/ lunes 11 de junio de 2018

Hablemos de cine

Análisis de Las Estafadoras (Ocean’s 8)

Difícil de creer que han pasado 11 años desde el lanzamiento de “Ocean’s Thirteen”, y aunque esta vez sólo contamos con dos retornos a la brevedad, la nueva estafa en sí es liderada por la propia hermana de Ocean, que, en compañía de siete mujeres, se ponen como propósito robar la máxima joya en la anual Met Gala.

En comparación con la trilogía pasada, porque es inevitable no hacerlo, Gary Ross mantiene la esencia y hasta el mismo ritmo. Sustituye el suspenso por un adecuado desenvolvimiento circunstancial que a su vez se puntualiza por la coordinada sincronía con las actrices. En ningún momento te aburres o pierdes en su trama, es lo adictivamente simple como para distraerte.

Producciones de esta clase son demasiado riesgosas por carecer de acción, dependen de los escenarios presentados y la creatividad en su ejecución; aunque de paso la tenía ganada no sólo por su elenco, sino por lo modernamente contextualizada, en la cual radica a diferencia de las anteriores.

Innovaron, por así decirse, porque las referencias fueron muy a doc. Además de una estable dirección de Ross, porque esos encuadres fueron enganchadores, su guión fue de los mejores por enfocarse a un elemento personal, un distractor y a un evento actualmente existente.

Pese a que Sandra Bullock y Cate Blanchett se consolidan como las principales, lo cual no es de extrañarse que tanto talento como belleza las haga sobresalir, lo hacen en conjunto con el resto porque la química percibida en pantalla es genial. Cada una se luce ya sea por sí sola o en grupo, es evidente que se la están pasando a todo dar y eso es un agradable contagio.

Bullock adopta el estilo de Clooney, mientras Blanchett la hace de Pitt, claro que a su propio modo, y vaya que les funcionó, porque nada más estás pendiente de lo que se dicen entre sí. Creo que Anne Hathaway es una agradable sorpresa como la antagonista, su seguridad en su papel nos hace agradarla sin anticiparlo.

Esperaba a otra actriz de renombre, en su lugar tuvimos a Helena Bonham Carter y para variar, su extrovertida personalidad y apariencia le sirvió bastante a dos escenas en especial. En general, debería estar haciendo esta clase de papeles.

No estoy tan familiarizado con Mindy Kaling, Sarah Paulson, Awkwafina y Rihanna, eso no le quita que no me haya divertido por su originalidad en dichos roles. Por otro lado, Richard Armitage y James Corden equilibraron el escenario con su espontaneidad y vínculo directo con Bullock. Todos sin excepción merecen crédito por darle énfasis a este ligeramente predecible guión.

En sí, esta estafa es mucho menos complicada, ya que no se siente tan agrupada o saturada en sus escenas, obvio que Bullock es la pieza fundamental, pero eso no impide que las demás se acerquen a su nivel. Cualquiera pudiera verla y encontrarla lo necesariamente entretenida.


Calificación: 4 de 5 estrellas.

Análisis de Las Estafadoras (Ocean’s 8)

Difícil de creer que han pasado 11 años desde el lanzamiento de “Ocean’s Thirteen”, y aunque esta vez sólo contamos con dos retornos a la brevedad, la nueva estafa en sí es liderada por la propia hermana de Ocean, que, en compañía de siete mujeres, se ponen como propósito robar la máxima joya en la anual Met Gala.

En comparación con la trilogía pasada, porque es inevitable no hacerlo, Gary Ross mantiene la esencia y hasta el mismo ritmo. Sustituye el suspenso por un adecuado desenvolvimiento circunstancial que a su vez se puntualiza por la coordinada sincronía con las actrices. En ningún momento te aburres o pierdes en su trama, es lo adictivamente simple como para distraerte.

Producciones de esta clase son demasiado riesgosas por carecer de acción, dependen de los escenarios presentados y la creatividad en su ejecución; aunque de paso la tenía ganada no sólo por su elenco, sino por lo modernamente contextualizada, en la cual radica a diferencia de las anteriores.

Innovaron, por así decirse, porque las referencias fueron muy a doc. Además de una estable dirección de Ross, porque esos encuadres fueron enganchadores, su guión fue de los mejores por enfocarse a un elemento personal, un distractor y a un evento actualmente existente.

Pese a que Sandra Bullock y Cate Blanchett se consolidan como las principales, lo cual no es de extrañarse que tanto talento como belleza las haga sobresalir, lo hacen en conjunto con el resto porque la química percibida en pantalla es genial. Cada una se luce ya sea por sí sola o en grupo, es evidente que se la están pasando a todo dar y eso es un agradable contagio.

Bullock adopta el estilo de Clooney, mientras Blanchett la hace de Pitt, claro que a su propio modo, y vaya que les funcionó, porque nada más estás pendiente de lo que se dicen entre sí. Creo que Anne Hathaway es una agradable sorpresa como la antagonista, su seguridad en su papel nos hace agradarla sin anticiparlo.

Esperaba a otra actriz de renombre, en su lugar tuvimos a Helena Bonham Carter y para variar, su extrovertida personalidad y apariencia le sirvió bastante a dos escenas en especial. En general, debería estar haciendo esta clase de papeles.

No estoy tan familiarizado con Mindy Kaling, Sarah Paulson, Awkwafina y Rihanna, eso no le quita que no me haya divertido por su originalidad en dichos roles. Por otro lado, Richard Armitage y James Corden equilibraron el escenario con su espontaneidad y vínculo directo con Bullock. Todos sin excepción merecen crédito por darle énfasis a este ligeramente predecible guión.

En sí, esta estafa es mucho menos complicada, ya que no se siente tan agrupada o saturada en sus escenas, obvio que Bullock es la pieza fundamental, pero eso no impide que las demás se acerquen a su nivel. Cualquiera pudiera verla y encontrarla lo necesariamente entretenida.


Calificación: 4 de 5 estrellas.

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