Señalan malos manejos en el puerto. El equipo de Atlético Ensenada vuelve a ser el epicentro de la atención por un supuesto despido injustificado. El jugador paraguayo, Blas Aguayo, reveló recientemente en sus redes sociales que la directiva bajacaliforniana quiso reducirle en un principio su sueldo pactado en el contrato a la mitad, aunque posteriormente, simplemente el cuadro ensenadense decidió cancelar el contrato.
El jugador sudamericano afirmó estar viendo sus opciones para entablar una demanda, ya que cuenta con el contrato que decidieron no hacer válido. Los costos del hospedaje, alimentación y vuelo de regreso a Perú tuvieron que ser pagados por él.
El medio, AGP Deportes, publicó en su portal imágenes del contrato firmado tanto por el futbolista como por el presidente y dueño de Atlético Ensenada, Antonio García Rojas.
Blas Aguayo fue el primer refuerzo extranjero anunciado y presentado por el Atlético Ensenada. El presidente del club había señalado a principios de año que su visión del equipo era contar con una plantilla conformada por jugadores nacionales en su totalidad, no obstante, meses después han rectificado en su postura inicial. Se habla que el delantero uruguayo, Michel Sosa, podría reforzar la zona de ataque.
Este escándalo se suma a las recientes acusaciones de Ramón Ramírez, que señaló hace una semana que el equipo fundador de la Liga Balompié Mexicano (LBM) carecía de seriedad y las condiciones apropiadas para desempeñar su cargo como Director Deportivo. Además, personal administrativo y del área de comunicación también decidieron bajarse del barco antes del arranque del circuito.