/ lunes 1 de marzo de 2021

La entrevista AMLO-Biden: ¿una nueva era?

Este lunes se efectuó la primera reunión virtual entre los presidentes de México y Estados Unidos. Generalmente se ha planteado que al inicio de un nuevo periodo gubernamental en Estados Unidos existirá una nueva era binacional. La coyuntura es más compleja: por el número de personas contagiados (28.6 M) y fallecidas (512 mil) por COVID-19 al 28 febrero en Estados Unidos y los efectos en el desempleo.

La agenda abordada entre ambos presidentes tiene los siguientes desafíos:


La gestión de los solicitantes de asilo TPP

Es uno de los cambios radicales en la política migratoria de Estados Unidos. El reto es cómo ampliar las solicitudes en un contexto de mayor demanda de asilo tanto de centroamericanos y en parte mexicanos, y a su vez contener los flujos migratorios y con ello tener el aval político de los senadores republicanos, con la finalidad de que aprueben la reforma migratoria. Con ello se garantiza un procesamiento seguro, ordenado y más humanitario de los migrantes en la frontera. En ese contexto, uno de los acuerdos de la reunión fue el de “ …mejorar la cooperación en materia de aplicación de la ley en contra de las redes transnacionales de contrabando delictivo.” Este tema también fue una de las prioridades de la pasada administración y se fortalecerá con un enfoque de aplicación de ley. El problema no son las caravanas, es el papel de los traficantes de migrantes, que generan redes multinivel para llevar a cabo sus actividades.


Un Programa Bracero

No sería prioridad de la actual administración demócrata. La prioridad es la reforma migratoria. La cual sería la primera reforma promovida por un gobierno demócrata. Más bien México debería fortalecer el cabildeo con republicanos para avanzar dicha reforma. Otra opción mexicana sería el de proponer un aumento de las visas laborales H2A para trabajadores mexicanos, las cuales aumentaron con la pasada administración republicana.


Cambio climático

Es una de las prioridades del nuevo gobierno de Estados Unidos. En las próximas semanas el presidente Biden organizará la Cumbre de Líderes sobre Cambio Climático, la primera reunión global sobre el tema. Ya tuvo su primera reunión con Canadá en donde destacaron su compromiso por la agenda de cambio climático y una economía verde. México tiene la oportunidad de integrarse a tal agenda y aprovechar los beneficios de una agenda trilateral y global y que articulada con la agenda post pandemia, abre oportunidades de resiliencia ambiental, salud y económica. En ese contexto, ambos presidentes reconocieron en su reunión virtual “los beneficios de reducir los contaminantes climáticos de corta duración, así como la necesidad de promover la eficiencia energética”.


Inversiones y T-MEC

La pauta de esta agenda se planteó en la primera reunión del secretario de Estado, Anthony Blinken y Tatiana Clouthier, Secretaria de Economía - algo inusual -, que abona a la prioridad estadounidense de su inversión en sectores estratégicos como política energética y agenda climática. Cuya prioridad se respalda en el contexto del T-MEC. En la reunión virtual entre los presidentes se reconoció al T-MEC “como motor de la prosperidad y los derechos laborales de América del Norte en ambos países al generar oportunidades laborales, mejorar las protecciones para las y los trabajadores y prevenir el trabajo forzado”. El tema de los derechos laborales es una de las prioridades demócratas y responde a su agenda interna. Ambos líderes también acordaron “fortalecer la resiliencia y la seguridad de las cadenas de valor binacionales, por lo cual se reiniciará el Diálogo Económico de Alto Nivel para avanzar en estos objetivos”. El problema es que la resiliencia y la seguridad de las cadenas de valor dependen de una eficaz colaboración sanitaria. Otro desafío mexicano es cómo conciliar soberanía nacional y sus compromisos trilaterales y que impactan en las inversiones, competitividad y empleo.


Agenda post Covid-19

Para la actual administración de Estados Unidos es la prioridad. Prueba de ello es que se estima en cerca de 50 millones la aplicación de vacunas en el país. Con lo cual se avanza en el compromiso del presidente Biden: 100 millones de vacunas en 100 días. México tiene la oportunidad de plantear a Estados Unidos un esquema de coordinación de vacunas acorde a los cerca de 200 mil transmigrares laborales que cruzan todos los días a laborar a los Estados Unidos. E igual para los trabajadores de la industria maquiladora, en particular aquellas vinculadas con las cadenas de valor de la industria de defensa del país vecino. Ahí se aprecia un enorme sentido social y de justicia con trabajadores vulnerables y que benefician a la economía estadounidense. Sin embargo, estos temas relevantes no fueron abordados en la reunión virtual presidencial. Incluso el secretario de Salud Xavier Becerra no estuvo presente en la reunión. Solo destacaron ambos presidentes “profundizar la cooperación a partir de mejoras de las capacidades de salud pública, intercambio de información y desarrollo de políticas fronterizas”.

También queda pendiente la reactivación del cruces de los residentes fronterizos con visa estadounidense, restringidos hace un año al amparo del criterio de seguridad nacional establecido por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en la Iniciativa Conjunta México y Estados Unidos para combatir la pandemia de Covid-19 (USDHHS, marzo 2020). A casi dos meses de la nueva administración demócrata no hay una diferencia con la pasada administración republicana en la gestión transfronteriza de la pandemia. El criterio y las políticas del CDC han sido ineficaces para reducir los contagios y fallecimientos en la frontera México- EEUU, en donde se concentra cerca del 20% del total de contagios y fallecimientos.


Plan Económico hacia Centroamérica

Es una prioridad binacional, aunque no fue un tema de la reunión virtual. El problema es que los recursos previstos por el gobierno estadounidense - 4 mil millones de dls- serán insuficientes. Con lo cual los flujos migratorios y de drogas –cocaína- continuarán. Una alternativa es que Estados Unidos podría negociar mayores visas laborales para migrantes con los gobiernos centroamericanos, como sucedió con Guatemala. A cambio de que los países centroamericanos controlen sus fronteras, como sucedió recientemente con la caravana de migrantes, dispersada por el gobierno de Guatemala.


Agenda antidroga y legalidad

Es un tema que no ha merecido atención central en la actual administración demócrata y como tal no fue abordado en la reunión virtual. Aunque participaron en la reunión los principales responsables de seguridad de ambos países. La detención de Emma Coronel en Estados Unidos reflejaría el nuevo enfoque -más legal- que pretende sesgar la gestión de Merrick Garland, el nuevo secretario de Justicia de Estados Unidos, con una formación de abogado. Y a su vez, la promoción de una colaboración en política antidrogas más ordenada y eficaz. La cual debería de impactar en las agendas del combate a las drogas, el tráfico de armas y lavado de dinero. Si bien en el comunicado conjunto de la reunión virtual presidencial no hubo alguna referencia explícita al tema de la cooperación antidroga, el Departamento de Estado reconoce “la importancia de trabajar juntos contra el enemigo común que representa el crimen transnacional organizado. A través de la Iniciativa de Mérida, Estados Unidos ha asignado más de US$ 3.200 millones en equipo, capacitación y desarrollo de capacidades entre el año fiscal 2008 y 2020”. Estos recursos no han impactado en la reducción del tráfico de drogas en especial heroína, cocaína y fentanilo hacia los Estados Unidos.

Cómo se puede apreciar la primera reunión presidencial virtual entre los presidentes Biden y López Obrador plantea oportunidades y retos de gestión nacional y binacional. El mayor impacto debería ser atender las demandas de los distintos sectores sociales y en particular de los más vulnerables. Con un sentido de responsabilidad institucional y que impacte en una recuperación económica sostenible e incluyente.

Este lunes se efectuó la primera reunión virtual entre los presidentes de México y Estados Unidos. Generalmente se ha planteado que al inicio de un nuevo periodo gubernamental en Estados Unidos existirá una nueva era binacional. La coyuntura es más compleja: por el número de personas contagiados (28.6 M) y fallecidas (512 mil) por COVID-19 al 28 febrero en Estados Unidos y los efectos en el desempleo.

La agenda abordada entre ambos presidentes tiene los siguientes desafíos:


La gestión de los solicitantes de asilo TPP

Es uno de los cambios radicales en la política migratoria de Estados Unidos. El reto es cómo ampliar las solicitudes en un contexto de mayor demanda de asilo tanto de centroamericanos y en parte mexicanos, y a su vez contener los flujos migratorios y con ello tener el aval político de los senadores republicanos, con la finalidad de que aprueben la reforma migratoria. Con ello se garantiza un procesamiento seguro, ordenado y más humanitario de los migrantes en la frontera. En ese contexto, uno de los acuerdos de la reunión fue el de “ …mejorar la cooperación en materia de aplicación de la ley en contra de las redes transnacionales de contrabando delictivo.” Este tema también fue una de las prioridades de la pasada administración y se fortalecerá con un enfoque de aplicación de ley. El problema no son las caravanas, es el papel de los traficantes de migrantes, que generan redes multinivel para llevar a cabo sus actividades.


Un Programa Bracero

No sería prioridad de la actual administración demócrata. La prioridad es la reforma migratoria. La cual sería la primera reforma promovida por un gobierno demócrata. Más bien México debería fortalecer el cabildeo con republicanos para avanzar dicha reforma. Otra opción mexicana sería el de proponer un aumento de las visas laborales H2A para trabajadores mexicanos, las cuales aumentaron con la pasada administración republicana.


Cambio climático

Es una de las prioridades del nuevo gobierno de Estados Unidos. En las próximas semanas el presidente Biden organizará la Cumbre de Líderes sobre Cambio Climático, la primera reunión global sobre el tema. Ya tuvo su primera reunión con Canadá en donde destacaron su compromiso por la agenda de cambio climático y una economía verde. México tiene la oportunidad de integrarse a tal agenda y aprovechar los beneficios de una agenda trilateral y global y que articulada con la agenda post pandemia, abre oportunidades de resiliencia ambiental, salud y económica. En ese contexto, ambos presidentes reconocieron en su reunión virtual “los beneficios de reducir los contaminantes climáticos de corta duración, así como la necesidad de promover la eficiencia energética”.


Inversiones y T-MEC

La pauta de esta agenda se planteó en la primera reunión del secretario de Estado, Anthony Blinken y Tatiana Clouthier, Secretaria de Economía - algo inusual -, que abona a la prioridad estadounidense de su inversión en sectores estratégicos como política energética y agenda climática. Cuya prioridad se respalda en el contexto del T-MEC. En la reunión virtual entre los presidentes se reconoció al T-MEC “como motor de la prosperidad y los derechos laborales de América del Norte en ambos países al generar oportunidades laborales, mejorar las protecciones para las y los trabajadores y prevenir el trabajo forzado”. El tema de los derechos laborales es una de las prioridades demócratas y responde a su agenda interna. Ambos líderes también acordaron “fortalecer la resiliencia y la seguridad de las cadenas de valor binacionales, por lo cual se reiniciará el Diálogo Económico de Alto Nivel para avanzar en estos objetivos”. El problema es que la resiliencia y la seguridad de las cadenas de valor dependen de una eficaz colaboración sanitaria. Otro desafío mexicano es cómo conciliar soberanía nacional y sus compromisos trilaterales y que impactan en las inversiones, competitividad y empleo.


Agenda post Covid-19

Para la actual administración de Estados Unidos es la prioridad. Prueba de ello es que se estima en cerca de 50 millones la aplicación de vacunas en el país. Con lo cual se avanza en el compromiso del presidente Biden: 100 millones de vacunas en 100 días. México tiene la oportunidad de plantear a Estados Unidos un esquema de coordinación de vacunas acorde a los cerca de 200 mil transmigrares laborales que cruzan todos los días a laborar a los Estados Unidos. E igual para los trabajadores de la industria maquiladora, en particular aquellas vinculadas con las cadenas de valor de la industria de defensa del país vecino. Ahí se aprecia un enorme sentido social y de justicia con trabajadores vulnerables y que benefician a la economía estadounidense. Sin embargo, estos temas relevantes no fueron abordados en la reunión virtual presidencial. Incluso el secretario de Salud Xavier Becerra no estuvo presente en la reunión. Solo destacaron ambos presidentes “profundizar la cooperación a partir de mejoras de las capacidades de salud pública, intercambio de información y desarrollo de políticas fronterizas”.

También queda pendiente la reactivación del cruces de los residentes fronterizos con visa estadounidense, restringidos hace un año al amparo del criterio de seguridad nacional establecido por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en la Iniciativa Conjunta México y Estados Unidos para combatir la pandemia de Covid-19 (USDHHS, marzo 2020). A casi dos meses de la nueva administración demócrata no hay una diferencia con la pasada administración republicana en la gestión transfronteriza de la pandemia. El criterio y las políticas del CDC han sido ineficaces para reducir los contagios y fallecimientos en la frontera México- EEUU, en donde se concentra cerca del 20% del total de contagios y fallecimientos.


Plan Económico hacia Centroamérica

Es una prioridad binacional, aunque no fue un tema de la reunión virtual. El problema es que los recursos previstos por el gobierno estadounidense - 4 mil millones de dls- serán insuficientes. Con lo cual los flujos migratorios y de drogas –cocaína- continuarán. Una alternativa es que Estados Unidos podría negociar mayores visas laborales para migrantes con los gobiernos centroamericanos, como sucedió con Guatemala. A cambio de que los países centroamericanos controlen sus fronteras, como sucedió recientemente con la caravana de migrantes, dispersada por el gobierno de Guatemala.


Agenda antidroga y legalidad

Es un tema que no ha merecido atención central en la actual administración demócrata y como tal no fue abordado en la reunión virtual. Aunque participaron en la reunión los principales responsables de seguridad de ambos países. La detención de Emma Coronel en Estados Unidos reflejaría el nuevo enfoque -más legal- que pretende sesgar la gestión de Merrick Garland, el nuevo secretario de Justicia de Estados Unidos, con una formación de abogado. Y a su vez, la promoción de una colaboración en política antidrogas más ordenada y eficaz. La cual debería de impactar en las agendas del combate a las drogas, el tráfico de armas y lavado de dinero. Si bien en el comunicado conjunto de la reunión virtual presidencial no hubo alguna referencia explícita al tema de la cooperación antidroga, el Departamento de Estado reconoce “la importancia de trabajar juntos contra el enemigo común que representa el crimen transnacional organizado. A través de la Iniciativa de Mérida, Estados Unidos ha asignado más de US$ 3.200 millones en equipo, capacitación y desarrollo de capacidades entre el año fiscal 2008 y 2020”. Estos recursos no han impactado en la reducción del tráfico de drogas en especial heroína, cocaína y fentanilo hacia los Estados Unidos.

Cómo se puede apreciar la primera reunión presidencial virtual entre los presidentes Biden y López Obrador plantea oportunidades y retos de gestión nacional y binacional. El mayor impacto debería ser atender las demandas de los distintos sectores sociales y en particular de los más vulnerables. Con un sentido de responsabilidad institucional y que impacte en una recuperación económica sostenible e incluyente.