/ miércoles 14 de abril de 2021

La informalidad se incrementó con la pandemia del coronavirus en 2020

México y Baja California tienen un enorme reto para reducir la informalidad.

La informalidad funciona en México como una válvula de escape del elevado desempleo. En épocas económicas de desaceleración o de crisis económica y de elevado desempleo, ocurre un reacomodo en el empleo informal y sólo una parte del sector laboral se va a la desocupación.

Un sector informal grande como el mexicano es síntoma y causa de la baja productividad que registra la economía, y es considerable la proporción de trabajadores y empresas en México que trabajan bajo este esquema, señalan los estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El estudio sobre la informalidad nos muestra que hay un mercado laboral en Baja California y todo México que está caracterizado por un grupo importante de instituciones y trabajadores vulnerables.

Los estados del norte de México presentan tasas de informalidad más bajas y tasas de desocupación más elevadas; mientras que los del sur del territorio nacional muestran en general, altos valores de sus tasas de informalidad y valores más bajos de sus tasas de desocupación o de desempleo. Por lo que a nivel regional, la informalidad funciona en México como una válvula de escape del fenómeno económico del desempleo.

El mercado laboral mexicano está caracterizado por un grupo de trabajadores vulnerables al no encontrarse en un marco legal, ya que el término informal es sinónimo de vulnerabilidad en el mercado laboral, al no contar con contrato ni posibilidad de reclamo ante un despido injustificado.

México contribuye con un número importante de trabajadores informales en América Latina, con una tasa promedio por arriba del promedio en la región que es 51.3%, lo que revela que es indispensable fortalecer las políticas encaminadas a formalizar el empleo.

Se estima que de los 12 millones de empleos formales e informales destruidos por la pandemia, hay varios millones que siguen sin restituirse, afectados por las diferentes olas del coronavirus que ha dejado millones de contagiados y cientos de miles muertos en el país y muchos más en todo el mundo.

Recordemos que México sufrió en el 2020 la mayor crisis y desplome económico del Producto Interno Bruto (PIB) desde la Gran Depresión de 1932, con una caída económica del 8.2% interanual.

México y Baja California tienen un enorme reto para reducir la informalidad.

La informalidad funciona en México como una válvula de escape del elevado desempleo. En épocas económicas de desaceleración o de crisis económica y de elevado desempleo, ocurre un reacomodo en el empleo informal y sólo una parte del sector laboral se va a la desocupación.

Un sector informal grande como el mexicano es síntoma y causa de la baja productividad que registra la economía, y es considerable la proporción de trabajadores y empresas en México que trabajan bajo este esquema, señalan los estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El estudio sobre la informalidad nos muestra que hay un mercado laboral en Baja California y todo México que está caracterizado por un grupo importante de instituciones y trabajadores vulnerables.

Los estados del norte de México presentan tasas de informalidad más bajas y tasas de desocupación más elevadas; mientras que los del sur del territorio nacional muestran en general, altos valores de sus tasas de informalidad y valores más bajos de sus tasas de desocupación o de desempleo. Por lo que a nivel regional, la informalidad funciona en México como una válvula de escape del fenómeno económico del desempleo.

El mercado laboral mexicano está caracterizado por un grupo de trabajadores vulnerables al no encontrarse en un marco legal, ya que el término informal es sinónimo de vulnerabilidad en el mercado laboral, al no contar con contrato ni posibilidad de reclamo ante un despido injustificado.

México contribuye con un número importante de trabajadores informales en América Latina, con una tasa promedio por arriba del promedio en la región que es 51.3%, lo que revela que es indispensable fortalecer las políticas encaminadas a formalizar el empleo.

Se estima que de los 12 millones de empleos formales e informales destruidos por la pandemia, hay varios millones que siguen sin restituirse, afectados por las diferentes olas del coronavirus que ha dejado millones de contagiados y cientos de miles muertos en el país y muchos más en todo el mundo.

Recordemos que México sufrió en el 2020 la mayor crisis y desplome económico del Producto Interno Bruto (PIB) desde la Gran Depresión de 1932, con una caída económica del 8.2% interanual.