/ sábado 26 de febrero de 2022

Las fronteras mexicanas y Estados Unidos

En la coyuntura actual el estudio de las fronteras mexicanas tanto sur como norte es fundamental para una agenda del Estado mexicano, considerando la influencia y hegemonía de los Estados Unidos. La relación binacional ha sido asimétrica por la influencia geopolítica estadounidense. En contextos de conflictos bélicos las fronteras son el primer espacio de movilización humana por los desplazamientos en busca de seguridad. La agencia de la ONU para los refugiados, la ACNUR, estima que más de 100.000 personas han abandonado sus hogares en Ucrania y que 4 millones de personas podrían emigrar a otros países si el conflicto se agudiza (Los Angeles Times, 25 febrero, 2022)

El conocimiento científico en tal contexto es imprescindible para prevenir riesgos y atenuar los impactos en las relaciones transfronterizas con Estados Unidos. Eso explicaría que los problemas fronterizos en lugar de disminuir, son más más complejos, en especial la migración, inseguridad, cambio climático, desempleo, violencia y tráfico de drogas entre otros.

La importancia de los Estados Unidos es estratégica, considerando su papel en la definición de una diversidad de políticas que generan impactos sociales y políticos en las fronteras y en la relación diplomática. Desde esta perspectiva, el conocimiento científico sobre los Estados Unidos se concibe como un problema y una oportunidad para crear bienes públicos en las fronteras mexicanas.

El pasado, presente y futuro de la relación México-Estados Unidos implica garantizar el desarrollo soberano de nuestro país, caracterizado por los impactos del cambio climático, la transición energética, la urbanización acelerada y la emergencia de enfermedades complejas (Álvarez-Buylla, La Jornada, 18 octubre 2021), lo que requiere promover el conocimiento y que se refleje en una eficaz gobernanza institucional y social y creando valor.

La administración del ex presidente Trump polarizó la agenda binacional, y promovió una agenda compleja en materia de migración y en tráfico de drogas. En cambio, se fortaleció la colaboración en la gestión de infraestructura de los cruces fronterizos, en el marco del Proceso para la Administración de la Frontera en el Siglo XXI (2010-2022), que se considera uno de los mejores ejemplos de gobernanza transfronteriza en el ámbito internacional. El ascenso del presidente Biden en enero del 2021 fortaleció la agenda en materia de gestión migratoria, cambio climático, infraestructura y comercio bajo el T-MEC. Sigue pendiente avanzar hacia una agenda de frontera segura desde una perspectiva de una eficaz colaboración transfronteriza para reducir las variaciones de la pandemia por COVID-19.

En ese contexto, se plantea la importancia de reciente libro “Las fronteras de México: seguridad nacional, gobernanza y desarrollo”, editado por Miguel Ángel Porrúa y Anáhuac-México. El cual analiza el papel de las fronteras sur y norte desde la perspectiva de la gobernanza para el desarrollo, la seguridad multidimensional y el papel de los Estados Unidos.

Uno de los aportes del libro es destacar que el estudio de las fronteras es estratégico para el Estado mexicano considerando la complejidad de los problemas fronterizos con respecto a la inseguridad, migración, pandemia, ambiente, desempleo, procesos socioculturales transfronterizos y riesgos a la seguridad nacional. Para lo cual se propone un modelo de gobernanza para gestionar tal complejidad social con base de alternativas y políticas que disminuyan tal complejidad con base de iniciativas de cambio, innovación y saberes sociales. Esta innovación se entiende como la capacidad institucional de crear valor social, con base del talento y la creatividad social y que incida en la solución de los problemas sociales, en beneficio de los grupos vulnerables.

El desafío de la innovación social en regiones fronterizas implica el desarrollo de soluciones útiles y sostenibles para promover Ciudades Sostenibles o Creativas y adaptar las buenas prácticas y los saberes sociales de la cooperación transfronteriza. Para ello es fundamental la gestión de ecosistemas institucionales y sociales que movilicen el talento individual, el colectivo y los saberes sociales promoviendo valor público.

Otra dimensión del estudio es su perspectiva estratégica para crear valor social. Tal enfoque se manifestó en las reflexiones compartidas en el marco de la presentación del libro en el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales de la Secretaría de Defensa Nacional (24 febrero 2022). El reto de la gestión y la política pública es cómo hacer viable e integrar la dimensión estratégica, la seguridad multidimensional y una eficaz gobernanza que promueva el beneficio social, según las capacidades locales, regionales, transfronterizas y los saberes sociales.

El libro fundamenta un modelo de planificación estratégica según los avances de las políticas de seguridad y desarrollo hacia la frontera sur en los últimos 15 años. Concluyendo que el déficit de gobernanza en el cambio institucional y en la implementación de las políticas determina la dificultad de promover el desarrollo en la frontera sur, promoviendo procesos de inclusión, cohesión social y sustentabilidad.

Entre las cuestiones que nos plantea el estudio en referencia se mencionan las siguientes: ¿por qué no ha sido viable impulsar una gestión eficaz de la seguridad y el desarrollo en las fronteras mexicanas?; ¿qué explica los escasos procesos de innovación socioambiental y migratorio en la fronteras?; ¿cuáles son los incentivos para promover una mayor corresponsabilidad en la gestión de los programas de desarrollo promovidos por México y Estados Unidos? y ¿de qué manera los saberes sociales pueden ser una alternativa para promover una mejor inclusión y cohesión social en las fronteras mexicanas?.


En la coyuntura actual el estudio de las fronteras mexicanas tanto sur como norte es fundamental para una agenda del Estado mexicano, considerando la influencia y hegemonía de los Estados Unidos. La relación binacional ha sido asimétrica por la influencia geopolítica estadounidense. En contextos de conflictos bélicos las fronteras son el primer espacio de movilización humana por los desplazamientos en busca de seguridad. La agencia de la ONU para los refugiados, la ACNUR, estima que más de 100.000 personas han abandonado sus hogares en Ucrania y que 4 millones de personas podrían emigrar a otros países si el conflicto se agudiza (Los Angeles Times, 25 febrero, 2022)

El conocimiento científico en tal contexto es imprescindible para prevenir riesgos y atenuar los impactos en las relaciones transfronterizas con Estados Unidos. Eso explicaría que los problemas fronterizos en lugar de disminuir, son más más complejos, en especial la migración, inseguridad, cambio climático, desempleo, violencia y tráfico de drogas entre otros.

La importancia de los Estados Unidos es estratégica, considerando su papel en la definición de una diversidad de políticas que generan impactos sociales y políticos en las fronteras y en la relación diplomática. Desde esta perspectiva, el conocimiento científico sobre los Estados Unidos se concibe como un problema y una oportunidad para crear bienes públicos en las fronteras mexicanas.

El pasado, presente y futuro de la relación México-Estados Unidos implica garantizar el desarrollo soberano de nuestro país, caracterizado por los impactos del cambio climático, la transición energética, la urbanización acelerada y la emergencia de enfermedades complejas (Álvarez-Buylla, La Jornada, 18 octubre 2021), lo que requiere promover el conocimiento y que se refleje en una eficaz gobernanza institucional y social y creando valor.

La administración del ex presidente Trump polarizó la agenda binacional, y promovió una agenda compleja en materia de migración y en tráfico de drogas. En cambio, se fortaleció la colaboración en la gestión de infraestructura de los cruces fronterizos, en el marco del Proceso para la Administración de la Frontera en el Siglo XXI (2010-2022), que se considera uno de los mejores ejemplos de gobernanza transfronteriza en el ámbito internacional. El ascenso del presidente Biden en enero del 2021 fortaleció la agenda en materia de gestión migratoria, cambio climático, infraestructura y comercio bajo el T-MEC. Sigue pendiente avanzar hacia una agenda de frontera segura desde una perspectiva de una eficaz colaboración transfronteriza para reducir las variaciones de la pandemia por COVID-19.

En ese contexto, se plantea la importancia de reciente libro “Las fronteras de México: seguridad nacional, gobernanza y desarrollo”, editado por Miguel Ángel Porrúa y Anáhuac-México. El cual analiza el papel de las fronteras sur y norte desde la perspectiva de la gobernanza para el desarrollo, la seguridad multidimensional y el papel de los Estados Unidos.

Uno de los aportes del libro es destacar que el estudio de las fronteras es estratégico para el Estado mexicano considerando la complejidad de los problemas fronterizos con respecto a la inseguridad, migración, pandemia, ambiente, desempleo, procesos socioculturales transfronterizos y riesgos a la seguridad nacional. Para lo cual se propone un modelo de gobernanza para gestionar tal complejidad social con base de alternativas y políticas que disminuyan tal complejidad con base de iniciativas de cambio, innovación y saberes sociales. Esta innovación se entiende como la capacidad institucional de crear valor social, con base del talento y la creatividad social y que incida en la solución de los problemas sociales, en beneficio de los grupos vulnerables.

El desafío de la innovación social en regiones fronterizas implica el desarrollo de soluciones útiles y sostenibles para promover Ciudades Sostenibles o Creativas y adaptar las buenas prácticas y los saberes sociales de la cooperación transfronteriza. Para ello es fundamental la gestión de ecosistemas institucionales y sociales que movilicen el talento individual, el colectivo y los saberes sociales promoviendo valor público.

Otra dimensión del estudio es su perspectiva estratégica para crear valor social. Tal enfoque se manifestó en las reflexiones compartidas en el marco de la presentación del libro en el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales de la Secretaría de Defensa Nacional (24 febrero 2022). El reto de la gestión y la política pública es cómo hacer viable e integrar la dimensión estratégica, la seguridad multidimensional y una eficaz gobernanza que promueva el beneficio social, según las capacidades locales, regionales, transfronterizas y los saberes sociales.

El libro fundamenta un modelo de planificación estratégica según los avances de las políticas de seguridad y desarrollo hacia la frontera sur en los últimos 15 años. Concluyendo que el déficit de gobernanza en el cambio institucional y en la implementación de las políticas determina la dificultad de promover el desarrollo en la frontera sur, promoviendo procesos de inclusión, cohesión social y sustentabilidad.

Entre las cuestiones que nos plantea el estudio en referencia se mencionan las siguientes: ¿por qué no ha sido viable impulsar una gestión eficaz de la seguridad y el desarrollo en las fronteras mexicanas?; ¿qué explica los escasos procesos de innovación socioambiental y migratorio en la fronteras?; ¿cuáles son los incentivos para promover una mayor corresponsabilidad en la gestión de los programas de desarrollo promovidos por México y Estados Unidos? y ¿de qué manera los saberes sociales pueden ser una alternativa para promover una mejor inclusión y cohesión social en las fronteras mexicanas?.