Daniel Ángel Rubio
Tijuana.- El tatuaje parece tan antiguo como la misma humanidad. Fue una marca para criminales, pero también parte de antiguas tribus en ritos de iniciación, y hoy es una muestra de identidad.
Y aunque es más común conocer personas “rayadas” o “tinteadas”, todavía existe algo de rechazo al grado de ser un impedimento para obtener algunos empleos.
Pero la cultura de la modificación corporal se sostiene y al mismo tiempo gana nuevos aficionados mientras sigue su propia transformación y se sacude mitos.
Una muestra de todo esto se concentró en la “Tijuana Tatto Expo 2018”, que se desarrolla este fin de semana en el Hotel Real Inn de Zona Río.
Cientos de personas de todas las edades se reunieron desde ayer sábado para conocer sobre este arte milenario, tatuadores para comprar insumos, y adictos a la tinta y a las agujas para hacerse un nuevo diseño.
Las siguientes fotografías son solo una muestra de la diversidad que encierra esta cultura, porque al final de cuentas todo sería aburrido y monótono si no hubiera diferencias.
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