Marcos Romero
“Me fui a la altura de Quijipilco cuatro semanas. Te hace vivir muchas cosas física y mentalmente. Había días donde me rompían el espíritu. Solamente estaba yo y mi espíritu doblado”, dijo la tijuanense Kenia Enríquez (21-1; 9 KO), quien el sábado 25 de mayo expondrá por tercera ocasión su campeonato mundial interino Minimosca, avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
En la mira se encuentra la retadora Leyrin “La China” Flores (16-1-1; 13 KO). La pugilista venezolana solo cuenta con un descalabro en su trayectoria profesional (ante Lourdes “Lulu” Juárez) que se dio en la Ciudad de México a principios de año. Enríquez conoce la peligrosidad de su contrincante, pero asegura que en el cuadrilátero montado en Puerto Vallarta se enfrentará a la mejor versión de la bajacaliforniana.
“Es una peleadora que vino a la altura de la Ciudad de México con el peso en contra y ante una gran peleadora como lo es “Lulu” Juárez. No perdió por el hecho de que fuera una mala peleadora. Se cansó por el quinto round y se vació. Nuestra pelea va a ser diferente, al nivel del mar”, dijo.
“Es una peleadora con pegada. En 16 peleas tiene 13 nocauts, solamente tres han ido a la decisión con ella. Anticipo una pelea muy dura, pero se va a enfrentar a la mejor versión de mí”, agregó la campeona mundial.
EQUIPO DORADO
De cara a este combate, Kenia trabajó al lado de una leyenda del boxeo como Jackie “Princesa Azteca” Nava (31-4-3; 16 KO), además incorporó nuevos elementos a su esquina para poder complementar y darle frescura a un equipo de trabajo que ha defendido con éxito el cinturón interino Minimosca CMB en un par de ocasiones.
Desde la pelea ante María Salinas en 2017 en la que conquistó el título mundial, hasta la fecha, la tijuanense ha buscado cubrir carencias que ha visto en su desempeño con la incorporación de Mario Mendoza y Juan Cortes.
“Me siento contenta con su trabajo. Estamos viendo otro punto de vista. Estoy en el proceso de formar mi equipo perfecto. Cada vez voy mejorando más, vamos acertando a ciertos cambios que estamos haciendo, estoy modificando mis errores porque soy consciente que tengo muchos huecos”.
AVE FÉNIX
“Cuando gané mi título me creía invencible, la mejor. Tenía un ego de aquí hasta el cielo. Perdí un poco el enfoque, dejé de ser tan constante en el gimnasio y no le tomaba importancia a los entrenamientos. Me desvié con que todo el mundo quería ser mi amigo. Al momento de perder, me di cuenta que toda esa gente no estaba y que realmente no era invencible. Esto es renacer, es volver como un Ave Fénix”, recordó.
Tras un par de año enrolada en el boxeo profesional, Kenia Enríquez probó las mieles del éxito por primera ocasión. En 2014 venció por Decisión Unánime a Ana Arrazola para adjudicarse el cinturón vacante en peso Mosca de la Organización Mundial de Boxeo, meses después, en su primera defensa, tropezaría ante la norteamericana Melissa McMorrow, lo que lejos de derrumbarla, la ha motivado para valorar lo que ha conseguido.
“Fue la mejor experiencia de mi vida. Si eso no hubiera pasado por mí, yo creo que no estaría donde estoy. Eso me hizo centrarme”, añadió.
TORNEO KENIA ENRÍQUEZ
La pugilista se ve reflejada en las futuras promesas del boxeo. Enríquez, en sus propias palabras, comentó que vive el mejor momento de su joven trayectoria, pero eso no la orilla lejos de sus orígenes. Busca la manera de organizar la sexta edición del Torneo Kenia Enríquez.
“Yo empecé por motivarlas. Impulsar el boxeo femenil, porque alguna vez fui una de esas niñas que querían la oportunidad, que se emocionaba con llegar a casa con una medalla o con un trofeo. Alguna vez fui esa niña”, expresó.
“Este torneo ha ido mejorando, a pasos chiquitos pero bien seguros. Solo veo sus caras de felicidad y es motivación. A veces uno da por hecho muchas cosas que significan pero que ya no tienen tanto valor porque estoy aspirando y sonando. Cuando hice mi primer torneo, vi las caras de motivación. Es un sueño tanto para ellas como para mí”, reconoció.
COMBATE AMÉRICAS
Lo que comenzó como un chiste, un halago, se volvió realidad. En gran parte de esta aventura de Kenia Enríquez ha estado a su costado Alejandro “Pato” Martínez, pareja sentimental de la boxeadora y quien debutó el año pasado con Combate Américas. Parte de su rutina de entrenamiento exige entre cuatro y cinco sesiones diarias, por lo que había poca disponibilidad de tiempo, por lo que en su afán por estar cercas del peleador de Artes Marciales Mixtas, decidió entrenar cercas a él, sin pensar que descubriría una nueva faceta de su vida.
De la mano de Raúl Arvizu, entrenador en Entram Gym en el área de Jiu Jitsu, la apoyó y motivó para que Kenia decidiera pelear no solo en el cuadrilátero, sino en el octágono. Su debut podría darse en noviembre de este año.
“El profe Raúl Arvizu me dijo que tenía muchas habilidades y capacidad. En las veces que acompañé al ‘Pato’ a Combate Américas conocí al ‘Patrón’ (Alberto del Río) y a todos los que conforman a su equipo y me ofrecieron la oportunidad de debutar y no lo dudé”, finalizó la tijuanense Kenia Enríquez.