Marcos Romero
Tijuana.- Se acerca la última llamada para retomar una carrera que pintaba para brillante y en algún punto se terminó por desviar en los excesos.
La noche del sábado 10 de agosto, el ex campeón mundial en peso Mediano, Julio Cesar Chávez Carrasco (50-3-1; 32 KO) se mide ante el colombiano Evert Bravo (25-10-1; 19 KO) en San Juan de los Lagos, Jalisco, tras una pausa de dos años sin subirse a un cuadrilátero profesional. El hijo de la leyenda realizó una intensa preparación en Tijuana bajo la tutela del formador de talentos del boxeo, Don Rómulo Quirarte González.
El gimnasio de box de la Unidad Deportiva Crea fue el epicentro de las intensas horas de entrenamiento. Desde hace casi seis meses el pugilista sinaloense llegó a Tijuana con el deseo de retomar su carrera de la mano de la Familia Quirarte, una fórmula que ya trajo éxitos en el pasado.
En 2008, Julio César Chávez González, la gran leyenda mexicana, acercó a su hijo mayor por primera ocasión con el entrenador tapatío, que entre sus exitosos campeones del mundo destaca el mismo Chávez junto a José Luis Castillo, Humberto “Zorrita” Soto y Kenia Enríquez.
“Está tratando de retomar su carrera después de dos años”, comentó el histórico Rómulo Quirarte, quien además explica el motivo por el cual estuvo distanciado del Junior por un periodo.
“Hicimos una preparación en Big Bear y se enfermó (Chávez Jr), la retomamos en Guadalajara y en esas épocas empecé a tener problemas físicos. Me diagnosticaron diabetes y yo no sabía que la tenía, presión alta y otras cosas que me hacían sentir mal. Mis hijos me pidieron que ya no hiciera preparaciones lejos de Tijuana por el desgaste. Cuando la terminé, porque nunca dejé tirada una sola preparación, le dije al Junior que era la última vez que lo podía entrenar fuera de Tijuana. De ahí fue con ‘Nacho’ Beristaín, con Freddy Rosas, con todos y yo no tuve ningún problema, simplemente me refugié aquí y en realidad nunca debí haber salido porque disfruto hacerlo desde abajo”, comentó Quirarte González.
El gran campeón mexicano, Julio César Chávez, fue quien reunió a su hijo con el forjador de campeones como el mismo. Realizó su preparación para disputar el campeonato mundial de peso Pluma avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en 1984.
“Ahora que regresó, el papá está muy contento. ‘Nunca lo debí haber sacado de aquí’, me dijo. Hace unos meses vinieron y nomas dijeron ‘ya vine, Don Rómulo’. Él vino a su casa porque es una familia que quiero mucho, lo vi nacer desde la barriga de su madre”, recordó el paternal entrenador.
Chávez Jr., ex campeón mundial de peso Medio del CMB, combatirá en Súper Medio luego de su derrota en mayo de 2017 ante Saúl “Canelo” Álvarez (52-1-2; 35 KO) en Las Vegas. Su contrincante, de 34 años de edad, es un peleador de experiencia y fogueo internacional. Ha sido campeón nacional de Colombia, campeón Fecarbox CMB y campeón Fedebol AMB.
Su regreso al boxeo no fue obra de la casualidad. Julio busca acabar sus últimos años en el deporte de los puños con un nuevo campeonato del mundo. El primer paso es vencer y convencer al sector del público mexicano que duda de su capacidad ante el sudamericano y de ahí poder aspirar al cinturón que le ponga la cereza en el pastel a una carrera.
