El Matevarso impulsado por Mark Zuckerberg ha dado un giro a la interacción de los usuarios de internet, a través de un espacio digital donde pueden convivir por medio de avatares, una idea que si bien está resultando innovadora también conlleva riesgos.
Para la firma de ciberseguridad ESET, uno de estos peligros es la suplantación de identidad.
“Esta posibilidad de cambiar de apariencia también es utilizada por personas con malas intenciones para obtener información o incluso dinero de otras personas que forman parte de este mundo”, dijo en un análisis Daniel Cunha, investigador de la compañía, en un análisis.
Además hay otros riesgos asociados a malware, robo de datos, compras no autorizadas o fraudes, principalmente El Metaverso es un mundo virtual al que las personas pueden conectarse por medio de diversos dispositivos que además de sumergirlos en otra realidad les permite interactuar con otros usuarios.
Los internautas podrán viajar, asistir a conciertos, salir de compras, ir a la escuela o trabajar, prácticamente todo lo que hacen día a día pero desde un dispositivo y sin tener que trasladarse.
En julio de 2021, el creador de Facebook anunció la nueva estrategia de la compañía de extender la experiencia del usuario mucho más allá de las aplicaciones actuales hacia el Metaverso, y poco después cambió el nombre de la compañía a Meta.
Si bien el concepto no es nuevo y ya había sido tratado por la literatura y el cine, el Metaverso ha impulsado a compañía como Facebook, Google y Microsfot a desarrollar esta idea más a fondo.
Hace unos días, el Tec de Monterrey realizó su primera clase en Metaverso y Meta ha anunciado diversas herramientas para empresas y creadores de contenido para vender a través de este nuevo mundo.
Daniel Cunha apuntó que considerando que muchas de las amenazas informáticas presentes en la realidad actual siguen desafiando constantemente a empresas y usuarios, resulta complicado imaginar lo que depara el mundo virtual.
Sin embargo, el especialista en seguridad cibernética destaca la necesidad de tener en cuenta las amenazas que conlleva esta nueva tecnología.
Explicó que no solo se pueden suplantar apariencias mediante avatares, sino también las voces de diferentes usuarios.
“Los software conocidos como voicechangers ya son muy populares y los desarrolladores que crean software con inteligencia artificial ya han logrado clonar la voz de una persona con audios muy cortos, de unos cinco segundos de duración, y la voz simulada es extremadamente fiel a la voz original. Esto nos da indicios de que no será difícil que alguien se haga pasar por otro para hacer más víctimas en este mundo”, dijo.
Recordó la posibilidad de enviar y recibir archivos de diferentes tipos mediante el Metaverso, como imágenes, videos o documentos, o incluso la transferencia directa de recursos entre personas, que pueden atraer a ciberdelincuentes.
“Actualmente, los archivos maliciosos representan una parte importante de la escena de las amenazas digitales y, sin duda, deberán tenerse en cuenta en Metaverso, ya que, dependiendo de cómo ocurran estas interacciones, las partes pueden tener acceso a la información de los demás”, consideró el especialista.
Otra de las posibilidades del Metaverso que está resultando atractiva para empresas y tiendas es la de las compras. Desde contenido hasta ropa o incluso terrenos y biene inmuebles pueden ser adquiridos por esta vía.
En ese sentido, Cunha subraya la importancia de proteger las transacciones en el mundo digital, además de resguardar la información de pago y validarla.
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El especialista en ciberseguridad destaca la relevancia de gestionar información y datos personales ya que al conectar dispositivos entre sí siempre se corre el riesgo de una filtración de información que puede poner en riesgo al usuario.
“Hay mucho potencial en todo lo que abarca el Metaverso y cualquier otro universo que pueda surgir, pero históricamente hablando, las innovaciones no siempre son desarrolladas teniendo en cuenta la seguridad y las tecnologías suelen salir al mercado lo antes posible porque las prioridades son otras”, señala.
