/ miércoles 30 de septiembre de 2020

Primer debate presidencial: ¿Biden o Trump?

El primer debate presidencial mostró el papel cauto y experimentado del candidato Joe Biden. Si bien la argumentación en algunos casos no fue convincente, logró al principio desubicar al presidente Trump. Conforme avanzaba el debate Trump logró estabilizarse. Se considera que Trump fortaleció una mejor argumentación en temas de las implicaciones de un mayor cierre economía con la pandemia: en materia de la violencia racial; la importancia de la generación de empleo en un contexto complejo por el COVID-19 y la importancia de ley y orden y pacificación. Mientras que Biden argumentó mejor en materia de la política COVID, las reducciones fiscales a personas de altos ingresos y en su propuesta de gobierno. Sin embargo, lo más importante es cómo el debate y las posiciones de los candidatos es percibido por los electores indecisos, en especial de los estados considerados bisagra en términos del voto electoral.


Ente los temas del primer debate presidencial estuvieron: la designación pendiente de la juez de la Suprema Corte, cuya confirmación debería responsabilizarse por el nuevo Presidente electo, según propuesta de Biden. En materia del Obama care, Trump cuestionó las deficiencias en términos de su alto costo. En cambio, Biden destacó las implicaciones de su cancelación para cerca de 20 millones de personas y que Trump carece de un plan médico alterno. La política de salud es un tema muy sensible para la sociedad estadounidense, la cual se ha agudizado por las implicaciones del COVID-19.

En el tema del COVID el candidato presidencial demócrata cuestionó la información preliminar del presidente Trump y que no haya implementado las políticas adecuadas para controlar de manera eficaz la pandemia. Lo que explica los cerca de 200 mil decesos y cerca de 7 millones de casos detectados. En tal sentido, Biden cuestionó que no será posible la existencia de la vacuna prometida por el presidente Trump, por el propio desarrollo de las pruebas.

Otro tema polémico fue si cerrar o no abrir el país en materia de políticas contra al COVID-19. Y sus implicaciones en cada caso. Uno de ellos es que según Trump en lugar de 200 mil fallecidos, serían 2 millones de personas fallecidas, de no haberse implementado las acciones del gobierno federal.

En materia economía. Trump enfatizó los logros de su administración y del cierre temporal con el COVID-19. En cambio Biden cuestionó los supuestos logros fiscales orientados a clase alta y el escaso pago de impuestos del presidente Trump. Y reiteró la inexistencia de plan económico en beneficio de las pequeñas empresas.


Un tema reiterado es cerrar o no la economía en contexto de la pandemia y el cierre de las escuelas y sus implicaciones. El tema económico es fundamental, considerando las restricciones existentes en el contexto de la pandemia. El desafió de ambos candidatos es si tienen las capacidades y el liderazgo para proponer una política económica que genere empleos en el corto plazo, siguiendo las orientaciones –papel del Estado, economía verde- de Joseph Stiglitz, quién formó parte del gobierno de Clinton, en calidad de Presidente del Consejo Económico (1995-1997).


Una propuesta de Biden fue eliminar los descuentos fiscales a clase alta. Un cuestionamiento reiterado de Trump fue que Biden en 47 años no había efectuado logros en sus tareas gubernamentales. Otro fue la inexistencia de creación de empleos de los gobiernos demócratas. En un marco en que Biden propuso como parte de su propuesta de empleo la creación de 7 millones de puestos. Lo cual resulta poco viable, dado las implicaciones de la agenda post-Covid-19.


En materia de violencia facial la interrogante fue quién ha hecho más para reducir tales tensiones. Biden cuestionó los excesos de Trump para dividir a los estadounidenses en materia racial. Y que en materia de apoyos a la comunidad afro los apoyos gubernamentales habían sido escasos. Trump destacó sus logros de pacificación con base de ley y orden, a diferencia de las 40 ciudades gobernadas por demócratas en donde predomina la violencia, al igual, la importancia de regresar a los valores tradicionales de la sociedad estadounidense (ley, orden, moral).


Trump cuestionó que el candidato Biden no hiciera explícito su apoyo a la iniciativa de ley y orden, porque perdería su base progresista. En cambio Biden mencionó que se oponía a quitar fondos. Ante ello Trump lo cuestionó a que nombrara a un grupo de policías que lo estarían apoyando. El tema de la pacificación y la propuesta institucional de ley y orden, serán una de las claves del candidato ganador, porque es un tema muy sensible para la sociedad estadunidense en la coyuntura actual.

En materia de trayectoria y propuestas Biden, fue más convincente, al destacar que los ricos se han hecho más ricos en la actual administración, y que estará a favor de la pacificación con menos violencia.

Respecto al cambio climático Trump planteó que el Acuerdo de Paris era un desastre. Y está a favor de una mejor administración de los bosques, lo que explica los incendios en California y en Oregon. Por su parte Biden, está en contra de uso de carbón y a favor del uso de coches eléctricos. El problema de los incendios es clave en la actual coyuntura e implica la necesidad de fortalecer una eficaz política de coordinación interinstitucional


En materia de integridad y legitimidad electoral, Biden argumentó la institucionalización del proceso. Mientras que Trump mencionó que se han distribuido millones de papeletas sin control, como en Virginia o Manhattan. Con lo cual desde su perspectiva existen las condiciones para un fraude. Por ello Trump sugirió que sus seguidores fueran a los centros electorales a verificar. Biden cuestionó la probabilidad de que hubiera fraude. Y que aceptaría la decisión electoral de los ciudadanos. Es evidente que en este tema las diferencias son evidentes y marcarán la pauta del proceso post electoral.

En resumen, Trump se mantuvo en su papel tradicional: destacando sus fortalezas en materia económica, control de la violencia con base de ley y orden y las dudas del proceso electoral; no fue explícito de cuáles eran las nuevas propuestas de su administración; mientras que Biden sorprendió con su temple y sus críticas a la gestión de la pandemia – que es responsabilidad estatal- , las limitaciones de la política de salud. Queda la duda de su liderazgo en materia económica para generar esos 7 millones de empleos prometidos. El reto es cómo perciben los electores indecisos las principales prioridades económicas, de salud y de seguridad ciudadana, que se consideran son las principales demandas de la sociedad estadounidense.

El primer debate presidencial mostró el papel cauto y experimentado del candidato Joe Biden. Si bien la argumentación en algunos casos no fue convincente, logró al principio desubicar al presidente Trump. Conforme avanzaba el debate Trump logró estabilizarse. Se considera que Trump fortaleció una mejor argumentación en temas de las implicaciones de un mayor cierre economía con la pandemia: en materia de la violencia racial; la importancia de la generación de empleo en un contexto complejo por el COVID-19 y la importancia de ley y orden y pacificación. Mientras que Biden argumentó mejor en materia de la política COVID, las reducciones fiscales a personas de altos ingresos y en su propuesta de gobierno. Sin embargo, lo más importante es cómo el debate y las posiciones de los candidatos es percibido por los electores indecisos, en especial de los estados considerados bisagra en términos del voto electoral.


Ente los temas del primer debate presidencial estuvieron: la designación pendiente de la juez de la Suprema Corte, cuya confirmación debería responsabilizarse por el nuevo Presidente electo, según propuesta de Biden. En materia del Obama care, Trump cuestionó las deficiencias en términos de su alto costo. En cambio, Biden destacó las implicaciones de su cancelación para cerca de 20 millones de personas y que Trump carece de un plan médico alterno. La política de salud es un tema muy sensible para la sociedad estadounidense, la cual se ha agudizado por las implicaciones del COVID-19.

En el tema del COVID el candidato presidencial demócrata cuestionó la información preliminar del presidente Trump y que no haya implementado las políticas adecuadas para controlar de manera eficaz la pandemia. Lo que explica los cerca de 200 mil decesos y cerca de 7 millones de casos detectados. En tal sentido, Biden cuestionó que no será posible la existencia de la vacuna prometida por el presidente Trump, por el propio desarrollo de las pruebas.

Otro tema polémico fue si cerrar o no abrir el país en materia de políticas contra al COVID-19. Y sus implicaciones en cada caso. Uno de ellos es que según Trump en lugar de 200 mil fallecidos, serían 2 millones de personas fallecidas, de no haberse implementado las acciones del gobierno federal.

En materia economía. Trump enfatizó los logros de su administración y del cierre temporal con el COVID-19. En cambio Biden cuestionó los supuestos logros fiscales orientados a clase alta y el escaso pago de impuestos del presidente Trump. Y reiteró la inexistencia de plan económico en beneficio de las pequeñas empresas.


Un tema reiterado es cerrar o no la economía en contexto de la pandemia y el cierre de las escuelas y sus implicaciones. El tema económico es fundamental, considerando las restricciones existentes en el contexto de la pandemia. El desafió de ambos candidatos es si tienen las capacidades y el liderazgo para proponer una política económica que genere empleos en el corto plazo, siguiendo las orientaciones –papel del Estado, economía verde- de Joseph Stiglitz, quién formó parte del gobierno de Clinton, en calidad de Presidente del Consejo Económico (1995-1997).


Una propuesta de Biden fue eliminar los descuentos fiscales a clase alta. Un cuestionamiento reiterado de Trump fue que Biden en 47 años no había efectuado logros en sus tareas gubernamentales. Otro fue la inexistencia de creación de empleos de los gobiernos demócratas. En un marco en que Biden propuso como parte de su propuesta de empleo la creación de 7 millones de puestos. Lo cual resulta poco viable, dado las implicaciones de la agenda post-Covid-19.


En materia de violencia facial la interrogante fue quién ha hecho más para reducir tales tensiones. Biden cuestionó los excesos de Trump para dividir a los estadounidenses en materia racial. Y que en materia de apoyos a la comunidad afro los apoyos gubernamentales habían sido escasos. Trump destacó sus logros de pacificación con base de ley y orden, a diferencia de las 40 ciudades gobernadas por demócratas en donde predomina la violencia, al igual, la importancia de regresar a los valores tradicionales de la sociedad estadounidense (ley, orden, moral).


Trump cuestionó que el candidato Biden no hiciera explícito su apoyo a la iniciativa de ley y orden, porque perdería su base progresista. En cambio Biden mencionó que se oponía a quitar fondos. Ante ello Trump lo cuestionó a que nombrara a un grupo de policías que lo estarían apoyando. El tema de la pacificación y la propuesta institucional de ley y orden, serán una de las claves del candidato ganador, porque es un tema muy sensible para la sociedad estadunidense en la coyuntura actual.

En materia de trayectoria y propuestas Biden, fue más convincente, al destacar que los ricos se han hecho más ricos en la actual administración, y que estará a favor de la pacificación con menos violencia.

Respecto al cambio climático Trump planteó que el Acuerdo de Paris era un desastre. Y está a favor de una mejor administración de los bosques, lo que explica los incendios en California y en Oregon. Por su parte Biden, está en contra de uso de carbón y a favor del uso de coches eléctricos. El problema de los incendios es clave en la actual coyuntura e implica la necesidad de fortalecer una eficaz política de coordinación interinstitucional


En materia de integridad y legitimidad electoral, Biden argumentó la institucionalización del proceso. Mientras que Trump mencionó que se han distribuido millones de papeletas sin control, como en Virginia o Manhattan. Con lo cual desde su perspectiva existen las condiciones para un fraude. Por ello Trump sugirió que sus seguidores fueran a los centros electorales a verificar. Biden cuestionó la probabilidad de que hubiera fraude. Y que aceptaría la decisión electoral de los ciudadanos. Es evidente que en este tema las diferencias son evidentes y marcarán la pauta del proceso post electoral.

En resumen, Trump se mantuvo en su papel tradicional: destacando sus fortalezas en materia económica, control de la violencia con base de ley y orden y las dudas del proceso electoral; no fue explícito de cuáles eran las nuevas propuestas de su administración; mientras que Biden sorprendió con su temple y sus críticas a la gestión de la pandemia – que es responsabilidad estatal- , las limitaciones de la política de salud. Queda la duda de su liderazgo en materia económica para generar esos 7 millones de empleos prometidos. El reto es cómo perciben los electores indecisos las principales prioridades económicas, de salud y de seguridad ciudadana, que se consideran son las principales demandas de la sociedad estadounidense.