/ martes 7 de julio de 2020

Reunión en Washington, D.C.: ¿Sana distancia?

Un encuentro presidencial binacional poco esperado, pero las circunstancias económicas y comerciales de ambos países, determinan que el gobierno mexicano no deba tener una sana distancia política del Ejecutivo y del Congreso estadounidense. Básicamente por las siguientes razones:

1) Ambos gobiernos desean visibilizar un mensaje a sus sectores empresariales de que el inicio del T-MEC puede dar certidumbre a las inversiones y a la reactivación comercial en medio de una grave crisis económica derivada de la pandemia del Covid-19. El no distanciamiento binacional para mejorar la balanza comercial y en pro de las inversiones estadounidenses es fundamental en la coyuntura actual. Y sobre todo considerando que el comercio binacional creció en el marco del TLCAN de 82 mil millones de dólares en 1994 a 612 mil mmd en el 2018, un aumento del 651% (Deloitte, 2020).

2) La reactivación económica, comercial y turística binacional pasa por reactivar las regiones fronterizas, que cumplirán cuatro meses cerradas (marzo-julio 2020) a residentes fronterizos mexicanos con visa estadounidense. Es contradictorio que en el marco de la firma del T-MEC exista un cierre de la frontera más importante a nivel mundial. Por lo cual es fundamental reducir el distanciamiento transfronterizo y promover una mayor cooperación sanitaria. Considerando que el crecimiento económico y comercial de los cruces fronterizos (autos, personas y comercio) y de las cadenas de valor transfronterizas dependerán de una efectiva colaboración sanitaria, similar a la experiencia en la pandemia del H1N1 en el año 2009.

3) El gobierno mexicano no debería de distanciarse del Congreso estadounidense lidereado por demócratas en dos temas de mayor sensibilidad social y política del T-MEC: derechos laborales y cooperación ambiental. Un encuentro entre la Sria del Trabajo María Luisa Alcalde y la legisladora demócrata Alexandria Ocasio-Cortez –una de las congresistas más jóvenes- sería un timing político y daría certeza de los cambios laborales que preocupan a los demócratas. Sin el aval de la bancada demócrata al T-MEC, el Ejecutivo no hubiera podido suscribir el Acuerdo.

4) La reciente visibilidad de los grupos delictivos asociados al narcotráfico, en especial el CNGJ, considerado por la DEA como una de las cinco organizaciones criminales más violentas del mundo y con una creciente influencia en Estados Unidos, implican fortalecer la cooperación binacional antidrogas. Debe recordarse la propuesta del gobierno de Estados Unidos de declarar a los grupos delictivos mexicanos como terroristas. Para el Ejecutivo estadounidense es fundamental reducir el tráfico de fentanilo y la única manera será con una efectiva política de cooperación mexicana. Para México también el no distanciamiento del gobierno de Estados Unidos es relevante para reducir la violencia antidrogas, que han impactado en cerca de 53, 628 homicidios dolosos desde diciembre del 2018 a junio del 2020.

6) En materia migratoria, la no sana distancia seguirá siendo relevante, pues se puede predecir un aumento de los flujos migratorios desde Centroamérica y México por los efectos negativos de la pandemia: Con la cual las opciones son: seguir con la contención migratoria, que no ha reducido los factores determinantes de la migración; fortalecer la política de seguridad fronteriza, y en especial, el control de los traficantes de migrantes; o promover recursos a la iniciativa mexicana: Plan para el Desarrollo Integral de Centroamérica.

Para México es fundamental que los migrantes mexicanos vayan a trabajar a los Estados Unidos en la actual coyuntura crítica y las opciones son: que Estados Unidos aumente las visas H-2A para trabajadores agrícolas mexicanos y con ello se ayuda a los empleadores agrícolas a evitar interrupciones en la agricultura y se protege la cadena de suministro de alimentos en el marco de la pandemia.

La otra iniciativa es plantear un acuerdo migratorio, cerca del 60 por ciento de la mano de obra mexicana se concentra en 40 ciudades santuarios –la mayoría gobernada por alcaldes demócratas-, quienes han protegido a los migrantes de las deportaciones masivas –recuérdese la época de Obama -y además les dan empleo agrícola y en servicios. Recientemente -15 junio- la Corte Suprema federal decidió dejar vigente las normas en el estado de California que prohíben a la policía local colaborar con ICE para detener a migrantes y deportarlos. Finalmente, destaca el aporte de las remesas de los migrantes a la economía mexicana -12,158 millones de dólares de enero a abril- justifican el interés nacional de tal encuentro.

En suma, si en el 1984 fue relevante el texto de Alan Riding: Vecinos Distantes, 36 años después la capacidad gubernamental mexicana de fortalecer el no distanciamiento con el gobierno de Estados Unidos es un tema de interés nacional, según la agenda binacional planteada.

Un encuentro presidencial binacional poco esperado, pero las circunstancias económicas y comerciales de ambos países, determinan que el gobierno mexicano no deba tener una sana distancia política del Ejecutivo y del Congreso estadounidense. Básicamente por las siguientes razones:

1) Ambos gobiernos desean visibilizar un mensaje a sus sectores empresariales de que el inicio del T-MEC puede dar certidumbre a las inversiones y a la reactivación comercial en medio de una grave crisis económica derivada de la pandemia del Covid-19. El no distanciamiento binacional para mejorar la balanza comercial y en pro de las inversiones estadounidenses es fundamental en la coyuntura actual. Y sobre todo considerando que el comercio binacional creció en el marco del TLCAN de 82 mil millones de dólares en 1994 a 612 mil mmd en el 2018, un aumento del 651% (Deloitte, 2020).

2) La reactivación económica, comercial y turística binacional pasa por reactivar las regiones fronterizas, que cumplirán cuatro meses cerradas (marzo-julio 2020) a residentes fronterizos mexicanos con visa estadounidense. Es contradictorio que en el marco de la firma del T-MEC exista un cierre de la frontera más importante a nivel mundial. Por lo cual es fundamental reducir el distanciamiento transfronterizo y promover una mayor cooperación sanitaria. Considerando que el crecimiento económico y comercial de los cruces fronterizos (autos, personas y comercio) y de las cadenas de valor transfronterizas dependerán de una efectiva colaboración sanitaria, similar a la experiencia en la pandemia del H1N1 en el año 2009.

3) El gobierno mexicano no debería de distanciarse del Congreso estadounidense lidereado por demócratas en dos temas de mayor sensibilidad social y política del T-MEC: derechos laborales y cooperación ambiental. Un encuentro entre la Sria del Trabajo María Luisa Alcalde y la legisladora demócrata Alexandria Ocasio-Cortez –una de las congresistas más jóvenes- sería un timing político y daría certeza de los cambios laborales que preocupan a los demócratas. Sin el aval de la bancada demócrata al T-MEC, el Ejecutivo no hubiera podido suscribir el Acuerdo.

4) La reciente visibilidad de los grupos delictivos asociados al narcotráfico, en especial el CNGJ, considerado por la DEA como una de las cinco organizaciones criminales más violentas del mundo y con una creciente influencia en Estados Unidos, implican fortalecer la cooperación binacional antidrogas. Debe recordarse la propuesta del gobierno de Estados Unidos de declarar a los grupos delictivos mexicanos como terroristas. Para el Ejecutivo estadounidense es fundamental reducir el tráfico de fentanilo y la única manera será con una efectiva política de cooperación mexicana. Para México también el no distanciamiento del gobierno de Estados Unidos es relevante para reducir la violencia antidrogas, que han impactado en cerca de 53, 628 homicidios dolosos desde diciembre del 2018 a junio del 2020.

6) En materia migratoria, la no sana distancia seguirá siendo relevante, pues se puede predecir un aumento de los flujos migratorios desde Centroamérica y México por los efectos negativos de la pandemia: Con la cual las opciones son: seguir con la contención migratoria, que no ha reducido los factores determinantes de la migración; fortalecer la política de seguridad fronteriza, y en especial, el control de los traficantes de migrantes; o promover recursos a la iniciativa mexicana: Plan para el Desarrollo Integral de Centroamérica.

Para México es fundamental que los migrantes mexicanos vayan a trabajar a los Estados Unidos en la actual coyuntura crítica y las opciones son: que Estados Unidos aumente las visas H-2A para trabajadores agrícolas mexicanos y con ello se ayuda a los empleadores agrícolas a evitar interrupciones en la agricultura y se protege la cadena de suministro de alimentos en el marco de la pandemia.

La otra iniciativa es plantear un acuerdo migratorio, cerca del 60 por ciento de la mano de obra mexicana se concentra en 40 ciudades santuarios –la mayoría gobernada por alcaldes demócratas-, quienes han protegido a los migrantes de las deportaciones masivas –recuérdese la época de Obama -y además les dan empleo agrícola y en servicios. Recientemente -15 junio- la Corte Suprema federal decidió dejar vigente las normas en el estado de California que prohíben a la policía local colaborar con ICE para detener a migrantes y deportarlos. Finalmente, destaca el aporte de las remesas de los migrantes a la economía mexicana -12,158 millones de dólares de enero a abril- justifican el interés nacional de tal encuentro.

En suma, si en el 1984 fue relevante el texto de Alan Riding: Vecinos Distantes, 36 años después la capacidad gubernamental mexicana de fortalecer el no distanciamiento con el gobierno de Estados Unidos es un tema de interés nacional, según la agenda binacional planteada.