Los San Diego State Aztecs tuvieron la mejor campaña regular desde su existencia en el futbol americano colegial en 1921. Curiosamente, eso no les valió obtener el campeonato de la Conferencia de la Mountain West, a pesar de haber llegado hasta la última instancia ante los Aggies de Utah State.
Sin embargo, lograron el mayor número de triunfos con 11 en 13 juegos y aseguraron un lugar en el Frisco Bowl. Enfrentarán a la Universidad de Texas San Antonio, colegio que solamente cayó una vez en el año.
Si bien, varios expertos consideran que desperdiciaron una legítima oportunidad de asistir a un tazón más importante, los resultados probaron que se está caminando en la dirección correcta.
Los Aztecas acaban de culminar su estadía en el Dignity Health Sports Park de Carson, California, lugar donde tuvieron que jugar sus encuentros de local; ahí estuvieron par de años, incluyendo la temporada de la pandemia, una complicada en cuanto a logística se refiere.
Nunca se quejaron de la forma en que tenían que planear sus viajes y el entrenador en jefe, Brady Hoke siempre comentó que los juegos en “casa” se iban a tratar como unos de “local como visitante”, inclusive sacrificando el dormir en su ciudad una noche antes de los días de juego.
En 2020 se tuvo una campaña que quedó lejos de las expectativas, pero en 2021 se construyó para el futuro y para poder jugar en su nuevo estadio dentro del campus, un sueño hecho realidad para los amantes y, especialmente, egresados de SDSU.
El Snapdragon Stadium, recientemente nombrado así, estará listo para el inicio del calendario deportivo 2022 y se tienen ya altas expectativas, basadas todo en lo que se vio durante los 11 triunfos, con aspiraciones a ganar un doceavo todavía.
El equipo tuvo una de las más consistentes temporadas en sus ataques terrestres y de las más sólidas defendiendo. Corrieron para más de 2,200 yardas y permitieron apenas arriba de 1,000; promediaban 175.2 yardas por tierra a la ofensiva y se lograron 24 anotaciones. En defensa, les hicieron sólo 29 touchdowns en toda la temporada.
Todo, en gran parte, por dos jugadores que fueron reconocidos por su rendimiento individual.
El pateador Matt Araiza es el mejor de toda la nación y no solamente en percepción. Al egresado de la preparatoria Rancho Bernardo se le entregó el premio Ray Guy y fue nombrado al equipo All-America de la Asociación de Escritores de Futbol Americano, igual que el liniero defensivo Cameron Thomas, quien acudió a la preparatoria Carlsbad.
Este anunció llegó pocos días después de también haber sido nombrados al equipo Walter Camp, dos de los cinco equipos más distinguidos, elegidos por escritores y entrenadores del país.
Matt, reconocido como parte del primer equipo, tuvo 79 despejes y un total de 3,956 yardas; promedió más de 50, además de ser el encargado de los goles de campo, desempeñándose también en esas labores desde hace algunos años.
Araiza logró el mejor promedio en yardas por patada en la historia de la Football Subdivision, así como en patadas de 60 o más yardas y 50 o más yardas.
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Thomas, elegido al segundo equipo, fue líder de los Aztecs en tacleadas con 68, tacleadas para pérdida de yardaje con 20.5, capturas de mariscal de campo con 11.5 y presiones con 21. Además, formó parte de una defensa que logró 16 intercepciones y provocó 21 entregas de balón.
Todo esto hace que el departamento atlético de la Universidad Estatal de San Diego, sus alumnos y los seguidores, vean a estos jugadores de tercer año como los pilares para el posible éxito en la siguiente temporada.
El 2022 pinta para ser inolvidable en el condado de San Diego.