras de las mujeres?

TOSCANO: Como lo dijimos al inicio de esta columna, ayer falleció José Toscano, a causa del Covid-19.

Fue en horas de la madrugada cuando Toscano, ingresado hace diez días en el hospital General de Mexicali, perdió la batalla, conectado al respirador.

Recuerdo a ‘Pepe’ como un hombre sencillo y siempre animado, aunque también sacaba el carácter si la situación ameritaba eso. Nunca trabajamos juntos, pero ello no impedía que, al verlo, siempre me saludara con afecto, diciéndome “Gerardini”.

Si algo me gustaba de ‘Pepe’ era que todo buscaba hacerlo a lo grande. Por ejemplo, la vestimenta de su noticiero radiofónico estaba hecha por Rubén Moya, titán de la locución que es conocido por haber doblado a Jack Palance. También, en vez de ir a comprarle tiempo aire para su programa de TV a un canal local, como el 66, Toscano lo insertó en la repetidora de Univisión en El Centro, California. No merecía morir así.


Comentarios: gerardofm2020@gmail.com