Marcos Romero
Tijuana.- Recientemente fue inaugurado oficialmente el nuevo toreo de Tijuana “Carlos Bowser González”. El coso taurino que antes funcionaba como la Monumental Villa Charra fue puesto en marcha con una corrida internacional, donde alrededor de 2 mil aficionados disfrutaron de la comodidad y el buen ambiente, a diferencia del otro inmueble.
Eduardo Gallo se convirtió en el triunfador al cortar una oreja en el séptimo toro, que fue de regalo, y el público solicitó el indulto, pero este no fue concedido por la autoridad de la plaza. El matador español compartió el ruedo con Fermín Rivera y Sergio Flores, quienes no tuvieron suerte con el ganado de Hernando Limón.
El lote de la ganadería bajacaliforniana estuvo bien presentado, pero no a la altura de los toreros que batallaron con cada uno de los animales, a excepción del último, “Amoroso”, marcado con el número 74 en el lomo y de 515 kilogramos de peso, que sirvió para que Gallo luciera sus dotes.
El matador ejecutó pases de primera con el capote y el público aplaudió sus verónicas. Con la muleta se lució al natural y con varios derechazos, así como pases de pecho. A la hora de finiquitar la obra, el respetable solicitó el indulto no concedido por el juez de plaza, matando al animal con una estocada en su sitio, que le valió un apéndice.
“Me voy muy contento. Gracias a Dios ha salido un gran toro en este último de la tarde. Un toro con mucha clase, mucho recorrido y que ha embestido fenomenal. Ha sido un toro que he toreado en mi vida muy a gusto”, comentó el triunfador de la tarde