/ sábado 15 de enero de 2022

Expediente Confidencial | Te lo dice Monreal, para que lo entiendas Andrés

"Es que es extraño, me sorprende, como dice el maestro Santamaría, he quedado anonadado, el despliegue que hace el Reforma para entrevistar a Ricardo Monreal", dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina del lunes, última antes de que anunciara que tenía Covid-19 y se 'guardara'.

Las enfermedades oportunas siempre han sido una característica de los presidentes mexicanos. Basta recordar aquella intervención quirúrgica de Vicente Fox, en los días previos a la guerra de Irak.

Y no, el despliegue de Reforma para entrevistar a Ricardo Monreal no es extraño, porque no entrevistó a Ricardo Monreal, el senador, sino a Ricardo Monreal, el muñeco de ventrilocuo de Marcelo Ebrard.

En este punto, hay que recordar tres aristas claves:

1.- En la entrevista se hacen diversas alusiones, críticas, a Claudia Sheinbaum, en el marco de la sucesión presidencial. No hay una sola mención a Ebrard. Este punto es importante. Si no hay menciones a Ebrard solamente caben dos posibilidades: o la gente de Reforma es muy 'güey' y no se acordó que, al hacer una entrevista para enviar un recado, como esa, mínimo hay que disfrazarlo... o el punto es que no lo disfrazaron para que López Obrador tuviera claro que Ebrard se lo estaba enviando.

2.- En su última encuesta de aspirantes presidenciales, Reforma puso, en primer lugar, a Ebrard.

3.- A Monreal se le identifica como el causante de que Morena perdiera la mitad de las alcaldías de la CDMX, en las últimas elecciones, lo cual se refrenda con el triunfo, en Cuauhtémoc, de su "pupila" (por llamarle de alguna forma), Sandra Cuevas, candidata de la alianza PRI-PAN-PRD. Cercanía que se refrendó apenas en diciembre, cuando ella y Monreal inauguraron una exposición pictórica de título elocuente, llamada 'Monet & Friends'

Quizás usted, acucios@ lector@, piense que era lógico que Monreal intentara descarrilar a Sheinbaum, porque es su rival. Sin embargo, Monreal no hizo lo mismo en Colima, o en Baja California, para descarrilar a las candidatas de Mario Delgado, aliado de Ebrard.

¿Capisci?

Ergo: Monreal tiene una alianza con Ebrard.

Si alguien, todavía, tiene dudas, basta recordar que, el 24 de diciembre pasado, Ebrard aplaudió que Monreal fuese a Veracruz, ese día, para apoyar a José Manuel del Río Virgen, su chalán, preso como imputado por el homicidio de un candidato de MC a presidente municipal.

"Integridad y calidad humana, no abandonar a los compañeros y amigos en la Navidad. Te reconozco", le dijo Ebrard a Monreal, en Twitter.

Así que no, con Ebrard no hay pleito alguno.

Por lo demás, en la charla con Roberto Zamarripa, el senador critica a los "radicales" y habla de "moderación", un discurso que no enarbola él, sino Ebrard, Mario Delgado y sus gobernadoras.

Digo, es oportuno recordar que Monreal propuso, en 2018, aquella iniciativa para barrer con las comisiones bancarias, que tiró el peso y la bolsa. Así que la moderación, lo que se dice moderación, no es lo suyo. Entonces, la "moderación" que está vendiendo no es la suya, sino la de Ebrard. Por los "radicales", obviamente se refiere a Sheinbaum y su grupo.

Y la "moderación" de Ebrard, ya se sabe, no es otra cosa que una alianza de su facción en Morena con PRI, PAN y PRD, para retomar el poder y todos acostarse en la misma cama y taparse con la misma cobija presupuestal. Todos felices haciendo negocio con el gobierno federal, ahora como "morenistas".

En la entrevista, Monreal utiliza dos frases elocuentes: "Nos acercamos a una confrontación inevitable" y "no va a quedar país para nadie".

Y el reclamo de que "las encuestas que están siendo usadas no son lo más correcto".

Ahí está el nervio del amago: Ebrard, a través de Monreal, le está diciendo al presidente que, si insiste en apoyar a Sheinbaum, vendrá la "confrontación inevitable" y "no va a quedar país para nadie". Las típicas. O yo, o el caos. Y si no soy yo, entonces, ni para Dios, ni para el diablo.

Lo de las encuestas revela que a Ebrard, como resultaba lògico pensar, no le dan los números. Entonces, necesita un 'dedazo'.

Sin embargo, el próximo presidente de México no será elegido por las encuestas. Ni siquiera por López Obrador. Vaya, ni en la Casa Blanca. Lo elegirán en Beijing, en la City de Londres, en Caracas y en La Habana. Y ahí, a juzgar por el resuelto apoyo de medios como El País a Sheinbaum, parece que Ebrard va perdiendo...

Tal vez, por eso, el recado

COVID: Aunque duré casi dos años invicto, el Covid-19 me alcanzó. No hay buena racha que no termine. La variante Ómicron no perdona y sortearla está más complicado que ganarle al Real Madrid en el Santiago Bernabeu. El autor jamás acudió a restaurantes, ni estuvo un segundo sin cubrebocas en exteriores, pero aún así cayó. Pero igual soy prueba viva (literal) de la eficacia de las vacunas. Pese a mis cuarenta y tantos encima y mis circunstancias de salud, lo único que Ómicron me ha causado es, en los primeros días, una tos de tísico; en los recientes, un resfriado de padre y señor mío, que me da 50 estornudos por hora. Y estoy con puro paracetamol. Sin vacuna, albergo la certeza de que, a esta hora, ya no estaría redactando esta columna. Es más. Ya ni habría columna. Por eso, no sea bob@, no sea torpe (alusión musical, es sábado): Vacúnese ya, si no lo ha hecho ¡SI ES LA DIFERENCIA!

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

"Es que es extraño, me sorprende, como dice el maestro Santamaría, he quedado anonadado, el despliegue que hace el Reforma para entrevistar a Ricardo Monreal", dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina del lunes, última antes de que anunciara que tenía Covid-19 y se 'guardara'.

Las enfermedades oportunas siempre han sido una característica de los presidentes mexicanos. Basta recordar aquella intervención quirúrgica de Vicente Fox, en los días previos a la guerra de Irak.

Y no, el despliegue de Reforma para entrevistar a Ricardo Monreal no es extraño, porque no entrevistó a Ricardo Monreal, el senador, sino a Ricardo Monreal, el muñeco de ventrilocuo de Marcelo Ebrard.

En este punto, hay que recordar tres aristas claves:

1.- En la entrevista se hacen diversas alusiones, críticas, a Claudia Sheinbaum, en el marco de la sucesión presidencial. No hay una sola mención a Ebrard. Este punto es importante. Si no hay menciones a Ebrard solamente caben dos posibilidades: o la gente de Reforma es muy 'güey' y no se acordó que, al hacer una entrevista para enviar un recado, como esa, mínimo hay que disfrazarlo... o el punto es que no lo disfrazaron para que López Obrador tuviera claro que Ebrard se lo estaba enviando.

2.- En su última encuesta de aspirantes presidenciales, Reforma puso, en primer lugar, a Ebrard.

3.- A Monreal se le identifica como el causante de que Morena perdiera la mitad de las alcaldías de la CDMX, en las últimas elecciones, lo cual se refrenda con el triunfo, en Cuauhtémoc, de su "pupila" (por llamarle de alguna forma), Sandra Cuevas, candidata de la alianza PRI-PAN-PRD. Cercanía que se refrendó apenas en diciembre, cuando ella y Monreal inauguraron una exposición pictórica de título elocuente, llamada 'Monet & Friends'

Quizás usted, acucios@ lector@, piense que era lógico que Monreal intentara descarrilar a Sheinbaum, porque es su rival. Sin embargo, Monreal no hizo lo mismo en Colima, o en Baja California, para descarrilar a las candidatas de Mario Delgado, aliado de Ebrard.

¿Capisci?

Ergo: Monreal tiene una alianza con Ebrard.

Si alguien, todavía, tiene dudas, basta recordar que, el 24 de diciembre pasado, Ebrard aplaudió que Monreal fuese a Veracruz, ese día, para apoyar a José Manuel del Río Virgen, su chalán, preso como imputado por el homicidio de un candidato de MC a presidente municipal.

"Integridad y calidad humana, no abandonar a los compañeros y amigos en la Navidad. Te reconozco", le dijo Ebrard a Monreal, en Twitter.

Así que no, con Ebrard no hay pleito alguno.

Por lo demás, en la charla con Roberto Zamarripa, el senador critica a los "radicales" y habla de "moderación", un discurso que no enarbola él, sino Ebrard, Mario Delgado y sus gobernadoras.

Digo, es oportuno recordar que Monreal propuso, en 2018, aquella iniciativa para barrer con las comisiones bancarias, que tiró el peso y la bolsa. Así que la moderación, lo que se dice moderación, no es lo suyo. Entonces, la "moderación" que está vendiendo no es la suya, sino la de Ebrard. Por los "radicales", obviamente se refiere a Sheinbaum y su grupo.

Y la "moderación" de Ebrard, ya se sabe, no es otra cosa que una alianza de su facción en Morena con PRI, PAN y PRD, para retomar el poder y todos acostarse en la misma cama y taparse con la misma cobija presupuestal. Todos felices haciendo negocio con el gobierno federal, ahora como "morenistas".

En la entrevista, Monreal utiliza dos frases elocuentes: "Nos acercamos a una confrontación inevitable" y "no va a quedar país para nadie".

Y el reclamo de que "las encuestas que están siendo usadas no son lo más correcto".

Ahí está el nervio del amago: Ebrard, a través de Monreal, le está diciendo al presidente que, si insiste en apoyar a Sheinbaum, vendrá la "confrontación inevitable" y "no va a quedar país para nadie". Las típicas. O yo, o el caos. Y si no soy yo, entonces, ni para Dios, ni para el diablo.

Lo de las encuestas revela que a Ebrard, como resultaba lògico pensar, no le dan los números. Entonces, necesita un 'dedazo'.

Sin embargo, el próximo presidente de México no será elegido por las encuestas. Ni siquiera por López Obrador. Vaya, ni en la Casa Blanca. Lo elegirán en Beijing, en la City de Londres, en Caracas y en La Habana. Y ahí, a juzgar por el resuelto apoyo de medios como El País a Sheinbaum, parece que Ebrard va perdiendo...

Tal vez, por eso, el recado

COVID: Aunque duré casi dos años invicto, el Covid-19 me alcanzó. No hay buena racha que no termine. La variante Ómicron no perdona y sortearla está más complicado que ganarle al Real Madrid en el Santiago Bernabeu. El autor jamás acudió a restaurantes, ni estuvo un segundo sin cubrebocas en exteriores, pero aún así cayó. Pero igual soy prueba viva (literal) de la eficacia de las vacunas. Pese a mis cuarenta y tantos encima y mis circunstancias de salud, lo único que Ómicron me ha causado es, en los primeros días, una tos de tísico; en los recientes, un resfriado de padre y señor mío, que me da 50 estornudos por hora. Y estoy con puro paracetamol. Sin vacuna, albergo la certeza de que, a esta hora, ya no estaría redactando esta columna. Es más. Ya ni habría columna. Por eso, no sea bob@, no sea torpe (alusión musical, es sábado): Vacúnese ya, si no lo ha hecho ¡SI ES LA DIFERENCIA!

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com