A lo largo de los últimos meses se han elaborado planes para reabrir las economías de América del Norte de manera segura este verano o en el otoño. Sin embargo, depende de hacer al menos millones de pruebas del coronavirus Covid-19, además de ampliar el seguimiento de contactos y garantizar que aquellos que necesitan aislarse puedan recibir el apoyo adecuado conforme a los protocolos sanitarios.
Desde el principio de la pandemia mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que la única forma de vencer al virus es realizar pruebas, pruebas y más pruebas.
El nivel de pruebas necesarias depende de que podamos rastrear de manera efectiva los contactos de las personas infectadas con el coronavirus Covid-19, además de advertir a las personas que han estado expuestas, evaluarlas y aislar a todos los que dieron positivo.
Necesitaríamos proporcionar protección laboral y apoyo económico para aquellos que tienen que aislarse, incluidas las entregas de alimentos y los paquetes de atención. Eso implica contratar un ejército de rastreadores de contactos, al menos unos cientos de miles de personas.
También nos obliga a escalar masivamente las pruebas incentivando al sector privado y público a crear nuevas soluciones a gran velocidad. Esto podría ser coordinado por juntas de pruebas de pandemia establecida por los gobiernos y con la tarea de asegurar los suministros e infraestructura de prueba necesarios en todas las regiones y estados.
Los beneficios de este nuevo enfoque es que la implementación de un bloqueo de sana distancia no vence al virus; de hecho, simplemente se detiene en su propagación hasta que podamos encontrar una manera de tratarlo o reducir el número de casos hasta el punto en que son trazables.
Un nuevo plan de pruebas o “testing” por millones de personas nos evitaría la necesidad de ciclos interminables de apertura y cierre de la economía hasta que encontremos una vacuna segura y eficiente.
Finalmente, independientemente de sus méritos, este nuevo plan de millones y millones de pruebas solo tendrá́ éxito con el respaldo de empresas, gobiernos, ciudadanos y políticos de todas las líneas. Este plan no puede convertirse en realidad a menos que reciba el respaldo de fondos suficientes y rápidamente accesibles y que la sociedad siga los protocolos sanitarios.
