El jueves por la tarde, 500 habitantes de la comunidad mexiquense de Río Frío bloquearon la autopista México-Puebla, en ambos sentidos, para exigir que las autoridades encontraran y rescataran al niño Edward de Jesús, de 10 años, quien había sido raptado al ir a la tienda.
A la 1:30 de la mañana del viernes, 10 horas y media después de que Edward de Jesús fue robado, las autoridades lo hallaron en Atotonilco, Hidalgo, deteniendo a los dos sujetos que lo habían privado de su libertad.
En esas 10 horas y media, los 500 pobladores de Río Frío que se solidarizaron con la familia de Edward de Jesús para realizar el bloqueo, crearon una fila de vehículos que alcanzó los cuatro kilómetros de longitud.
La salida a Puebla, a diferencia de la que lleva a Cuernavaca, no es una arteria utilizada tanto por turistas, como para el transporte de mercancías, debido a que es la única forma de llegar al sureste de México desde la capital del país, sin dar intrincados rodeos de horas y horas (por ejemplo, ‘zigzagueando’ por Hidalgo y Tlaxcala, o a través de Morelos). Es la conexión para ir a estados torales como Oaxaca, Veracruz o Tabasco…
Por ello, los 500 pobladores de Río Frío lograron su objetivo de arrodillar a las autoridades que, para buscar a Edward de Jesús, activaron la Coordinación Nacional Antisecuestro, involucrándose la Guardia Nacional (GN), las fiscalías del Estado de México, Puebla e Hidalgo, así como las policías de la Ciudad de México y Puebla, utilizando hasta un helicóptero, cuyos tripulantes fueron los que encontraron y siguieron el vehículo en que llevaban a Edward de Jesús.
La acción de los pobladores de Río Frío fue, sin duda, determinante para ese resultado.
El bloqueo, su desarrollo y final, fue una calca de lo sucedido exactamente un mes antes, el 5 de abril, en el Periférico Norte de la Ciudad de México, cuando la familia y amigos de Hugo Carbajal exigieron la detención de su homicida, cosa que, cerrando esa vía de comunicación, lograron (https://www.elsoldetijuana.com.mx/analisis/expediente-confidencial-todos-podemos-ser-los-carbajal-8098785.html)
En su momento, una parte de la opinión pública alegó que los Carbajal pudieron hacerlo porque tenían una posición económica acomodada. Sin embargo, el abuelo, la tía y la mamá de Edward de Jesús son personas muy, muy humildes. Quizás no tenían el dinero de los Carbajal, pero si algo más importante, algo clave: el rotundo apoyo de los habitantes de su comunidad, quienes les siguieron en su apuesta.
El nervio que es común a los dos episodios se resume en una palabra: decisión.
Si la familia de Edward de Jesús y sus vecinos no hubiesen bloqueado la autopista México-Puebla, colapsando, con ello, el transporte de mercancías al sureste del país, seguramente este niño ya estaría muerto o siendo víctima de alguna atrocidad, como la explotación sexual.
Si la familia de Edward de Jesús y sus vecinos no hubiesen tomado esa decisión, las autoridades, sencillamente, no les habrían hecho ningún caso.
Como padre de familia, periodista y ciudadano, no puedo sino ponerme de pie y aplaudir lo hecho por la familia de Edward de Jesús y los habitantes de Río Frío.
Pero, igual que con los Carbajal, vuelvo a señalar que el sur de México le está dando un ejemplo de poder ciudadano al norte. Uno observa estos dos casos y se pregunta ¿qué habría pasado si, digamos, los padres y amigos de Debanhi hubiesen bloqueado un puente internacional -ejemplo, el Reynosa/Pharr-, el mismo día que desapareció? ¿Eso habría cambiado el destino de la infortunada joven?
Los políticos mexicanos tienen miedo, mucho miedo, de reprimir a la ciudadanía. Tienen miedo de hacer un papelón internacional, de ser exhibidos en redes como represores y ver canceladas sus aspiraciones, porque ninguno tiene llenadera. Estamos a verdaderos años luz de que se repita un Tlatelolco. Y eso tenemos que usarlo a nuestro favor.
Los casos de Hugo Carbajal y Edward de Jesús nos recuerdan algo que es casi una perogrullada: si queremos resultados diferentes, hay que hacer las cosas diferentes. Y el hartazgo vomitado en redes sociales es muy liberador, pero no sirve para nada. Lo que sí sirve es exigir. Lo que sirve es arrodillar a los políticos, pegándoles donde les importa (digamos, en su relación con los empresarios, que se ven afectados al no poder transportar mercancías).
Y estas dos familias mexiquenses nos recuerdan algo toral: si alguien en México quiere resultados, es solamente por la mala
FIRME: Ayer, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, le entregó un reconocimiento al Grupo Firme, avecindado en Tijuana, “por romper con los estereotipos machistas y promover inclusión y respeto frente a la diversidad sexual y de género”.
Se trata de un grupo que canta música de lo más corriente y vulgar, entre la que se halla una melodía (es un decir) llamada ‘En tu perra vida’, que en su coro dice “En tu perra vida vuelves a dormir conmigo. Yo en cualquier esquina, me hallo una de tu tipo. Tú que encuentres otro igual, eso sí va a estar canijo”.
Vaya, ¡cuánta ruptura de los estereotipos machistas, inclusión y respeto frente a la diversidad sexual y de género!
Es tan absurdo ese reconocimiento, que hasta uno de los integrantes de la procaz agrupación se estaba riendo cuando Sheinbaum leía semejante disparate.
Por lo demás, no se nos olvide que, en dos añitos, nos van a decir que Sheinbaum debe ser presidenta porque llegará para representar a todas las mexicanas. Ojalá que no nos dejemos engañar.
