Tijuana.- El talento es aprueba del tiempo. La histórica boxeadora tijuanense, Jackie “Princesa Azteca” Nava (39-4-4; 16 KO’s) se mantiene más vigente que nunca, prueba de ellos será su reaparición en peso Gallo, división que conoce y en la fue campeona del mundo en 2005.
Se enfrentará este fin de semana a Jasseth Noriega (27-5-2; 5 KO’s) en el ring montado en las instalaciones del Auditorio Academia Zonkeys.
Nava planificó bajar a las 118 libras de peso para retar a Yulihan Luna por su cinturón CMB para retirarse como una campeona del mundo, sin embargo, su orden de prioridades ha cambiado.
“Estaba pensando buscar el título Gallo con (Yulihan) Luna. Sí puedo dar el peso, más que nada es tomarnos el tiempo adecuado para hacerlo. Hay que tomarlo con tiempo”, indicó.
El retiro es inevitable, pero la manera en que lo busca hacer la “Princesa Azteca” es en plenitud.
“Quiero irme contenta, con los brazos en alto. Título o no título. Para mi ya todas las peleas son ganancia. Estar arriba de un ring ya es ganancia porque me enfrento a rivales jóvenes, con hambre de ganar y a lo mejor en algún momento va a llegar alguna que me diga ‘hasta aquí’. Pero no quiero irme viéndome mal, derrotada”, afirmó.
Jackie Nava se convirtió en la primera campeona mundial del CMB y una referente en la historia del boxeo femenil. Pero ahora su siguiente aporte al boxeo es orientar u apoyar al futuro del boxeo. “Lo más importante es ir encaminando a los jóvenes con talento”.
En su gimnasio entrenan prospectos de la talla de Crisna Álvarez, José “Chapulín” Salas, Brandon “Piri” Sánchez, entre otros jóvenes talentos que la “Princesa Azteca” busca apoyar. La tijuanense se coloca en sus zapatos y recuerda el complicado panorama al inicio de su carrera hace más de dos décadas.
“Busco apoyarlos para que tengan la oportunidad de llegar lejos. Cuando yo iniciaba, realmente no había por donde, no había quien me apoyara, hasta que encontré a Erik Morales y me empezó a apoyar, al igual que Raúl Robles, pero al principio no había nada. Uno tenía que abrirse su propio camino”, rememoró.
“Veo a unos muchachitos muy disciplinados. Me los he llevado al Otomí a entrenar y me ayudan allá, corremos y me dejan atrás. Son jovencitos. Cada quien a su ritmo, pero hacen su trabajo”.
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Es admirable la condición atlética de Nava, pero eso ha implicado que con los años tuviera que privarse de placeres para moderar su actividad y disminuir el desgaste físico y mental.
“Voy midiendo mis actividades. No puedo estar atendiendo todos los temas, porque sí es muy desgastante. Son decisiones que tienes que ir tomando en tu carrera”, concluyó.