Tijuana.- El contundente poder del ensenandense, Rubén “Pollito” Aguilar (16-0; 12 KO’s), se hizo presente. Requirió de tres rounds para fulminar al experimentado, Eleazar “Tronco” Valenzuela (23-18-5; 17 KO’s), con impactos certeros que le impidieron salir a pelear para el cuarto asalto.
Una exhibición que rápidamente se inclinó a un solo costado. El menor de los hermanos Aguilar está forjando su carrera con base en talento y una pegada demoledora, la especialidad de la familia.
“Fue una pelea buena. A mí me hizo muy bien, porque el muchacho tiene experiencia”, dijo Rubén. “En el transcurso de los rounds, miraba como conectaba los golpes, con solidez. Sí lo miraba venir (el nocaut)”, agregó.
En su anterior presentación, Rubén Aguilar permitió que su pelea fuera de choque innecesario, exponiéndose a cabezazos y golpes que pudo evitar. Entendió la lección y logró plasmarlo en su plan de trabajo arriba del encordado.
“Estuvimos trabajando la distancia, porque la última pelea fue algo cerrado. Hablamos eso con mi papá. Dijimos que íbamos a trabajar distancia y se ejecutó bien el plan de trabajo”, señaló.
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El “Pollito” Aguilar busca cerrar el año con bronce de oro. El ritmo de peleas en esta etapa de su carrera debe ser alta para no perder ritmo y desarrollarse en el encordado, pero al final, la última decisión está en manos de su promotora, Zanfer.
“El plan es hacer muchas peleas antes de que acabe el año, esta es la quinta del año. Voy a seguir entrenando para lo que me diga la empresa, estar listo para lo que venga”, comentó.
Días antes del combate ante Eleazar Valenzuela, existió algo de incertidumbre porque no se definía a su rival. Pero Aguilar no le tomó importancia a ese detalle y prefirió centrarse en sus capacidades. “Nunca me estuvo martirizando quien iba a ser”.