/ jueves 28 de enero de 2021

Expediente Confidencial | ¿Y si el Covid-19 fuese un crimen?

En memoria de las y los 6675 bajacalifornianas y bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19, pero, sobre todo, a la INCAPACIDAD de los gobiernos. Dedicado este texto también a todo el personal sanitario que se la está jugando, a diario. Y recordando que en TIJUANA MUEREN 21 DE CADA 100 ENFERMOS DE Covid-19, cuando EN SAN DIEGO MUERE UNO DE CADA 100.

BAJA CALIFORNIA LLEVA 56 DÍAS CONSECUTIVOS EN PRIMER LUGAR NACIONAL DE MORTALIDAD

Por un momento, veamos la pandemia de coronavirus como un crimen, partiendo de una denuncia, como en cualquier indagatoria: la del virólogo francés Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina en 2008, quien aseveró: “Hemos llegado a la conclusión de que este virus fue creado. Ha habido una manipulación del virus: al menos una parte, no la totalidad. Hay un modelo, que es el virus clásico, que proviene principalmente de los murciélagos, pero al que se han agregado secuencias de VIH. En cualquier caso, no es natural. Es el trabajo de profesionales, de biólogos moleculares. Un trabajo muy meticuloso. ¿Con qué objetivo? No lo sé”.

Hablamos de un científico que fue Premio Nobel, no de un conspiranóico trasnochado. Otra cosa es que se le quiera hacer pasar así, desde ciertos medios de comunicación bien aceitados con ingente publicidad de Huawei.

Ahora bien, hagamos un análisis partiendo de la idea de Montagnier: al Covid-19 no lo detonó una sopa de murciélago, sino un crimen.

Y si es un crimen, y si el culpable de un crimen es, casi siempre, el más beneficiado por este, ¿quién se benefició con la pandemia?:

En 2019, la dictadura china ideó la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, con el fin de anular la libertad de expresión en ese territorio, como pasa en el resto de China, y así poder extraditar a ciudadanos hongkoneses a Beijing, abriendo el camino para la represión a quienes disienten del régimen de Xi Jinping. Todo con la complicidad de la jefa de gobierno de ese territorio, Carrie Lam.

El 9 de junio del año pasado, se registró una manifestación contra esa ley, a la cual acudieron un millón de personas, de blanco: https://elpais.com/internacional/2019/06/09/actualidad/1560077298_060676.html?rel=mas

A la semana siguiente hubo otra, donde los asistentes vistieron de negro. La asistencia fue de dos millones: https://elpais.com/internacional/2019/06/16/actualidad/1560692921_683769.html

Dos millones de manifestantes en un territorio donde viven 7.5 millones. Casi uno de cada tres.

En 2003, China ya había intentado anular las libertades en Hong Kong. En este sentido, vale la pena citar un párrafo de Wikipedia: “Los intentos de legislación de 2003 y 2020 ocurrieron durante los brotes de coronavirus que se originaron en China (el del SARS y la COVID-19, respectivamente)”: https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Seguridad_Nacional_de_Hong_Kong

La pandemia apagó las multitudinarias protestas y, el 30 de junio de 2020, la dictadura china se salió con la suya y la citada ley entró en vigor: https://www.nytimes.com/es/2020/06/30/espanol/mundo/hong-kong-china-leyes-seguridad.html

ESCENA DEL CRIMEN: Hasta casi un año después, China permitió la entrada de inspectores de la OMS para indagar el origen del virus. Suficiente tiempo para ensuciar la escena del crimen…

LOS CULPABLES SIEMPRE TEMEN SER INVESTIGADOS: En abril de 2020, cuando Australia pidió una investigación independiente sobre el origen del coronavirus, China amenazó a ese país con un boicot comercial: https://www.larazon.es/internacional/20200427/slbl4rixxna7ngxrvdjgsy4g3q.html

¿Por qué? El que nada debe, nada teme…

CONCLUSIÓN: No podemos asegurar que China y sus aliados hayan creado el virus, pero tampoco podemos asegurar que no… Simplemente, este columnista cree que tenemos derecho a hacernos preguntas, a dudar, a reflexionar, a hilvanar cabos sueltos.

Que nos hagamos esas preguntas no significa, para nada, que seamos xenófobos, como, mañosamente, los voceros de la dictadura china nos quieren hacer sentir. El pueblo chino, su cultura, su historia, no tienen nada, absolutamente nada que ver, con las tropelías que, repetidamente, intencionalmente, comete su gobierno. Es cobarde que el dictador Xi Jinping se escude en esa herencia milenaria y luminosa.

No tenemos porque ser una sociedad que, como diría Arjona en su canción, piense que ya todo escrito; no tenemos porque ser cómo desean ciertos medios y políticos, que buscan una sociedad que confíe ciegamente, sin cuestionar, sin chistar, en lo que dice una dictadura que aborrece la democracia y encarcela opositores y periodistas, como la de Xi.

DICTADURA: La condena de cuatro años de cárcel para la periodista china Zhang Zhan, por haber revelado al mundo qué magnitud tenía el Covid-19, cuando el gobierno chino buscaba ocultarlo, nos recuerda que Xi Jinping es un dictador y que China vive en el totalitarismo, por más que, a punta de yuanes y viajecitos vacacionales a Shanghái para ellos y sus familias, haya “periodistas” prestos a lavarle la cara a ese pestilente régimen y sus hediondos satélites…

AGRADECIMIENTO: He aquí las palabras que nos envió un lector, ayer, con motivo del séptimo aniversario de esta columna y que transcribimos, con nuestra mayor gratitud:

"Qué bueno que en ese diario te han dado la oportunidad y libertad para escribir de todo; hace falta más gente como ellos, a quienes agradeces por esa libertad y cero censura, pues se requieren de más espacios comprometidos con una verdadera libertad de expresión".

"Te conmino a que sigas por ese camino, aunque me inquieta lo que pones al final de tu columna: "si algo nos pasa es que quieren callarnos", lo que me imagino que es derivado de presiones y amenazas, que nunca faltan por quienes se ven afectados por decir verdades. Espero y hayas hecho los reportes respectivos a las autoridades. Cuídate y toma las medidas precautorias pertinentes, que no están por demás".

"Un abrazo y te deseo para este 2021 lo mejor para tí y los tuyos, en sí que ojalá sea mejor para todos, sobre todo en la superación de esta maldita pandemia y que las autoridades "se pongan la pilas" y cumplan con su deber".

P.D.: Si algo nos pasa es que quieren callarnos.

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

En memoria de las y los 6675 bajacalifornianas y bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19, pero, sobre todo, a la INCAPACIDAD de los gobiernos. Dedicado este texto también a todo el personal sanitario que se la está jugando, a diario. Y recordando que en TIJUANA MUEREN 21 DE CADA 100 ENFERMOS DE Covid-19, cuando EN SAN DIEGO MUERE UNO DE CADA 100.

BAJA CALIFORNIA LLEVA 56 DÍAS CONSECUTIVOS EN PRIMER LUGAR NACIONAL DE MORTALIDAD

Por un momento, veamos la pandemia de coronavirus como un crimen, partiendo de una denuncia, como en cualquier indagatoria: la del virólogo francés Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina en 2008, quien aseveró: “Hemos llegado a la conclusión de que este virus fue creado. Ha habido una manipulación del virus: al menos una parte, no la totalidad. Hay un modelo, que es el virus clásico, que proviene principalmente de los murciélagos, pero al que se han agregado secuencias de VIH. En cualquier caso, no es natural. Es el trabajo de profesionales, de biólogos moleculares. Un trabajo muy meticuloso. ¿Con qué objetivo? No lo sé”.

Hablamos de un científico que fue Premio Nobel, no de un conspiranóico trasnochado. Otra cosa es que se le quiera hacer pasar así, desde ciertos medios de comunicación bien aceitados con ingente publicidad de Huawei.

Ahora bien, hagamos un análisis partiendo de la idea de Montagnier: al Covid-19 no lo detonó una sopa de murciélago, sino un crimen.

Y si es un crimen, y si el culpable de un crimen es, casi siempre, el más beneficiado por este, ¿quién se benefició con la pandemia?:

En 2019, la dictadura china ideó la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, con el fin de anular la libertad de expresión en ese territorio, como pasa en el resto de China, y así poder extraditar a ciudadanos hongkoneses a Beijing, abriendo el camino para la represión a quienes disienten del régimen de Xi Jinping. Todo con la complicidad de la jefa de gobierno de ese territorio, Carrie Lam.

El 9 de junio del año pasado, se registró una manifestación contra esa ley, a la cual acudieron un millón de personas, de blanco: https://elpais.com/internacional/2019/06/09/actualidad/1560077298_060676.html?rel=mas

A la semana siguiente hubo otra, donde los asistentes vistieron de negro. La asistencia fue de dos millones: https://elpais.com/internacional/2019/06/16/actualidad/1560692921_683769.html

Dos millones de manifestantes en un territorio donde viven 7.5 millones. Casi uno de cada tres.

En 2003, China ya había intentado anular las libertades en Hong Kong. En este sentido, vale la pena citar un párrafo de Wikipedia: “Los intentos de legislación de 2003 y 2020 ocurrieron durante los brotes de coronavirus que se originaron en China (el del SARS y la COVID-19, respectivamente)”: https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Seguridad_Nacional_de_Hong_Kong

La pandemia apagó las multitudinarias protestas y, el 30 de junio de 2020, la dictadura china se salió con la suya y la citada ley entró en vigor: https://www.nytimes.com/es/2020/06/30/espanol/mundo/hong-kong-china-leyes-seguridad.html

ESCENA DEL CRIMEN: Hasta casi un año después, China permitió la entrada de inspectores de la OMS para indagar el origen del virus. Suficiente tiempo para ensuciar la escena del crimen…

LOS CULPABLES SIEMPRE TEMEN SER INVESTIGADOS: En abril de 2020, cuando Australia pidió una investigación independiente sobre el origen del coronavirus, China amenazó a ese país con un boicot comercial: https://www.larazon.es/internacional/20200427/slbl4rixxna7ngxrvdjgsy4g3q.html

¿Por qué? El que nada debe, nada teme…

CONCLUSIÓN: No podemos asegurar que China y sus aliados hayan creado el virus, pero tampoco podemos asegurar que no… Simplemente, este columnista cree que tenemos derecho a hacernos preguntas, a dudar, a reflexionar, a hilvanar cabos sueltos.

Que nos hagamos esas preguntas no significa, para nada, que seamos xenófobos, como, mañosamente, los voceros de la dictadura china nos quieren hacer sentir. El pueblo chino, su cultura, su historia, no tienen nada, absolutamente nada que ver, con las tropelías que, repetidamente, intencionalmente, comete su gobierno. Es cobarde que el dictador Xi Jinping se escude en esa herencia milenaria y luminosa.

No tenemos porque ser una sociedad que, como diría Arjona en su canción, piense que ya todo escrito; no tenemos porque ser cómo desean ciertos medios y políticos, que buscan una sociedad que confíe ciegamente, sin cuestionar, sin chistar, en lo que dice una dictadura que aborrece la democracia y encarcela opositores y periodistas, como la de Xi.

DICTADURA: La condena de cuatro años de cárcel para la periodista china Zhang Zhan, por haber revelado al mundo qué magnitud tenía el Covid-19, cuando el gobierno chino buscaba ocultarlo, nos recuerda que Xi Jinping es un dictador y que China vive en el totalitarismo, por más que, a punta de yuanes y viajecitos vacacionales a Shanghái para ellos y sus familias, haya “periodistas” prestos a lavarle la cara a ese pestilente régimen y sus hediondos satélites…

AGRADECIMIENTO: He aquí las palabras que nos envió un lector, ayer, con motivo del séptimo aniversario de esta columna y que transcribimos, con nuestra mayor gratitud:

"Qué bueno que en ese diario te han dado la oportunidad y libertad para escribir de todo; hace falta más gente como ellos, a quienes agradeces por esa libertad y cero censura, pues se requieren de más espacios comprometidos con una verdadera libertad de expresión".

"Te conmino a que sigas por ese camino, aunque me inquieta lo que pones al final de tu columna: "si algo nos pasa es que quieren callarnos", lo que me imagino que es derivado de presiones y amenazas, que nunca faltan por quienes se ven afectados por decir verdades. Espero y hayas hecho los reportes respectivos a las autoridades. Cuídate y toma las medidas precautorias pertinentes, que no están por demás".

"Un abrazo y te deseo para este 2021 lo mejor para tí y los tuyos, en sí que ojalá sea mejor para todos, sobre todo en la superación de esta maldita pandemia y que las autoridades "se pongan la pilas" y cumplan con su deber".

P.D.: Si algo nos pasa es que quieren callarnos.

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com