Las Águilas vieron en el New England Revolution una presa sencilla y no tuvieron piedad, el equipo de André Jardine ya está instalado en las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf, luego del 5-2 en la cancha del estadio Azteca y el 9-2 global.

André Jardine cumplió con lo que prometió, pese a que New England no mandó a sus mejores hombres, el entrenador brasileño mandó a lo mejor que tuvo. Desde Luis Ángel Malagón, hasta Henry Martín, las mejores aves estaban en la cancha. Julián Quiñones, Alejandro Zendejas, Igor Lichnovsky, Álvaro Fidalgo y hasta Diego Valdés, una escuadra que arrasó desde el principio.

Valdés abrió el marcador con un control que parecía mano, Diego bajó el esférico en el área y definió sin problemas. El VAR checó la anotación y la dio como buena.

Fildago, Richard y Valdés no le dieron tregua a una escuadra norteamericana que lució fundida en el primer lapso. Julián entró solito ante un pase del 10 para concretar el segundo de la noche.

La fiesta era total, Henry Martín no se podía quedar fuera, la Bomba yucateca, con un testarazo, conjugado con el error del arquero Edwards, terminó por ser el tercero, antes del descanso.

América no se tententó el corazón. Jardine comenzó a modificar su parado, mandó a Brian Rodríguez. El Rayo de inmediato fue clave, el cuarto llegó en un desborde suyo que terminó en la zurda de Zendejas para anotar.

El Revolution se hizo presente en el marcador con un cabezazo de Vrioni, pero eso sólo enfureció más al ave, que remató la obra con un penalti de Brian. Ya en el agregado, el propio Vrioni recortó la diferencia, pero era imposible que la hazaña norteamericana se gestara.

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No hubo más en el Coloso de Santa Úrsula, América ya está en la antesala de la final, luego de humillar a uno de los protagonistas de la campaña pasada en la Major Legue Soccer.